Pablo Contreras: “Hasta hoy me llegan mensajes; me dicen que no hable de Colo Colo, pero no puedo caer en la bajeza de contestarles”

Pablo Contreras, durante la emisión de El diván del Kily, de El Deportivo.
Pablo Contreras, durante la emisión de El diván del Kily, de El Deportivo.

El ex zaguero central aborda la herida abierta desde su partida a Grecia, en 2012. También analiza la actuación de los juveniles albos ante Ñublense, recuerda el vínculo laboral que tuvo con Arturo Vidal y da detalles de la amistad que aún conserva con Cristiano Ronaldo.



Pablo Contreras echa a andar la memoria a propósito de la goleada que sufrió el juvenil contingente de Colo Colo que afrontó el partido ante Ñublense, y que sufrió una goleada por 5-1, y se encuentra con una experiencia similar que le permite dimensionarla. “Me tocó vivirlo. El año 1996 o 97, no recuerdo. Contra Universidad Católica, cuando en el Sifup se fue a paro. Siendo juvenil, tuve que participar en San Carlos de Apoquindo. Perdimos 4-1. Resulta complejo. Es una derrota dolorosa, pero como lo he escuchado por ahí, hay muchos jugadores para los que era su primera experiencia a nivel profesional. Me quedo mucho con las palabras del Chiqui Cordero. Me enorgullece saber que haya compañeros de profesión que se manifiesten de la forma en que lo hizo él y saber que el técnico Quinteros, naturalmente, tuvo la posibilidad de contar con estos jugadores. Ojalá no se les niegue la posibilidad de seguir participando con el plantel. Es una experiencia que no fue muy grata para ellos, pero a la larga les va a servir para ser una alternativa directa en el plantel profesional”, explica en la nueva edición de El diván del Kily, el programa de conversación de El Deportivo.

Muy lindas las palabras del Chiqui Cordero, también las reflexiones de José Pedro Fuenzalida, que también saludó a los juveniles de Colo Colo. Pero, en el sentido contrario, estuvo la manifestación de Nicolás Castillo, que se burló del resultado de las consecuencias que tuvo esta decisión que tuvieron que tomar los albos.

Sí, lindas palabras. No escuché o leí lo del Chapa, al que le tengo un aprecio tremendo. Es una grandísima persona y profesional. Fue mi compañero. Agradezco también las palabras del Chiqui. Lo del Nico, no sé. A lo mejor se salió de contexto. Él también fue juvenil, que lamentablemente no pudo jugar en Colo Colo. Ojalá se retracte de lo que haya manifestado. Es una situación compleja ser un juvenil y que te informen de un día para el otro, o a falta de una semana, de tener que participar del plantel profesional y que lamentablemente se hayan llevado una derrota tan abultada como fue. Pero esto les va a servir a los chicos para que ganen experiencia, a medida de que el cuerpo técnico de turno les de la confianza, naturalmente, para que sigan interactuando primeramente con el primer equipo. Y, en segunda instancia, por qué no ser una alternativa directa a los jugadores profesionales.

Nunca es bueno perder, pero da la sensación de que para los jugadores esto fue una derrota feliz, en el sentido de que ellos valoraron más la posibilidad que tuvieron de debutar en el primer equipo, que, justamente, el desenlace del partido. ¿Cree que en definitiva esa derrota no va a ser contraproducente para el futuro de estos jugadores?

Yo te hablo en términos personales. Para nosotros fue doloroso. Teníamos mucha gente experimentada, como el caso de Marcelo Espina, Ivo Basay, Fernando Vergara, el Coto Sierra, Marcelo Ramírez. Fue algo traumática, si te soy sincero. Más allá de la derrota, que fue bastante abultada también. Hubo chicos que demostraron que están al nivel de la categoría que merece Colo Colo. Hay una experiencia abismal entre un profesional y un juvenil, pero, uno como fanático del club, espera que esto les hayas servido, también al cuerpo técnico para saber con quién contar y de que, de aquí a futuro, que estos chicos nos vuelvan a poner, principalmente a Colo Colo, en los niveles y a la altura que realmente merece el club.

¿Cómo hay que acompañar este proceso de inserción, que en este caso fue apurado por la emergencia? En su caso, figuras como Ivo Basay, Marcelo Ramírez y Pedro Reyes le hablaron mucho. ¿Cómo tienen que acompañar los jugadores grandes a estos juveniles en este proceso de desarrollo?

