Nicolás Jarry (Santiago, 11 de octubre de 1995) vive un renacer esta temporada. Después de un aciago 2020, donde fue suspendido por dopaje tras una contaminación cruzada de un suplemento alimenticio, el tenista se vio en la tarea de reconstruirse. Para ello tuvo que partir de cero, ya que perdió todos sus puntos en esos 11 meses que estuvo sin jugar. Su agente comenzó una frenética búsqueda para conseguir invitaciones para torneos, pues ni siquiera podía participar en las clasificaciones de los certámenes de más baja categoría. Un año y medio antes era el 38 del mundo...

Después de un comienzo negativo con derrotas a fines del año pasado, en esta temporada las cosas cambiaron. Sumó sus primeras unidades y hasta se dio el lujo de avanzar una ronda en el ATP 250 de Córdoba. Además, conquistó el título del Challenger de Salinas y llegó a la final de Salinas 2. Todos estos progresos le significaron ubicarse en el puesto 309 del ranking mundial en menos de cinco meses. Desde Barcelona, Nico atiende a La Tercera, mientras se prepara para disputar torneos en arcilla y recuperar las unidades que le permitan volver al primer plano del tenis.

¿En qué ha estado concentrado en estas últimas semanas?

Llevo una semana y media y voy a hacer otra semana más de entrenamiento con Juan Ozón en su academia, donde nos están dando una mano. Vinimos a retomar el timing y a entrenar en arcilla para este próximo semestre, ya que la mayoría de los torneos que voy a jugar van a ser en esta superficie: un par en Europa y después en Sudamérica, si es que se hacen los torneos que tienen más o menos programados. Esa es la idea: jugar un mes de challengers en julio y, en agosto, ya ir a Sudamérica, si es que aparecen torneos.

¿Cuál es el plan con su cuerpo técnico?

Igual como todo este año. Aquí estoy con Juan; Cristóbal (Saavedra) está en Chile y la idea es ir turnando y viendo cuándo se puede estar con cada uno. Ambos me aportan cosas diferentes y hay un complemento muy bueno.

¿Cuánto siente que ha cambiado su juego en relación al de fines de 2019 y principios de 2020?

Yo creo que muchísimo. La fecha que me diste es la de una de mis peores versiones, estaba muy complicado con muchas cosas, con mucha duda y he estado ahora trabajando en sacar adelante todo eso; en aprender más, jugar mejor, estar más fuerte, conocerme mejor dentro y fuera de la cancha... Tratando de improvisar y subir de nivel en todos los aspectos posibles.

¿Dónde siente que más ha mejorado?

Le he metido énfasis a la cabeza; en cómo mirar el tenis fuera de la cancha, en cómo jugar y en la confianza. Queda mucho aún, recién llevo un par de meses trabajándolo. Yo creo que es la parte más importante y hay que seguir haciéndolo.

Tanto usted como su técnico, Cristóbal Saavedra, han tenido muy buenos resultados y se han ido potenciando.

Cristóbal sabe bastante, tuvo una carrera como jugador y además nos llevamos muy bien. Empezamos como una prueba y la verdad es que hemos tirado para adelante y también hemos hecho un muy buen trabajo con Gonzalo (Lama), que este año ha estado jugando mucho mejor y ya se ha ganado cuatro Futuros. Él también debe estar muy contento.

Su entrenador, al igual que usted, pasó por momentos difíciles por una suspensión y hoy vuelve al tenis fortalecido como un técnico exitoso. ¿Cree que esa experiencia que él vivió le ayuda a él para comprender mejor su proceso de retorno como jugador?

Bueno, no sé. Son temas delicados, donde no me gustaría meterme en eso de él. Así que prefiero mantenerlo tranquilo.

¿Qué metas se pone para lo que resta de la temporada?

Tratar de mantener el mismo progreso que vengo teniendo; seguir trabajando, ya que solo ahí se ven los resultados. Uno tiene ansias por subir rápido, pero hay que tratar de trabajar y mantener esas expectativas en el mínimo posible, que es algo que no me resulta fácil, pero es el enfoque principal.

¿Cree que le alcanzará el tiempo para llegar a las clasificaciones del US Open?

Puede ser que sí, puede ser que no. Hay que ir cada semana con todo y tratar de ganar. No me estoy apurando, estoy tratando de hacer las cosas bien y ahora estoy preparándome para cada campeonato que juego y sentirme lo mejor posible para enfrentar esa semana en especial y, de ahí, preparando cada una de las semanas que vengan.

¿Se pone objetivos en cuanto a ranking?

No, la verdad es que voy a seguir con la misma mentalidad de que falta mucho para volver a estar donde estuve. Esa es la meta principal, pero que tampoco es meta, porque todo este trabajo que estoy haciendo es para estar mejor de lo que estaba. Hay que meterle la mayor paciencia posible y seguir adelante.

Nicolás Jarry, en la ceremonia de premiación en Salinas.

¿Cuánto le ayuda viajar con su esposa?

Ella me está acompañando lo máximo posible y queremos aprovechar de estar juntos, disfrutarnos y apañarnos. Ayuda mucho, es totalmente diferente a estar viajando solo. Tiene muchas cosas positivas, ya que se tiene otra visión de la vida, te puedes desahogar, crecer y es un aporte muy grande.

¿Ha tomado algún curso últimamente?

No. Antes estaba con más tiempo y tenía más incertidumbre de qué iba a pasar conmigo, pero ahora ya estoy full entrenando y me estoy dedicando a eso.

Uno de los cursos que tomó fue el de Excel. ¿Los conocimientos adquiridos los ocupa para llevar sus estadísticas en el tenis?

Lo que pasa es que soy bien matemático y lo uso para cuentas. Es una muy buena herramienta.

Como tenista, ¿qué le pareció la renuncia de Christian Garin a los Juegos Olímpicos de Tokio?

Es algo personal de cada jugador, él debe tener sus razones por las cuales hizo lo que hizo. Hay varios jugadores que están haciendo lo mismo no sé por qué, pero cada uno debe tener sus motivos.

¿Se hubiera bajado en una situación similar a la de Garin?

No me puedo poner tanto en la posición de él, porque no estoy en su posición y no sé bien cuáles son las condiciones y las cosas, pero para mí los Juegos Olímpicos son un sueño de niño y daría lo que sea por asistir a los juegos más grandes que existen.

Se lo preguntaba también por las duras críticas que ha tenido que vivir él por este tema...

La verdad es que no me meto mucho en ese aspecto y trato de concentrarme en lo mío.

¿Se ve jugando la Copa Davis en septiembre?

Todavía queda un poquito. A todo el resto del equipo le está yendo muy bien, y eso es lo principal y lo que más me alegra; que tanto Christian, como Tomás (Barrios) y Alejandro (Tabilo) estén con muy buenas semanas para que todo el equipo crezca. Gonzalo (Lama) también está retomando y yo he tenido un muy buen año. Y si me llaman, estaré más que orgulloso, como siempre, de ser parte de una nueva Copa Davis.

¿Cómo tomó el hecho de no poder defender su título en el ATP 250 de Bastad, luego de que el director del torneo dijera que las invitaciones iban a ser destinadas a jugadores locales?

He estado tratando de conseguir bastantes wild cards en todo tipo de campeonatos, para tratar de avanzar y crecer, porque son tremendas oportunidades, y la mayoría no se ha podido, porque tienen otros compromisos y es entendible. A veces se puede y a veces, no, como a principios de año, cuando recibí varias invitaciones. Por suerte, ya estoy con un ranking con el que puedo hacer mis propios calendarios, algo que era una de mis primeras metas, y eso me tiene muy contento.