El regalón se cae de la oncena

Cada técnico tiene sus regalones. Los de Reinaldo Rueda son Ángelo Sagal y Junior Fernandes. El propio DT lo dejó claro. "El fútbol contemporáneo exige otras cosas. Hoy, en sus equipos, también cumplen doble función (atacando y defendiendo), pero todo depende del rival, del partido, del momento. Son profesionales. Mientras esté acá, serán titulares", dijo la semana pasada, en su insólita conferencia de prensa.

Sin embargo, sus palabras chocan estrepitosamente con sus decisiones. Primero, porque ante Costa Rica, Sagal fue suplente y recién entró en el complemento. Y segundo, porque esta noche, cuando la Roja enfrente a Honduras, en Temuco, Fernandes estará en el banco.

Así se desprende de la última práctica, ayer en el Germán Becker, en la que el del Alanyaspor entrenó con los reservas, contrario a lo esperado tras los variados elogios del estratega.

En la intimidad de la Roja aseguran que el DT simplemente está probando gente y que quiere aprovechar la oportunidad de ver a la mayoría. También admiten que las declaraciones del cafetero y el hecho de haber sido reemplazado en el entretiempo ante los ticos le pusieron más presión al formado en Cobreloa, que no vive su mejor momento. El asunto no es menor, dado su mal historial con la Selección desde 2013, tras esa fallida bicicleta en Lima, que propició el triunfo de Perú sobre Chile, en el debut de Sampaoli hacia Brasil 2014.

Los hinchas no perdonan a Junior y el rechazo es palpable. A los abucheos que sufrió en la Sexta Región se sumaron los del domingo, cuando el campeón de América llegó al hotel Dreams de Temuco, ya que los cientos de aficionados que aguardaban al plantel transformaron al amigo de Alexis en el futbolista más resistido e impopular de la escuadra. De ahí que su estado anímico no sea el mejor.