Hay que acompañarlos y entender la situación que se está viviendo a nivel mundial y aquí en el país. No sé si contagios, pero fue algo extremo. Los jugadores mayores deberían entender el por qué se modificó el planteamiento que se venía realizando en una cantidad de partidos que nos hizo ilusionar hasta el día de hoy. Los mayores, en estos momentos, tendrían que apoyar a estos chicos que están recién emergiendo a nivel nacional y, ojalá en un futuro no muy lejano, a nivel internacional. Esto es una experiencia que se va adquiriendo y es de esperar que el cuerpo técnico siga contando con ellos y no por una derrota que es dolorosa para ellos, es un sin dormir. En un par de día se les va a recordar por ello. Pero, a medida que vayan cogiendo la experiencia que esto requiere, principalmente en el fútbol, que es un deporte colectivo en donde las culpabilidades no son de uno, sino de muchos durante un episodio que dura 90 minutos. Incluyendo el cuerpo técnico. Pero, en la medida de que vayan agarrando la experiencia de lo que significa representar a la institución más grande del país, van a entender que hay altos y bajos. Lo han dejado de manifiesto muchos otros jugadores de otros equipos: estuvieron a la altura independiente de la derrota. A la altura de lo que merece Colo Colo, de lo que necesita. Ojalá que puedan entender de que se puede pasar por este tipo de bajones. No es lo mismo jugar con Ñublense juvenil a con un plantel ultra conformado. La espinita te va a quedar siempre. A mí, hasta el día de hoy, me quedó, pero se puede pasar por este tipo de cosas. Felipe Núñez, Nicolás Córdova, Francisco Arrué, Manuel Neira, Héctor Tapia, Frank Lobos, Rodrigo Sanhueza y así muchos otros, pudimos y supimos sobreponernos a una situación compleja como la de representar a la institución en un momento complejo. Es súper valorable lo que hizo en esta ocasión Gustavo Quinteros y lo que pueda hacer la gente más experimentada.

Colo Colo presentó este martes a Emiliano Amor. Ya se va a poder integrar al primer equipo y participar de los partidos. Sin embargo, la presencia del argentino, pone la duda respecto a lo qué va a pasar con Daniel Gutiérrez, un formado en casa que ha tenido la posibilidad de jugar y que, aparentemente, ha ido poniendo en duda a Quinteros respecto a la decisión que debe tomar. ¿Qué haría usted en ese caso? ¿Por quién optaría? ¿Mantendría en la titularidad a Gutiérrez?

El chico Gutiérrez ha dado grandes demostraciones de lo que ha hecho Colo Colo parte de este semestre. Principalmente, por lo que se vivió la semana pasada. Claramente siempre se van a requerir competencias. Amor es un chico que tiene a lo mejor mucha más experiencia, así como con el caso de Falcón, que regresó a la titularidad contra la Universidad de Chile y ya ha dado manifiesto que es un tremendo jugador, de Selección. Gutiérrez nos ha sorprendido a todos de buena manera. Me alegra que estén saliendo jugadores como Jeyson Rojas. Yo no estoy en la cabeza de Gustavo Quinteros, pero creo que uno se va ganando su posición en la medida que va jugando naturalmente. Se va agarrando la experiencia necesaria para poder representar a la institución. Él lo ha hecho de muy buena manera y la prueba de fuego fue con la U. Se vio un chico Gutiérrez con 18 años y con una experiencia tremenda. Hay cosas por pulir como siempre, por lo que significa representar a esta institución. La experiencia se gana después, hay cosas por corregir naturalmente. Es un chico a tener en cuenta y, ojalá, darle la oportunidad de tenerlo en cancha. Él ha dado demostraciones de ser un chico que, a pesar de los 18 años que tiene, ha demostrado grandes cualidades tanto en lo técnico como en lo táctico. Y, principalmente, en lo mental.

¿Cómo evalúa el trabajo y el producto de las divisiones menores de Colo Colo? Siempre, y por sobre todo en el último tiempo, se les ha criticado respecto a la imposibilidad de sacar jugadores de gran nivel como fueron en su momento Jorge Valdivia, Arturo Vidal o Matías Fernández. Hoy, aparece Jeyson Rojas, también Gutiérrez, y de este grupo de juveniles que empieza a ganarse un espacio. Pero hay una brecha importante de una producción que no estuvo a la altura de lo que se esperaría del club.

