En el laboratorio del líder

Mahindra

Mahindra, la escudería que domina el Mundial de Fórmula E, recibe a La Tercera en su box. Sus pilotos, Rosenqvist y Heidfeld, radiografían la carrera.



Son las cinco y media de la tarde y el calor asfixia como una soga en el paddock del Santiago E-Prix. Todo el murmullo externo en el que se había visto envuelta la prueba en los días previos, parece haber dejado paso hoy, al fin, al ruido ecosustentable de los monoplazas eléctricos. Y al trajín. Al menos en el pit lane del circuito.

En el box del equipo Mahindra Racing, líder provisional del Campeonato de Constructores, se encuentran trabajando ahora hasta 25 miembros del staff. Y la actividad es incesante. El hogar temporal de la escudería india, su particular laboratorio de pruebas, es uno de los que mayor interés suscita. No en vano, cuenta en sus filas con el actual líder del Mundial, el sueco Felix Ronseqvist (26), y con el hombre de mayor currículum en Fórmula 1 de cuantos componen la grilla de la Fórmula E, Nick Heidfeld (40), ex piloto de hasta seis escuderías distintas en el Gran Circo y el primero en detenerse a dialogar con La Tercera.

"La Fórmula 1 es la cumbre del automovilismo, pero la Fórmula E es más compleja en algunos aspectos porque los circuitos son callejeros, los tiempos de preparación son más cortos, al ser todo en un día, y aunque es más lenta y los alerones hacen menos fuerza, es más técnica. La estrategia también cambia porque tienes que manejar la energía del auto para poder ganar. Aquí no tenemos DRS, pero es una categoría más entretenida e interesante para la gente porque en Fórmula 1 la falta de adelantamientos era a veces frustrante para el público y los pilotos", explica el teutón, el piloto con mayor número de carreras terminadas de manera consecutiva en F1 (41) y el que más podios fue capaz de acumular a lo largo de sus 11 años en la categoría reina del automovilismo (13), sin llegar sin embargo jamás a adjudicarse un Gran Premio. "Lógicamente no estoy contento con ese balance, porque cuando entré a la F1 lo hice para ganar carreras y campeonatos", confiesa, antes de hacer una somera evaluación del track santiaguino y de su ambiente: "Se siente muy bien estar acá. En algunos países la gente no sabe ni que hay carrera, pero aquí se nota interés. Y el circuito tiene como siete tipos distintos de piso. A mí me gusta porque lo hace más complicado".

Y mientras uno de los ingenieros explica que sólo pueden mostrar la parte delantera de los autos "porque lo que se escondee detrás es el secreto de Mahindra"; y Heidfeld se sitúa a un lado del pit lane para dejar pasar a un monoplaza que avanza produciendo un silbido verdaderamente eléctrico, el líder del Mundial, Felix Rosenqvist, toma la palabra: "El año pasado fui rookie y salí tercero. Era necesario subir el objetivo este año. Es temprano para decir quién ganará, vamos carrera a carrera, pero el objetivo es salir campeones". El ganador de los dos últimos E-Prix, celebrados en Hong Kong y Marrakech, culmina: "Los pit-stop sin límite de tiempo nos han obligado a practicar mucho, porque hay que hacer el cambio de auto lo más rápido posible, y la superficie de la pista, que va cambiando, hace difícil trazar una línea perfecta. Hay que adaptarse. Son muchos rivales a batir. A Sam Bird (Virgin) lo he visto muy bien, pero lo bonito de la Fórmula E es que puede ganar cualquiera".

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