La revolución llega desde el tatami

Felipe Soto ya no siente pasión por el taekwondo y hace tiempo que centra su vida en la gerencia deportiva de la Federación de Rodeo.



Vestido de huaso, como uno más, se pasea esta semana Felipe Soto (47) por la Medialuna Monumental de Rancagua, sede del 71º Campeonato Nacional de Rodeo. El taekwondo, deporte que lo llevó como deportista a Sydney 2000 y técnico a Londres 2012, hace tiempo es pasado. Durante su carrera, especialmente cuando estaba radicado en Europa, el profesor de Educación Física se especializó con una maestría en gestión deportiva, que fue el nexo que lo lleva a encabezar desde hace ya tres años la gerencia deportiva de la Federación del Rodeo Chileno.

Al llegar a la Ferochi, Soto hizo varias observaciones. "La gestión deportiva estaba restringida a dos o tres cosas que eran bien operativas. Solo hacía una designación de jurados. Ahora se estableció un cuaderno de cargos para los clasificatorios, antes se esperaba que todo saliera bien, por el know how de cada uno. Si todo se lo preguntaban al gerente deportivo", recuerda.

"Es un deporte que no conocía para nada, así que pensé que era un desafío entrar en una actividad que tiene arraigo en la cultura nacional. El rodeo es un deporte que representa una forma de vida, una tradición convertida en deporte", relata Soto.

El extaekwondista rememora cómo fue encontrarse con esta actividad de frente: "Me sorprendió el orden y disciplina que tienen y el volumen de competencia: 520 rodeos de agosto a mayo, son 20 por fin de semana. Nunca pensé que una federación deportiva tuviera un volumen de competencia así. También que existen varias federaciones de rodeo. Y su capacidad de gestión, es una federación que no necesita pedir recursos, ellos lo buscan en auspicios. Este modelo de desarrollo deportivo puede ser implementado en otras realidades, otras federaciones".

Tras enfrentar el retiro, Soto puso escuelas de taekwondo, fue técnico nacional e incluso llegó a Londres 2012 como entrenador de Yeny Contreras, la primera taekwondista chilena en unos Juegos Olímpicos. A esos amigos aún los conserva y asegura que pocos han quedado indiferentes al cambio: "A todos les llama la atención, muchos se han dedicado a la gestión o la investigación y les parece sensacional que uno pueda desarrollarse donde existen todas las condiciones".

¿Alguno ha tenido cuestionamientos por el tema del trato animal? Soto contesta: "Nunca. Al contrario, lo ven como un deporte cultural, les llama la atención la forma de vida que es el rodeo".

Modernizar la actividad también está en carpeta, pero sin pasar una línea que tiene clara. Implementaron una unidad audiovisual en los Clasificatorios, para analizar con posterioridad, pero no quiere pantallas en la caseta del jurado: nada de VAR en el rodeo,

"Es un tema en el que he pensado, el rodeo está bien diseñado. Esa cuota de apreciación lo hace especial. Ni en el fútbol me gusta el VAR, en cualquier deporte le quita un condimento", asegura. De paso, recuerda por qué se ha alejado del TKD. "Es un ejemplo de esta tecnificación. Fue a tal nivel que ahora es otro deporte, hoy no es de percusión, solo hay toques. No tiene espectacularidad", cierra.

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