Estuvo súper cuestionado todo eso de las divisiones inferiores y de quién las manejaba. El primer equipo, naturalmente el técnico que esté de turno, como le pasó a Mario Salas y a muchos otros, requieren de un resultado inmediato. Y Colo Colo eso es lo que busca: ser campeón en el torneo local y ser protagonista a nivel internacional, que no lo ha podido hacer lamentablemente. Pero, el hecho de que Gustavo haya conformado un plantel y que siga contando con jugadores de casa, habla muy bien del trabajo de él. Ojalá sigan emergiendo muchos más jugadores y que sean jugadores que, principalmente, puedan ser titulares en Colo Colo, que hay que ir paso a paso, y poder pertenecer a la selección nacional, que es el segundo paso. Y, después, pensar en lo que la mayoría del futbolista, principalmente sudamericano, busca, que es emigrar a Europa. Hoy están emigrando muchos a México y otras ligas. Pero me gustaría que a los jugadores se les inculque que son pertenecientes a un proyecto deportivo como es el llamado Colo Colo, que es una mina de oro. Por lo general, tiene jugadores con alta capacidad de poder representar a la institución. Pero vuelvo a repetir, en el fútbol se requiere el resultado inmediato y por lo general se confía más en la gente de experiencia. Lamentablemente, los fanáticos de Colo Colo lo pasamos muy mal como fanáticos. Este año, se había comenzado muy bien, sacando lo que aconteció el fin de semana con los juveniles, pero es digno de tenerlos en cuenta y, principalmente, seguir entregándoles la experiencia en la medida que el torneo vaya corriendo para entender de que efectivamente están haciendo las cosas de buena manera en las divisiones inferiores y que siguen existiendo, no sé si un Matías Fernández o un Jorge Valdivia, pero hay otros nombres como el caso de Rojas y Gutiérrez, que efectivamente le han dado un potencial y un valor extra a lo que está realizando Colo Colo hoy.

Una herida abierta

Mencionó un concepto súper importante, que es el del proyecto deportivo. Lo quiero encadenar con una de sus aspiraciones. Usted ha dicho que le gustaría ser el director deportivo de Colo Colo. ¿En algún momento estuvo cerca esa posibilidad? ¿Se la plantearon? ¿Se está preparando para eso?

Sí, estuve súper cerca. Yo me residí el año 2014 en España y, el año 2015, tuve reuniones con la gente de Blanco y Negro, en la cual no se llegó a un consenso por parte de ellos. De hecho, los tres nombres que se mencionaban ese año eran Marcelo Espina, que estaba en ESPN, el profe Luis María Bonini, que en paz descanse, y yo. Tres personalidades totalmente diferentes con tres estudios diferentes. Marcelo fue técnico de Colo Colo, después estaba transmitiendo. Bonini era preparador físico. Yo sí había estudiado la carrera de director deportivo, que es obligatoria en Europa. Quise especializarme allá por esa razón e interiorizarme de lo que efectivamente significa. Tuve la suerte y la oportunidad de, por intermedio de Arturo Vidal, de trabajar en Rodelindo Román. Quise hacer lo que muchos equipos, a lo mejor de Segunda o Primera División, no tienen impuesto el nombre de gerente deportivo. Más allá de lo que esté haciendo el Tati Buljubasich, que me sacó el sombrero con Universidad Católica este último tiempo. No está impuesta la gerencia deportiva, que es intermedio entre el cuerpo técnico, cuerpo dirigencial y principalmente jugadores, los cuales yo conocía porque habían sido compañeros míos hace un par de años atrás. Pero se decantaron por Óscar Meneses en ese momento, que también había hecho un grandísimo trabajo en Audax Italiano. Pero, claramente, Colo Colo es otra cosa. Uno quiere llevarlo de la mejor forma posible. Yo intenté hacerlo lo mejor que pude en Rodelindo. Sin ir más lejos, las estadísticas están ahí y Rodelindo está en Segunda División, en tres años. Por cosas personales, no pude seguir. Lo hablé con Arturo y sigo teniendo una grandísima relación con él. Ojalá Dios quiera se me de la posibilidad de poder ayudar y devolver todo lo que depositó en mí Colo Colo. Y si no es ahí, tengo las puertas o lo menos la ventana abierta, de poder ir a algún equipo a poder aportar y ayudar desde la experiencia. Y, en la medida que alguien se interese, ojalá Dios quiera, tengo mi formato de trabajo, tengo un PowerPoint en el cual puedo explicar de qué se trata mi trabajo. Ojalá se me presente esa oportunidad. Ya lo hice en Rodelind. Ojalá que tenga la posibilidad de hacerlo en un equipo de segunda o de Primera División.

