Fotografía por: MARCO BERTORELLO.

La traición familiar que remece las inversiones de Arturo Vidal: el “Rey” lleva a tribunales a su primo y hombre de confianza

El seleccionado nacional hizo una presentación el pasado 21 de abril en que acusa a Carlos Albornoz Pardo de los delitos de administración desleal y contrato simulado. Los daños enumerados en la querella de 18 páginas se valoran en torno a los cinco millones de dólares, e incluyen traspasos de bienes que el volante asegura jamás haber visado, y cuantiosas peticiones de créditos donde el futbolista aparece como aval.


“Rata inmunda/

Animal rastrero/

Escoria de la vida/

Adefesio mal hecho”

Así versa la primera estrofa de la popular canción Rata de dos patas, de la cantautora mexicana Paquita la del Barrio. Es un tema clásico en el cancionero latinoamericano y uno de los “caballitos de batalla” en los karaokes del continente, justamente porque habla de rupturas dolorosas y traiciones profundas.

Dos días después de que Chile perdiera 4 a 0 contra Brasil -y con ello quedara al borde de la eliminación del mundial de Qatar 2022-, ése fue el tema que Arturo Vidal eligió para musicalizar una historia en su cuenta de Instagram, el 26 de marzo pasado. La publicación, que llegó a los 16,9 millones de seguidores del futbolista y generó curiosidad, era la fotografía de un hombre sentado en una silla. Pero no era posible conocer su rostro, porque el seleccionado lo cubrió con un gran emoticón de un ratón.

De inmediato, las especulaciones en los medios deportivos y en las redes se activaron. Varios teorizaron que la agresiva publicación estaba dirigida contra el argentino Darío Herrera, árbitro del encuentro recién disputado con Brasil.

Pero la trama era aún más misteriosa. Días antes, Vidal había publicado otra historia en Instagram. En ella, sólo se podía leer las siglas V.P., C.P. y M.P., cada una de ellas acompañadas a su lado con el mismo “emoji” de un ratón que el seleccionado utilizaría después sobre la foto, y musicalizado con la mítica Rata de dos patas.

La duda sobre a quién apuntaban los ataques quedó instalada. Pero un simple comentario de un usuario en Twitter daba una pista del objetivo del jugador del Inter de Milán. “Jajaja, Arturo Vidal, jajaja, un peligro en Instagram, tratando de rata al que consideraba un padre y que le veía los negocios acá en Chile jajaja”, se lee en el tuit.

Lo cierto es que la publicación del “Rey Arturo” ocultaba una herida vinculada a engaños y traiciones de familiares muy cercanos, a quienes Vidal les había entregado poderes absolutos para que controlaran sus inversiones en Chile.

Esa herida era tan profunda que encomendó a sus abogados presentar una detallada querella contra uno de sus primos y contra quien resulte responsable por los delitos de administración desleal y celebración de contrato simulado. De hecho, fue ingresada el 21 de abril pasado en el 7º Juzgado de Garantía de Santiago por los abogados Carlos Berríos y Cristóbal Basaure.

El futbolista, por tanto, tenía presente que había activado una bomba en su círculo más íntimo.

La mano derecha del Rey

El acusado era el primo de Vidal, Carlos Albornoz Pardo, un familiar “muy querido”, vinculado a la mamá de Arturo Vidal, Jacqueline Pardo, a quien el deportista siempre ha nombrado como “tío” por el rol que cumplió en su infancia y en el inicio de su carrera.

Años atrás, Albornoz Pardo años fue bautizado por la prensa como el “cerebro” detrás de las inversiones millonarias del deportista. El psicólogo, magíster en Negocios y académico administra propiedades y proyectos que sólo en 2014, cuando decidieron crear la sociedad Inversiones Vidal SpA, eran valorados en más de US$ 10 millones.

