Nunca un Superclásico fue tan desigual. Ni en 1989, cuando la U descendió, ni en 2012, en una de las últimas crisis de Colo Colo. Hoy, los azules marchan colistas, con nueve partidos sin ganar (ocho con Arias) y un técnico que tiene sus días contados. Y al frente, un Cacique que pelea palmo a palmo con la UC el torneo. Las diferencias son siderales.

Y también los momentos institucionales. Sin ir más lejos, apenas ayer en el CDA explotó la última polémica. Y otra vez con mentiras de por medio. Otra vez con Arias y otra vez con Johnny Herrera en el ojo del huracán.

A las 11.34 de la mañana, el uruguayo le endosaba directamente la responsabilidad a Johnny por su ausencia en el Superclásico. "Accedí a su pedido de no ser citado, él piensa que puede aportar desde otra posición", estableció el charrúa en un intento por desligarse en parte de la determinación. "Que no esté citado tiene que ver con el respeto a su trayectoria y el pedido que él me hizo. Cómo no voy a querer que no esté en la cancha", añadió. A esa misma hora, el arquero y capitán estudiantil se retiraba rápidamente del CDA.

Y exactos 57 minutos más tarde, el propio arquero, consultado por este medio, desmentía a su DT. "Arias está claramente confundido. Le dije que estaba a disposición de él, que no tenía problemas en la decisión que tomara. También le comenté que estaba sorprendido porque me estaba sacando del equipo, cosa que yo no entendía ni compartía. Le comenté que estaba a disposición de él. Él me dijo: 'Si quiere no va al banco'. Le dije que no había problemas. Que Arias no invente, que no diga que no quise ir", aseguró el arquero.

Como si la U no estuviera llena de problemas, otra bomba le estallaba en la cara a 24 horas del Superclásico. Y así, que ataje De Paul o que Henríquez haya sido ratificado como titular pasaba a segundo plano.

Homenaje preparado

Y, de paso, también le restaba algo de protagonismo a Paredes, quien hoy jugará su último Superclásico en el Nacional. El anunciado retiro está a la vuelta de la esquina y cada partido lo disfruta como un niño. Sabiendo que la adrenalina del fútbol empieza a disiparse, aunque con la ansiedad de alcanzar el récord de Francisco Valdés muy latente. El delantero tiene 213 goles, Chamaco se quedó en 215, y cada día es una nueva oportunidad. La última vez que jugó ante los azules en Ñuñoa, hizo dos. La historia dirá si es que este mediodía logra repetir esa actuación.

Por lo pronto, el atacante ha vivido una semana especial. Se preparó para llegar en óptimas condiciones, alternando trabajos de gimnasio y cancha. En Macul dicen que está confiado, como otras veces cuando prometió (y cumplió) con goles. Aprovechando esa confianza, Mario Salas lo dispuso como titular.

Incluso desde la ANFP tienen preparado un homenaje, con detalles no especificados, para el delantero en caso de que imponga una nueva plusmarca. Eso aseguró ayer el gerente de ligas profesionales de la ANFP, Rodrigo Robles.

Y es que el partido mayor del fútbol chileno podría ver la última gran presentación de Paredes, tal como un boxeador espera por una última gran pelea.