¿Cuál fue el principal error de Marcelo Espina en la gestión que tuvo en el puesto en Colo Colo?

No es una culpabilidad única. Acá es generalizado. A nivel dirigencial, no se manejaron muy bien las cosas. Hay un plantel el cual no estaba acostumbrado a pelear una situación en la que estaban, como es el descenso. Y te lo digo como experiencia propia, que me tocó vivirlo también en Europa. Tengo muy buena relación con Marcelo, también con Daniel Morón. Siempre les deseo lo mejor. Son grandísimas personas, referentes de la institución. No es normal que le echemos la culpa únicamente a Espina por la situación que se vivió el año pasado. Entiendo que Marcelo quiere un montón al club, así como también lo hace Daniel. Siempre uno, como fanático de la institución, les desea lo mejor. Me hubiese gustado estar en la gerencia deportiva. No fue así y no por eso voy a esperar que les vaya mal. Para nada. Le deseo lo mejor tanto a Marcelo como Daniel, que hoy está en esa posición. Yo también soy socio de Colo Colo, entonces sería incapaz de desearle el mal al gerente deportivo de turno y mucho menos al plantel. Ni tampoco al cuerpo dirigencial ni al cuerpo técnico que hay.

A propósito de los fanáticos de Colo Colo, ellos siempre dejan entrever que hay distancia con usted por su decisión de irse a Grecia. ¿Cómo está su relación con ellos? ¿Cómo percibe que ellos entienden su figura dentro del club?

Es algo que he explicado y no hay mucho más que explicar. Yo expliqué los motivos por las cuales me fui del club. Vuelvo a reiterar: no fue por más dinero ni nada. Creo ser el único jugador que se ha pagado dos veces el pase. El dinero que yo estaba ganando en Colo Colo lo devolví. Los capitanes de turno en ese momento, que eran Ariel Ormeño, Gonzalo Fierro y Luis Mena, en conjunto con el cuerpo técnico de Omar Labruna y el director deportivo Juan Gutiérrez, me recomendaron ir a probar esta experiencia de estar en Europa, de poder jugar Champions League. Hay mucha gente que me cuestiona todo eso, principalmente porque yo era el capitán. Pero los factores a veces no ayudan a poder mantenerse en un lugar donde uno quisiera. Yo quería retirarme en Colo Colo. Sufrimos con el tema de los sismos. Mis hijos no estaban habituados a ellos, les sudaban las manos. Yo me devolví el 2012 porque perdí a mi padre el 2011. Tuve muchas complicaciones de salud de mi madre en 2012. Fue un montón de factores. De hecho, yo renuncié dos veces a Olympiacos. Yo tenía un conflicto. Jugaba en el equipo archirrival en Grecia, que es el Paok. Tenía dos complejidades tremendas, tanto con los hinchas de Colo Colo como con los del Paok y los de Olympiacos. He tenida cierta cercanía con gente de la Garra Blanca. Lo que sí puedo hacer en manifiesto es que no voy a contestar mensajes que a veces recibo en Instagram. Hasta el día de hoy me llegan, me dicen que no hable de Colo Colo. Me siento muy identificado con el club, lo quiero mucho. Me entregó todo lo que soy hoy por hoy, tanto a nivel deportivo, que lo dejo en segundo plano, pero mucho más a nivel personal. Colo Colo apostó por la parte integral, tanto conmigo como con otros muchos jugadores, y soy un eterno agradecido. Todo lo que tengo y lo que soy es gracias a la institución. Pero no puedo caer en la bajeza de tener que referirme a cada mensaje, a veces con improperios y cosas así, principalmente porque esto lo leen mis hijos y mi familia, y no puedo caer en esa bajeza de tener que contestar uno por uno cada cosa que en ese momento decidimos en conjunto. Porque no lo decidí yo en términos personales, sino que fue mi madre, que en paz descanse, fue mi familia, mis compañeros, el cuerpo técnico y la parte dirigencial. Entonces, en su momento, no quise dar más explicaciones porque era agravar la falta. Y el que lo quiera entender, bien, y el que no lo quiera entender, yo entiendo perfectamente que se manifiesten en contra mío, porque lamentablemente, detrás de una red social, yo no sé quién me está escribiendo. No sé si puede ser una chica o un chico, o alguien fanático de otro equipo. Entonces, tener que contestar cada vez que yo publico algo de Colo Colo... no voy a caer en esa tentación de tener que dar mayores explicaciones porque ya las he dado en los momentos oportunos.

