Rueda encuentra la generación perdida

Henríquez Lichnovsky

El colombiano ha llamado a 12 jugadores de la Sub 20 que dirigió Mario Salas y que llegó a cuartos de final en el Mundial de Turquía de 2013.



El 7 de julio de 2013, la Roja Sub 20 dirigida por Mario Salas y Leonardo Zamora recibía un duro golpe: 21 jugadores veían esfumarse en un abrir y cerrar de ojos la ilusión de meter a Chile en semifinales del Mundial de Turquía. Una desatención en el tiempo agregado dejaba a los dirigidos por el Comandante eliminados en la ronda de ocho mejores del planeta a manos de Ghana.

La decepción era grande, pero al menos un país entero se aferraba a que detrás de la generación de Alexis, Vidal, Isla y Medel (la que salió tercera en 2007), venía otra que pujaría por ser el tan anhelado recambio de la Selección. Los nombres de Nicolás Castillo, Ángelo Henríquez, Igor Lichnovsky y Diego Valdés aparecían como los sustitutos lógicos. Incluso que apretarían a los que por tantos años habían defendido al combinado adulto. Sin embargo, hasta ahora nada de eso ocurrió.

La buena actuación de los chilenos en Turquía, sumado a algunas malas decisiones provocó que varios de ellos emigraran demasiado jóvenes a diversas latitudes, como Castillo al Brujas, Cristián Cuevas al Chelsea (donde no jugó), Andrés Robles al Atlético de Madrid B o Valber Huerta al Granada B. Todos terminaron haciendo el camino largo para llegar a consolidarse en Primera. Y la mayoría tuvo que retornar a Chile tempranamente. Ninguno, salvo Castillo y algunas otras citaciones esporádicas, ha logrado mantenerse en la Roja adulta.

"Se da claramente una conjunción de cosas: pese a todas sus capacidades, se toparon con una generación que jugaba desde hacía mucho tiempo, en clubes importantes, con mucha experiencia. El recambio no se iba a dar natural como ahora. Por otro lado, muchos se fueron jóvenes al extranjero y hoy es muy difícil resistirse a una oferta de afuera. Así no les fue fácil sobresalir, hasta ahora que los pilla con 24 o 25 años, muy estables. Incluso incluyendo jugadores de esa generación que no estuvieron con nosotros -como Maripán-, que hoy están siendo el recambio por la edad a la que llegaron los seleccionados de procesos anteriores", detalla Zamora, ayudante de Salas en ese Mundial. Conoce de sobra a la generación 2013.

Justamente, Reinaldo Rueda les está abriendo una nueva puerta de Pinto Durán a varios de ellos. A 12 en específico. Para los amistosos de la presente gira ante Japón y Corea del Sur nominó a cinco de los mundialistas de 2013: Igor Lichnovsky, Ángelo Henríquez, Brayan Cortés, Cristián Cuevas y Diego Valdés. A ellos se suman Diego Rubio y Lawrence Vigouroux. Ambos estuvieron en el Sudamericano que clasificó a Chile a Turquía, pero el primero se quedó fuera de la cita planetaria por lesión y el segundo fue marginado por mera decisión de Salas.

Zamora, quien por ahora está dedicado a estudiar fútbol para continuar su carrera en solitario como entrenador, da su veredicto sobre la generación 2013: "Futbolísticamente los veo preparados, están en un muy buen nivel. Tienen que demostrar que pueden seguir así, con jugadores de la talla que hay en la Selección, donde la exigencia es altísima. El trabajo de ellos estará en demostrarle a Rueda que sí son cartas válidas. Hay puestos que son claves en el recambio, como el de defensor central y el de centrodelantero, posiciones donde hacen falta números puestos".

Los siete nominados por Rueda para estos dos amistosos no son los únicos que han vuelto a coquetear con la Roja. Desde que llegó a Chile, el caleño ha incluido a otros cinco elementos del Sub 20 de 2013 en sus nóminas, ya sea para microciclos o amistosos. Ahí se cuenta a Nicolás Castillo, Valber Huerta, Felipe Mora, Claudio Baeza y Felipe Campos.

Un total de 12 de aquella generación que se llegó a dar por perdida se relacionan, por fin, con la adulta. Leo Zamora incluso cree que no es que los hombres que él dirigió en Turquía estén llegando tarde a la Selección, sino que "había un apuro tremendo por el recambio, cuando no era necesario. En ese proceso anterior había algunos jugadores de 30 años o más, donde quizás se necesitaba empezar a buscar recambio por la edad, pero no por la calidad. Una selección no es un club y tienen que jugar los mejores del momento, ya sea si tienen 35 o 19 años, debe jugar el mejor. Teniendo una columna vertebral fija, era muy difícil apurar el recambio. Ningún técnico los iba a sacar porque sí. Ahora es el momento, no antes".

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