A Everton, la victoria por la cuenta mínima que obtuvo el martes en Venezuela no le alcanzó para seguir en carrera en la Copa Sudamericana. El 0-1 que consiguió en Barquisimeto selló su eliminación y permitió que un elenco de Venezuela venciera en llaves de eliminación directa por primera vez, en decenas de competiciones de Conmebol, a un similar chileno. Con la victoria sólo maquilló un derrotero a estas alturas impresentable: de los últimos 19 partidos internacionales, los clubes chilenos sólo han sido capaces de obtener dos victorias. Pero, a la larga, el global liquida a los viñamarinos.

En la misma Sudamericana, tras el título de la U en 2011, todo se vino abajo. Porque hasta ahí los clubes chilenos tenían superioridad ante los brasileños, paraguayos (quizás con quien más se nota la debacle) y uruguayos. Empatados se estaba con Colombia, Ecuador y Perú. Y abajo con Argentina y Brasil. Luego del título del equipo de Sampaoli, Chile sólo está sobre Ecuador y Perú, se iguala con Bolivia y Venezuela y se está abajo de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay y Uruguay.

La mayor responsabilidad de los constantes fracasos internacionales recae, según la mayoría de los 20 especialistas consultados por La Tercera, en los dirigentes. Son ellos los encargados de definir las políticas deportivas de los clubes. "Dejamos envejecer demasiado la competencia chilena y eso, a nivel internacional, se paga. Dejamos de tener jugadores juniors y pasamos a tener seniors. Acá no hay defensas jóvenes que puedan complicar a Paredes o Pinilla. Afuera, sí. Ahí comienza a marcarse una diferencia", apunta Harold Mayne Nicholls, expresidente de la ANFP.

En la misma línea se pronuncian los mundialistas de 1962 Sergio Navarro y Humberto Cruz. "Los dirigentes no han estado a la altura a la hora de los fichajes. Para competir fuera se requiere de buenos jugadores y ya no llegan. Yo le buscaría como explicación la relación que algunos de ellos tienen con los empresarios. Al final, traen al que les conviene más, pero importa poco lo deportivo", dice el entonces capitán de la Roja. El Chita agrega otra razón: "La búsqueda permanente de técnicos y jugadores extranjeros impide el adecuado desarrollo de los futbolistas nacionales".

Erick Guerrero, extécnico de Iquique, también apunta a los regentes. "También somos responsables nosotros, pero ellos no quieren invertir, especialmente en la formación de jugadores", aduce. Mientras, José Yuraszeck, expresidente de Azul Azul apunta a la ANFP "por sostener campeonatos cortos que impiden formar planteles estables. En poco tiempo se va a notar la diferencia por volver a torneos largos". El histórico goleador de la Roja Carlos Caszely también es categórico: "La culpa es de las sociedades anónimas".

Elías Figueroa, otro emblema de la Selección, culpa a los jugadores en mayor proporción. "Son los que deciden dentro del campo. Y después, los técnicos, que son los encargados de darles un orden", apunta.

Otros, como Mario Rodríguez, timonel de la UdeC, o Cesare Rossi, mandamás de Iquique, prefieren repartir el fracaso. "Lo primero es una cuestión de recursos. Después, tenemos el tema de las inferiores. Definitivamente hay que iniciar un trabajo serio y realmente productivo con ellas. De ahí proviene el fracaso. Desde la Sub 17 en adelante", sentencia el penquista. "Chile se ha quedado respecto de otras competencias como las de Ecuador o Paraguay. Ya no hay un jugador de clase que venga a nuestra liga", cierra el nortino Rossi.