Pablo Contreras, durante su último paso por Colo Colo, en 2012.
Pablo Contreras, durante su último paso por Colo Colo, en 2012. (Foto: Agenciauno)

El lío de la Segunda División

Cerremos el capítulo de Colo Colo y vamos a un tema contingente. Este lunes, se ventilaron denuncias respecto de arreglo de partidos en la Segunda División. Un tema claramente grave. ¿Usted vio en algún momento ese tipo de conductas? ¿Algún jugador le comentó haber recibido un tipo de incentivo? ¿Qué le parece que esté sucediendo esto en el fútbol chileno?

Acá, en el medio local, no me aconteció nunca. En Europa, hay equipos que son de la región, en donde pelean copas de la UEFA, Europa League, Champions, el no descender. Me tocó un caso particular en el primer equipo en que estuve en España, que fui cedido del Celta de Vigo al Osasuna, y era porque el Athletic de Bilbao estaba peleando Europa League y nosotros ya nos habíamos salvado. Efectivamente, se nos ofreció un dinero por dejarnos perder y, si te soy sincero, yo no sé dejarme perder, porque no sé qué tengo que hacer, cómo hacer un penal o un autogol. Yo desistí de ello y el técnico lo comprendió perfectamente. De hecho, me vine un día antes del partido. Entiendo, esto se viene comunicando hace bastante tiempo. No es de hoy que existan este tipo de anomalías en el fútbol, pero sinceramente desconozco lo que pudo haber sucedido hace dos años, cinco años, el año pasado o la temporada pasada. No estoy inserto en el fútbol. Son muy pocos las noticias que veo y leo, pero si te pones a analizar el hecho que te ofrezcan dinero por perder o descender, yo creo que pierde mucho más el jugador de lo que pueda ganar el equipo, la institución. No me atrevería a hacer alguna mención con respecto a ello, porque, por ejemplo, cuando se dice que “le están haciendo la cama al entrenador”, el que más pierde al final, en definitiva, es el jugador. Por la imagen, por todo lo que conlleva y por lo que la gente piensa de ti. Ahí yo discreparía de la gente que pueda pensar que alguien se quiera dejar perder por ganarse un dinero que, a lo mejor, lo puede ganar realizando una buena actuación para ir a un mejor equipo.

El futbolista, justamente, por un ingreso que es pasajero y que probablemente le sirva muy poco, pone el riesgo el futuro de su carrera y su prestigio. ¿Son las categorías menores del fútbol chileno, la Segunda División o incluso la Primera B, un campo de cultivo para este tipo de conductas?

Sin duda. Imagínate una conducta como esa, que me estén ofreciendo y yo con las aspiraciones tremendas de poder jugar en un equipo de Primera División, a dejarme perder o errar un gol, o hacer un penal como defensor, o que el portero esté comprado. O sea, claramente, por ganar un dinero extra en lo inmediato, vas a perder una posibilidad de seguir creciendo como futbolista profesional. Porque, sin ir más lejos, todo esto se sabe. En el fútbol todo se sabe. Sabes quién puede cometer un acto ilícito y no creo que algún jugador se preste como para eso. Es mi opinión. Desconozco lo que pueda pensar cualquier otro jugador que quizás podría necesitar ese dinero.

Estando en Rodelindo Román, ¿nunca escuchó de situaciones así en Tercera División o en la categoría inmediatamente superior?

Jamás. La verdad es que tuve una grata experiencia. Al final, no ibas a jugar con Rodelindo, sino que ibas a jugar con el equipo de Arturo Vidal. Nosotros jamás tuvimos una conversación con un árbitro, ni pasó que algún técnico de otro equipo se haya acercado, o comentarios externos. Tengo muy buena relación con la gente de ANFA. Pero soy un desentendido realmente de lo que estamos comentando. De que existe o no existe, desconozco, porque nunca lo viví. Pero, si es así, sería una pena porque el mayor perjudicado siempre va a ser el jugador, no así la institución.

