Los influencers se toman las redes sociales. En ese espacio, sus intervenciones son, por lo general, aplaudidas. Mientras más atrevido o curioso sea el acto que realizan, más reconocimiento reciben. Se traduce en likes y en seguidores, a la larga, lo que más valoran, pues, consecutivamente pueden transformarse en una vía para obtener jugosas ganancias económicas.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con sus actuaciones. En este grupo, por ejemplo, figura Iñigo Martínez, defensor del Barcelona, quien se hartó del asedio de un tiktoker y lo enfrentó a la salida de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, el laboratorio de la plantilla culé. El sitio es visitado a diario por curiosos que quieren llevarse un recuerdo, que también va a dar a las redes sociales, y por creadores de contenido que suelen ir un paso más allá.

La molestia

Este domingo, el equipo azulgrana llegó a las instalaciones para realizar trabajos regenerativos, después de vencer a Las Palmas. Después de la jornada, el plantel disfrutará de días de descanso concedidos por el cuerpo técnico de Xavi.

Sin embargo, Martínez no estaba para relajos. Aburrido de las actuaciones del tiktoker, se baja de su vehículo y lo encara fuertemente. “Que sea la última vez que me llamas tonto, la última vez que me insultas, y tu amigo lo mismo”, le advierte. Y luego, minimiza cualquier atisbo de reacción del joven. “Y no vayas de chulo”, agrega. ¿Y tú, qué?”, responde el influencer, evidentemente descolocado por la actitud del futbolista.

La puerta de salida del campo de entrenamiento del Barcelona es, como suele suceder en la mayoría de los clubes de alta convocatoria, un lugar ampliamente concurrido. Al lugar suelen concurrir aficionados en busca de algún autógrafo, fotografía o recuerdo. Sin embargo, también hay quienes aprovechan la instancia para desarrollar algún tipo de negocio, como captar alguna firma para, luego, vender algún producto con el agregado correspondiente gracias a ese testimonio gráfico.

‘Estrategias’

La tensión se ha produce por las discutibles ‘estrategias’ que suelen desplegar algunos para provocar la detención de los automóviles en los que se desplazan las figuras. Algunos, por ejemplo, se paran enfrente de los vehículos o los golpean, con el afán de provocar que sus respectivos conductores se detengan y les dediquen la atención que esperan. Y otros, como en este caso, incurren derechamente en la falta de respeto, con el afán de capturar una imagen que, como en este caso, dará la vuelta al mundo.

Como la situación ocurre, en rigor, en la vía pública, el club catalán no tiene forma de ejercer control sobre los curiosos, o los molestosos, una realidad que se vive en todas las instituciones deportivas a nivel mundial.

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