Salah se va entre lágrimas

Para Mohamed Salah, la final de la Champions entre el Liverpool y el Real Madrid tenía que ser el partido de la consagración después de los 44 goles que marcó en la mejor temporada de su carrera. El que valía el sacrificio de interrumpir el ayuno de Radamán para llegar en condiciones óptimas al partido.

Pero terminó siendo una jornada fatídica para el egipcio. Un choque con el central madridista Sergio Ramos, en tres cuartos de cancha, terminó con su ilusión. En los 25', salía de la cancha ante las disculpas del capitán merengue, quien le aseguraba que no había tenido intención de lastimarlo más allá de los cuestionamientos que ya surgían. El juez Milorad Mazic ni siquiera sancionó falta. Ramos fue el primero en acercársele, pidió la asistencia médica y, luego, estrechó al desconsolado Salah en un abrazo.

El delantero se habría dislocado el hombro izquierdo, un diagnóstico lapidario. Pero en Egipto son optimistas: el Ministro de Juventud y Deportes comunicó que Salah necesitará dos semanas de recuperación y que estará en la nómina final del país africano.

Así, y de acuerdo a estas informaciones preliminares aunque oficiales, Egipto podrá contar con su estrella en la Copa del Mundo. Salah volverá a Inglaterra a iniciar su tratamiento, para luego viajar a Italia a reunirse con su selección. Egipto no pierde la esperanza.