¿Cómo fue la experiencia de tener a Arturo Vidal como jefe después de haber sido compañero de él?

Ojalá que no me escuché, pero fue fatal. No, no, no. Con Arturo sigo hablando hasta el día de hoy, tenemos una grandísima amistad. Es una gran persona y tiene una ilusión tremenda por el crecimiento de su equipo. Tuve mucha cercanía con la gente de San Joaquín, me identifiqué mucho. Fueron dos o tres años los que compartí con ellos. La verdad fue una grata experiencia. El tema es que Arturo es un chico muy intenso. Entonces, a las seis de la mañana recibía el primer mensaje y a las ocho y media ya tenía que estar funcionando. Pero la verdad es que fue una linda experiencia el poder posicionar e intentar trabajar de la forma que se utiliza mucho en Europa. Cuando yo agarré el Rodelindo, en conjunto con Mario (Cáceres) y Rodolfo (Madrid), que los felicito por el trabajo que han hecho, así como también a la gente cercana a Arturo que me dieron todas las herramientas. Yo intenté darle todas las herramientas posibles al cuerpo técnico y a los jugadores. Si erré, debo haber errado en un cinco por ciento, pero el 95% lo pude conseguir. También agradecerle a Colo Colo que nos prestaba en su momento el paño para poder entrenar, cuando se jugaba en campo natural. Fue una linda experiencia. Los chicos la verdad que se identificaron mucho conmigo. Sin ir más lejos, me voy al caso de Roberto Riveros, que venía desechado de Colo Colo, lo tuvimos en Rodelindo y está en Cobreloa, no sé si se habrá ido. O el caso de Jens Buss, que estuvo en Curicó Unido y ahora está en Antofagasta. De verdad que me siento orgulloso porque les puedo mandar un mensaje y felicitarlos porque están emprendiendo una carrera que realmente ellos desean. Era una propuesta difícil, porque cuando tú hablas de Tercera B, estás hablando de quinta división. Y que estos chicos estén jugando en Primera B y en Primera División habla claramente del buen trabajo que se hizo. El último tiempo que tuve con ellos, inclusive con la autorización de Arturo, porque yo pasaba todo por él más allá de la amistad, pedí que pudiésemos concentrar la última fecha y mandarlos en un bus prácticamente de Primera División. Tuve mucha cercanía y empatía con diferentes auspiciadores. La verdad es que se generó algo súper bonito y eso, en la medida que fue transcurriendo el tiempo, se fue mejorando. Hoy por hoy está en una mejor situación el club. Me encantaría poder volver, poder hablar con Arturo. Todo esto que se genera, a nivel de gerencia deportiva, es a través de los contactos y, obviamente de contactos, no me quedo ajeno a ello. Me encantaría trabajar en un club y llevarlo a jugar contra River Plate. Yo sigo manteniendo contacto con Marcelo Gallardo, en su momento estuvo Diego Milito trabajando en Racing. Tengo gente conocida en Boca Juniors. Siempre uno va gestionando. Creo que es lo más importante que se puede generar en esto del fútbol. En Brasil, tengo a Claudio Maldonado, un gran amigo. Hay cosas por hacer. Y sigo en contacto con la gente del Celta de Vigo, del Rayo Vallecano.

Las disculpas a Maripán y el amigo Cristiano

Le pregunto por uno en específico. ¿Sigue la carrera de Guillermo Maripán en el Monaco? ¿Él le ha pedido alguna referencia respecto a los clubes a los que ha llegado?

No. ¿Y sabes qué? Te voy a ser sincero y lo he dicho en otras ocasiones. Yo era un detractor de Guillermo en cuanto empezó su carrera futbolístico. Pero la verdad es que, el futbolista en sí, está para callar bocas. Y él lo hizo conmigo. La verdad es que me siento súper orgulloso de la carrera que él está realizando. Dije en principio que le iba a costar principalmente producto de lo que es la liga francesa, por las colonias africanas y el nivel físico. La verdad es que al principio le costó, pero se ha manifestado y se ha desenvuelto de muy buena manera, con muchos goles y eso le beneficia a la Selección principalmente. No he tenido contacto con él, no he tenido la posibilidad de, primero, ofrecerle mis disculpas, y, segundo, felicitarlo por la carrera que está realizando. Porque, en la medida de que él la realice en su equipo, naturalmente va a adquirir mucha más confianza a la hora de pertenecer a la Selección.

