U. Católica 5-0 Palestino

UC: M. Dituro; S. Magnasco, B. Kuscevic, V. Huerta (81', G. Lanaro), J. Cornejo; C. Fuentes, L. Aued; J. P. Fuenzalida, C. Pinares, E. Puch (81', D. Valencia); S. Sáez (74', D. Buonanotte). DT: G. Quinteros.

Palestino: I. González; G. Soto, A. González, E. Guerrero, B. Véjar; J. Fernández, A. Farías, C. Cortés (64', F. Ahumada), C. Jorquera (46', I. Herrera), L. Jiménez;R. Gutiérrez. DT: I. Basay.

Goles: 1-0, 39', Kuscevic, en doble instancia tras balón detenido; 2-0 ,42', Pinares con un tiro libre al ángulo; 3-0 ,58', Sáez, de cabeza tras acción personal de Cornejo; 4-0 Valencia tras jugada de Buonanotte; 5-0, 90+3', Buonanotte, tras jugada personal que finalizó con un globito.

Árbitro: R. Tobar. Amonestó a Pinares (UC);A. González, Farías, Fernández, Herrera (P).

Estadio Sausalito. 18.000 personas aprox.

Cinco títulos en tres años no son casualidad. Y de eso puede dar fe Universidad Católica, que ayer se repuso a un dubitativo comienzo y se quedó con la Supercopa de Chile a costa de un Palestino que pudo haber dicho otra cosa, pero que pagó, y muy caro, no concretar cuando tenía a los cruzados entre las cuerdas.

Porque qué extraño resulta el fútbol a veces. Bien lo pueden decir árabes y universitarios. Que las figuras del primer tiempo en Sausalito fueran, hasta los 38', Roberto Gutiérrez por el lado tricolor y Matías Dituro por el franjeado, no era casualidad. En cambio, que el resultado al descanso tuviera a los de la UC por dos goles arriba, sí que lo era.

Pasa que los de colonia se cansaron de visitar el arco de su contendor. Y siempre con la figura del Pájaro como principal agente: avisó a los 6', a los 32' y a los 37'. También lo hizo Jiménez a los 12'. Pero el resultado fue siempre el mismo: la muralla argentina, que transformó a sus pies en sus principales repelentes, evitó una y otra vez la caída de su arco.

Y ahí, el axioma es tan añejo como bien utilizado en el caso de Palestino: gol que no haces a un lado, luego lo sufres en el propio. En rigor, ayer cinco veces lo sufrió el elenco de Basay.

Primero a los 39' en la figura de Benjamín Kuscevic (cuánto pudo haberle sumado a él y a la Roja que no le hubiesen privado de ir a la fecha FIFA) y luego a los 42', en el pie bendito de César Pinares, que con un tiro libre perfecto dejó sin reacción al Nacho González, que solo atinó a ver de rodillas, como pidiendo piedad, cómo ingresaba la pelota.

Basay intentó torcer el destino con la salida de Jorquera y el ingreso de un compañero para Gutiérrez. Católica, eso sí, no estaba para sorpresas. Todo lo contrario.

Ya con la calma de los dos goles de ventaja, los cruzados, que parecen haber encontrado una oncena, se relajaron en el segundo tiempo. Y empezaron a mostrar el fútbol que hoy los tiene como punteros del torneo chileno y muy vivos en su grupo de la Libertadores.

Encima apareció uno que hasta hace una semana era muy criticado y que al fin parece haber dejado atrás la sequía goleadora. Con un cabezazo Sáez logró el 3-0 (tercero personal en dos partidos seguidos), tras una gran maniobra individual de Juan Cornejo, otro que había estado al debe pero que en los últimos cotejos ha respondido.

La Católica cerró la goleada en dos minutos: en los descuentos, Buonanotte generó el 4-0 de Valencia y luego, con una jugada individual que terminó con un globito, anotó el 5-0 definitivo.

No es menor el resultado para la UC. Porque en la suma y en la resta ganó cuatro de cinco complejos partidos en línea: a La Calera y Colo Colo por el torneo, a Rosario Central por la Copa y este sábado a Palestino, en el primer título de la temporada chilena. Solo le quedó la mancha de la goleada propinada por Libertad.

Celebra la UC. Celebran sus hinchas. Celebra también Quinteros y sus soldados. Al fin y al cabo, celebra todo el pueblo cruzado, porque siguen saboreando títulos, tal como se han acostumbrado el último tiempo: en tres años suman cinco al quedarse con la segunda Supercopa de su historia (junto al Cacique son los más ganadores del trofeo).

La UC, tal como en 2016, mañana amanecerá como el nuevo supercampeón del fútbol chileno. Ahora buscará seguir ampliando sus vitrinas en Chile y en el continente.