Prácticamente, Albornoz era su mano derecha en los temas comerciales. Por lo menos, así lo describía el Rey Arturo en entrevistas sobre sus proyectos y visiones económicas. De esa forma, al menos, quedó plasmado en un reportaje de Revista Capital de 2015, denominado “El otro reino de Vidal”. Allí se le preguntó cómo decidió nominarlo como su hombre de confianza.

“La relación profesional con mi tío Carlos surgió gradualmente”, respondía Vidal en ese entonces. “Me gusta trabajar con gente que estuvo conmigo antes del éxito en el fútbol. Los equipos de personas que me apoyan los dirige gente que me conoció y apoyó antes de jugar en Europa. Hace cuatro años hice la primera inversión, pero desde 2009 que hablaba con mi tío para explorar en qué podíamos invertir en Chile. Primero fue una casa, luego dos, más tarde el club Chicureo y así”.

Lo cierto es que el ex jugador del Barcelona hoy no piensa lo mismo. Esa férrea confianza se acabó. Traspaso de propiedades, solicitudes de préstamos, deudas millonarias y múltiples demandas civiles a los negocios en Chile, dan cuenta de esta trama que quedó expresada en la querella, de 18 páginas y a la cual tuvo acceso la Unidad de Investigación y Datos de La Tercera.

“Nada de esto consta documentado, ni mucho menos fue informado a nuestro representado, disponiendo durante todos estos años el señor Carlos Albornoz de la sociedad y su composición a su antojo, sin informar ni rendir cuentas a nadie, especialmente al accionista mayoritario, don Arturo Erasmo Vidal Pardo”, reseña el documento.

El reino de los negocios

Leverkusen, Alemania. Ese fue el primer destino que tuvo Arturo Vidal en 2007, cuando fue vendido por Colo-Colo al Bayern Leverkusen por US$ 10 millones. En ese momento, Vidal tenía sólo 20 años y la transferencia sería el inicio de una larga carrera internacional que, salvo los partidos de la Selección Chilena, lo alejaría físicamente del país hasta hoy.

Ante su ausencia, necesitaba a alguien que lo representara en Chile cuando fuera necesario. Por ello, el volante firmó el año 2009 un mandato general a su amigo Carlos Aliaga Gárate, hoy presidente del club de fútbol Rodelindo Román, con amplios poderes y facultades.

Pero no fue hasta fines de 2013 en que Vidal profundizó sus aventuras en el mundo de los negocios. En ese momento, el seleccionado chileno vivía días de gloria en la Juventus de Italia. En la temporada 2012-2013 había sido elegido el mejor jugador de la Serie A y ya había conseguido cuatro títulos con su club.

En Chile, y representado por Aliaga Gárate, el 7 de noviembre de 2013 Vidal y su primo Carlos Albornoz Pardo constituyeron la sociedad Inversiones Vidal SpA, que años más tarde cambiaría su nombre a Inversiones Vidal II SpA. La compañía se dedicaría a la inversión en todo tipo de bienes “y la obtención de rentas por medio de la explotación de las mismas”.

Los roles quedaron claros: Arturo Vidal quedó con un 99% de la propiedad y su primo con sólo un 1% de los derechos sociales. Pese a ello, Arturo eligió a Albornoz Pardo como Administrador y Gerente General de la entidad.

De acuerdo con la querella, Vidal tomó esa decisión “dada la confianza que existía entre los accionistas en virtud de su vínculo familiar, y en especial atención al hecho de que nuestro representado se encuentra la mayor parte del tiempo fuera del país debido a su profesión”.

Los dineros para echar a andar la sociedad provenían íntegramente del bolsillo del “Rey Arturo”, “con el objeto de que ésta pudiese concretar distintas oportunidades de negocio que el señor Carlos Albornoz, en su calidad de administrador, le proponía”, se lee en la acción judicial.

