Don Francisco: El gran jefe antes del desafío 40

La Teletón 2018 tiene una nueva canción. O más bien, una nueva vieja canción. Así al menos se escuchó ayer por la tarde en una de las reuniones de pauta encabezadas por Don Francisco para preparar el maratónico programa que parte esta noche a las 22.00 horas.

Acompañado por el productor musical Leo García en una de las salas del Teatro Teletón, Mario Kreutzberger toma un papel con la letra y canta: "Vaaaaamos, vaaamos chileenos/ que esta noche/lo vamos a lograr". Es la clásica arenga vinculada desde hace casi 20 años con la cruzada. Pero luego cambia de ritmo y asoman otros versos: "Chile se compromete otra vez/ con alma y emoción/ Son los 40 años que hoy/ cumple la Teletón".

De seguro esa última frase se escuchará hoy y mañana en los canales nacionales, en alusión a las cuatro décadas que alcanza la iniciativa, efeméride que cruzará gran parte de su actual versión. "Esto es como un partido de fútbol: puedes prepararlo por varias semanas y tienes toda la tecnología y la gente a tu disposición, sólo que aquí no hay empate: o se gana o se pierde", dice el animador, mientras sigue ensayando el jingle.

En esas mismas horas, repasó el guión de la transmisión televisiva en el escenario del teatro junto a los animadores de los diversos canales y minutos después se paseó por las oficinas del recinto para conversar con los colaboradores de la Fundación, quitarse el maquillaje y participar de la enésima reunión de la semana, esta vez para observar otra vez el libreto y los detalles del cierre de mañana en el Estadio Nacional, el punto cúlmine de la velada solidaria.

"Cuando partimos hace 40 años había solo tres canales y con eso hacíamos todo. Ahora hay que estar en todo. La Teletón es Chile y se tiene que adaptar a Chile", dice, mientras enumera las innovaciones del evento: desde la eliminación de la Vedetón, al debut del stand up comedy y la Gamertón, segmento de mañana dedicado al público joven y los videojuegos. Además, adelanta que durante la transmisión habrá una sorpresa con hologramas, para tributar a figuras de la TV ya fallecidas.