El uno a uno de Chile: el triunfo no maquilla una discreta actuación colectiva

CHILE

La Roja se impuso a México, pero completó una baja actuación. Nicolás Castillo aprovechó un rebote para marcar el desequilibrio en el último minuto del encuentro.



B. Cortés: No sufrió mayormente. Respondió bien cortando centros y contuvo de gran manera un mano a mano en el primer lapso. No fue exigido en el segundo. Positivo estreno en el equipo nacional para el joven arquero.

M. Isla: Con aciertos y virtudes, fue uno de los más destacados de Chile. Alternativa constante de descarga por la banda derecha, pasó con frecuencia y se sumó con confianza a la ofensiva. En la primera parte desperdició la ocasión más clara del equipo. No bajó su ritmo en el complemento.

E. Roco: Irregular encuentro. Tuvo problemas en las coberturas y en los retrocesos, aunque tuvo un par de buenas intervenciones para cerrar jugadas de peligro. Sufrió con la movilidad de los hombres de ataque de México.

G. Maripán: Bajo encuentro del central. Concedió licencias y regaló espacios. No estuvo aplicado en los mano a mano, donde fue superado constantemente, y equivocó muchas veces el camino en la salida. Abusó de los pelotazos y no fue aporte en el juego aéreo ofensivo.

A. Parot: Reprobó en su estreno. Excesivamente nervioso, errático y falto de confianza. No se sumó al ataque y sufrió en demasía para contener a cualquiera que se dispusiera a encararlo por su sector. A raíz de sus complicaciones en la marca, abusó del juego brusco. Salió en el entretiempo.

G. Medel: Despliegue y sacrificio, pero poco juego. Ya no tiene el dinamismo que requiere el equipo y su aporte es escaso a la hora de tener el balón y generar opciones de riesgo.

A. Vidal: El alma del equipo. Corrió como pocos y apareció en cada sector de la cancha, como es habitual. No logró contagiar con su entusiasmo al resto de sus compañeros.

Á. Sagal: Sigue sin justificar todas las opciones que le ha dado Rueda. Timorato y contenido en exceso. Con pocos recursos para ofrecer algo más. Intrascendente como cada vez que ha defendido a la Roja.

D. Valdés: Movedizo, aunque poco participativo. Intentó manejar el balón a ratos, pero no exhibió la claridad que muestra habitualmente en el Morelia. Intrascendente.

J. Fernandes: El más bajo de Chile. Un cúmulo de malas decisiones e intentos fallidos en todas las facetas del juego. Corrió la banda para ayudar en la recuperación, pero su aporte fue nulo en ofensiva. Sus errores se hicieron incontables a medida que avanzaba el juego.

A. Sánchez: Era, nominalmente, el hombre de área del equipo, aunque solo se quedó en el papel. Se movió en todo el frente del ataque e incluso retrocedió muchos metros para intentar ayudar en la generación. Tuvo buenas, malas y muy malas. Discreta presentación para las expectativas que genera.

E. Mena: Su ingreso equilibró la defensa chilena y le dio al equipo mayor profundidad por el sector izquierdo. Mejoró en relación a lo que exhibió en Perú.

E. Pulgar: Su inclusión le dio mayor dominio en la zona media al cuadro nacional. Administró la pelota con criterio y, tal como en Italia, pisó las dos áreas. Encaró con valentía y con eso marcó diferencias. Aportó el dinamismo y la movilidad que no había tenido el equipo en todo el encuentro.

P. Díaz: Exhibió su motivación en los últimos minutos. Se ubicó sobre el sector derecho, propiciando el descuelgue de Isla. Estuvo aplicado en la marca y se impuso con solvencia en los mano a mano.

N. Castilllo: Jugó los últimos instantes del encuentro. Fue irrelevante hasta el último minuto, cuando aprovechó un rebote del arquero ante un remate de él mismo para anotar el único gol del encuentro.

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