Fue con esos fondos que entre julio y noviembre de 2014, Inversiones Vidal SpA adquirió tres terrenos en el sector de Chicureo en la comuna de Colina, denominados Lote 1 y 2, Parcela N° 21 y Parcela N° 22 por un total de $ 1.830 millones, en los que se haría realidad uno de los sueños de Vidal, tener su propio club deportivo. Se llamaría Club Chicureo y tendría piscinas temperadas, salas de acondicionamiento físico y canchas de tenis.

“Compramos a la mitad del precio de tasación oficial del banco. Son dos hectáreas a orilla de carretera, a 20 minutos de Santiago, 20 minutos de Vitacura y 20 minutos del aeropuerto. Compramos, además, en el sector con mayor proyección de Santiago (…) Estoy haciendo negocios mientras estoy vigente”, dijo el futbolista a Revista Capital en 2015.

El futuro del proyecto era auspicioso. Tanto así, que el mismo 2014 Carlos Albornoz decidió hacer parte del negocio a su hermano y también primo del ex jugador de la Juventus, Víctor Albornoz Pardo, otra de las figuras del entorno familiar que era cercana al futbolista, “lo que se concretaría mediante la venta de acciones de propiedad de Vidal”, señala la querella.

Es en este punto donde el seleccionado nacional acusa que se produjeron las primeras acciones sospechosas, de las cuales dice haberse enterado años más tarde. “En circunstancias que desconocemos, el señor Arturo Vidal no sólo vendió parte de sus acciones al señor Víctor Albornoz, sino que también tuvo que traspasar parte de su participación en la sociedad al señor Carlos Albornoz. De esta manera, pasó de tener un 99% de participación en la sociedad, a un 60%, distribuyéndose el 40% restante entre el señor Carlos Albornoz y Víctor Albornoz, en partes iguales”, denuncia en el texto.

Los movimientos sospechosos

Dos canchas de tenis y un arriendo que dejó de ser depositado en la cuenta corriente de una de sus empresas. Esa fue la primera hebra con la que, según sus abogados, Arturo Vidal se enteró de que algo estaba fuera de lugar con parte de sus inversiones en Chile.

Al tratar de averiguar el por qué, el futbolista descubrió una trama que significaría el inicio de un profundo quiebre en la relación con una de las personas en las que más confiaba en su familia, su primo Carlos Albornoz Pardo.

El 2020 fue un año de cambios para Arturo Vidal. A esa altura de su carrera ya había jugado en el Bayern Leverkusen de Alemania, la Juventus de Italia y en el Barcelona de España, donde arribó en 2018.

Su capítulo en el Barcelona terminaría en agosto de 2020, cuando se le comunicó que no estaba en los planes del club para la siguiente temporada. En medio de esas definiciones sobre el futuro de su carrera, en Chile, Albornoz Pardo tomó algunas decisiones financieras que hoy Vidal desconoce y califica como delitos que afectaron su patrimonio y el de sus empresas.

“Sin expresión de causa ni razón de negocios alguna”, según se afirma en la querella, el 25 de junio de 2020 el primo del seleccionado chileno, en representación de Inversiones Vidal II SpA, se transfirió para sí mismo la parcela N°21, en la que están ubicadas las canchas de tenis del Club Chicureo.

La transacción, que en los registros oficiales figura como una compraventa, tuvo un valor de 7000 UF, unos $ 200 millones a la fecha. “Por si fuera poco, dicha suma de dinero jamás ingresó a la sociedad, lo cual se verá reflejado en los Balances y Estados Financieros reales de la compañía”, acusa el mediocampista. Como efecto inmediato, los ingresos mensuales por el arriendo de las canchas de tenis con una empresa relacionada, ahora ingresarían a las cuentas del mismo Albornoz

Pero las sorpresas no culminarían ahí. Indagando en la información contable de la sociedad, Vidal descubrió “cuantiosos préstamos”, solicitados por Inversiones Vidal II SpA a la banca por más de $ 4 mil millones, entre enero de 2020 y diciembre de 2021, en los que él figura como aval personal en caso de no pago.

