Rueda sigue

RUEDA

Con una calma pasmosa durante el duelo, el DT cumple la meta mínima de la ANFP. Ni siquiera el empate parcial de Ecuador y las dudas defensivas alteraron su seguridad.



Chile venció con mucho trabajo a Ecuador y se metió en los cuartos de final de Copa América. Con esto, Reinaldo Rueda se aseguró continuar en la banca de la Roja, la meta mínima que el directorio de la ANFP había fijado para no cortar su proceso. Los malos resultados en los amistosos habían provocado la alarma en Quilín. Alarma que, por cierto, comienza a disiparse. Al menos momentáneamente.

El tránsito para conseguir el triunfo ante el Tri y con ello seguir hasta el final de las Eliminatorias a Qatar con Chile, eso sí, tuvo un pasar plagado de diversas emociones.

Como siempre, el técnico comenzó tranquilo. Con las manos en las caderas y sin salirse del área delimitada, observaba calmo el trámite. Así festejó el tanto del Chapa; apenas regaló un breve aplauso. Mucho más efusivos estaban sus colaboradores, que lo abrazaron con fuerza. También el cuerpo médico. Orlando Caicedo, el sanador pránico del grupo, se unió a la fiesta, a paso lento.

El DT no varió, pese al gol a favor y el primer jugador con el que conversó fue Beausejour. Rueda se inquietó con la defensa. Poco a poco, Ecuador comenzó a ganar los duelos individuales. Chile le dejó espacios a Enner Valencia. Rei lo advirtió y le gritó a Medel que se acerque, que achique la distancia con Maripán para encerrar al 13 ecuatoriano. Las indicaciones luego fueron hacia Vargas. Iban 18 minutos.

Chile atacaba. Edu se acercaba al área, pero el ataque se diluía. Rueda agitó los brazos. Así se pasó la noche, con las manos en la cintura y una que otra vez en la cabeza. Hasta el penal de Arias.

No lo podía creer. Con los brazos cruzados, pero después de unos segundos se los llevó a las caderas. Un regalo del portero.

"Tuvimos la fortuna de abrir el marcador, pero nos faltó inteligencia para poder sostener el juego. Nos faltó control mental", diría después del encuentro. Tras el gol de Enner Valencia, Rueda aplaudió brevemente para dar ánimo. El bicampéon no reaccionaba. Ecuador seguía controlando la pelota y eso le inquietó. Con las palmas abiertas y los brazos extendidos pareció pedirle una explicación a Redín. Corría el minuto 30 y estaba preocupado.

Inquieto por la pérdida del control, se acercó al banco para hablarle a sus colaboradores. Cuando se le vio más activo es en el instante en que el árbitro recurre al VAR por una posible falta del meta chileno. Van 41 minutos y Medel se acerca a hablarle. Luego llamó otra vez a Bose. Estaba molesto. Abrió los brazos en gesto de desaprobación. No le gustaba el funcionamiento.

A la charla se sumó Vidal y también Redín. Ambos abrieron los brazos. Buscaban una solución. Había que recuperar el orden.

El DT no estaba contento. Miraba el reloj y tomaba un sorbo largo de agua. Se cumplían los 45'. Dejó la botella en el césped y la pateó suavemente. "Quizás no hicimos un gran partido, pero sabíamos que era definitivo, más por el resultado entre Uruguay y Japón. Por pasajes los jugadores hicieron lo que saben, pero faltó redondearlo", agregaría tras el cotejo.

Lo primero que hizo en el segundo tiempo fue activar su cronómetro. Se vio algo más movedizo. Como en la primera fracción, la alegría llegó pronto con el gol de Alexis. Fiesta en la banca nacional, pero él se mantuvo calmo. Un aplauso extendido alcanzó de sobra.

De esta forma vivió el caleño el triunfo que clasifica a Chile a cuartos y asegura su permanencia en la banca. Con una tranquilidad llamativa, de principio a fin.

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