¿Y es muy complicado vivir en el Principado? Me refiero al tema de las tentaciones…

Imagínate lo complicado que puede ser.

¿Mucha fiesta?

La fiesta, principalmente. Viví una súper buena época. Salimos campeones en el primer año, con un grandísimo equipo. Había jugadores que recién habían sido campeones de la Copa del Mundo, como Barthez, Trezeguet, Henry, que se estaba yendo, Sabri Lamouchi. Después se generó que llegó el Muñeco Gallardo, Rafa Márquez, con quien tengo una amistad tremenda, que es prácticamente mi hermano. Fuimos campeones dos meses antes de que terminara el torneo. Fueron dos semanas bastante ajetreadas, conociendo lo que es el Principado, el castillo del príncipe. Alcancé a conocer al príncipe Ranieri, con el príncipe Alberto había una grandísima confianza. Compartimos con la princesa Estefanía, con Carolina, con los hijos, que eran chiquitos. Fue una súper linda experiencia. Ojalá que le toque vivirla a Guillermo.

Esta experiencia, seguramente, no puede contarla ningún otro chileno: haberle pagado la cuenta a Cristiano Ronaldo.

No. Más que pagarle la cuenta, con Cristiano tenía una relación como compañeros, los años 2002 y 2003. Lo pasaba a buscar, porque no tenía para pagar bencina, porque no podía manejar tampoco. Compartíamos mucho. Tengo una relación que no puedo decir que era súper estrecha, por la distancia, pero el 2015 tuvo un detalle conmigo. Estaba estudiando Dirección Deportiva y lo llamé para ver si podía ir a Valdebebas, que es donde entrena el Real Madrid. Ahí no permiten ingreso a público. Por intermedio de él pude ingresar, con mi hijo Vicente. Estuvimos charlando unos 40 minutos, me invitó a su palco, compartimos ahí. Por muy arrogante que la gente crea que es, es algo que solo lo utiliza en términos deportivos. Humanamente es una persona increíble. Sin ir más lejos, tiene un hotel en Madeira que lo dejó para la gente afectada con Covid.

Pasó por grandes clubes, le anotó al Real Madrid… ¿Quedó conforme con su carrera?

Sí, aunque me hubiese encantado haber jugado en un grande. En un Borussia Dortmund, en un Real Madrid, que no estuve muy lejano, en un Barcelona, en un Bayern Múnich. Jugué en equipos grandes, pero dentro de todo ello, más allá de la parte deportiva, me alegra mucho que mis hijos se sientan orgullosos por lo que habla la gente de mí. Mis mejores amigos los generé en las principales instituciones donde estuve y, principalmente, eran competencia mía, eran centrales. Que la gente se manifieste de buena manera en la calle es lindo. Hoy un señor me reconoció en el supermercado y me puse contento. En lo deportivo habrá gente a la que le gustaba o no, pero lo que pasa en términos personales me llena mucho más.

¿El caso Pasaportes fue lo que impidió que llegara a un grande de Europa?

Es lo más probable. Tenía 21 años. Había decidido dejar al fútbol, pero siempre di la cara. Me preocupaba lo que pudiera pasar con mi familia. No fue culpa mía. Sí me hago responsable de lo que pudo haber pasado y, naturalmente, de haber perdido una posibilidad gigante de haber seguido una carrera ascendente. Me frenó un poco. Tuve la posibilidad de ir a Racing, a los seis meses Celta se fija en mí. Si tuviese que retroceder en todo lo que realicé, me encantó mi proceso en las inferiores de Colo Colo, pasar al equipo con grandísimas figuras, con Pedro Reyes, Ivo Basay, Hugo Rubio, jugar la Copa América del 99 con Zamorano, Salas y Sierra y que se supieran mi nombre. El emigrar fue una experiencia tremenda. Si no me hubiese acontecido lo del pasaporte, quizás hubiese jugado en un club mucho más grande, pero me siento orgulloso de mi carrera y mucho más de mi parte privada.

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