Nuevamente, el “Rey” dice no haber sido consultado ni informado sobre estos créditos, ni menos aún, de que su destino no sería la compañía mediante la que desarrollaba su proyecto deportivo.

“Lamentablemente, según se acreditará en la etapa procesal pertinente, el dinero proveniente de los préstamos solicitados por don Carlos Albornoz en representación de la sociedad jamás ingresaron a esta última, es más, estos fueron destinados al financiamiento de otra empresa, a saber, la sociedad Manufacturas de Productos de Aluminio y otros Limitada”, se lee en la querella presentada ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.

¿A quién pertenece la empresa que habría recibido el dinero de los millonarios préstamos? Hasta julio de 2018, entre sus socios estaba el mismo Carlos Albornoz Pardo. Hoy, el único dueño de Manufacturas de Productos de Aluminios es Víctor Albornoz Pardo, el otro primo del deportista.

La crisis en “Área 23″

Cotizaciones impagas, demandas laborales y hasta una cuenta de luz impaga. Una realidad que han vivido centenas de empresas durante los últimos años, pero que sería difícil de imaginar para alguno de los negocios del multimillonario Arturo Vidal.

“Lo primero fueron inversiones financieras que dejé en manos de expertos, ahí me asesoré por futbolistas mayores que me dieron un par de nombres y bancos de inversión serios en Europa y Estados Unidos. Luego decidí invertir en propiedades, aprendí que hay que diversificar en distintos tipos de inversiones, financieras, propiedades, y también en la economía real”. Esa visión de sus negocios que en 2015 transmitió Arturo Vidal en entrevista con la revista Capital ya había comenzado a ser dibujada un año antes. Inversiones Vidal SpA fue la matriz mediante la cual se concretaron otros negocios y se crearon nuevas sociedades.

De esa forma, el mismo 2014 el deportista creó la compañía Área 23 SpA. Como era costumbre, confió en su primo Carlos Albornoz las funciones de administración y poderes sobre el negocio.

En la arquitectura de inversiones del mediocampista, Área 23 pasó a administrar Club Chicureo, el proyecto deportivo construido en la comuna de Colina. En concreto y en un esquema entre empresas relacionadas, esta nueva sociedad de Vidal es la que contrata a los trabajadores del club y paga por el arriendo de los terrenos e instalaciones a Inversiones Vidal SpA.

Es en este punto de la historia donde surge el nombre de un tercer involucrado: el ingeniero comercial Marcelo Henríquez Pardo. En la acción judicial, Vidal apunta a que Marcelo Henríquez “asumió de facto funciones de dirección del Club, sin estar contratado por la sociedad Área 23 SpA”.

“El señor Henríquez Pardo comenzó a impartir órdenes e instrucciones a los trabajadores, que, según el relato de los mismos, siempre fue ‘en un tono déspota y agresivo’”, expresa la querella.

Para el centrocampista, la intervención de Henríquez Pardo se dedujo en una mala administración del Club Chicureo, con 12 demandas laborales en contra de dicha sociedad, “9 de las cuales corresponden a cobranza judicial por no pago de cotizaciones previsionales”, y demoras de hasta dos meses en el pago de los sueldos. “Los espacios de los trabajadores están en la precariedad absoluta, sin contar siquiera con uniformes de trabajo”, detalla la acción judicial.

También se denuncia que las dependencias del club están deterioradas y que por ejemplo, no se ha hecho mantención a los equipos de aire acondicionado ni de la piscina temperada. Incluso, se registra una cuenta impaga de electricidad por casi $4 millones.

Finalmente, Arturo Vidal dice haber descubierto en las cuentas de Área 23 algo que ya le era conocido. Esta empresa también registra operaciones de crédito y préstamo con la banca, esta vez por cerca de $ 94 millones, “financiamiento que, nuevamente, no ingresó a la sociedad”, asegura el futbolista en la querella.

Pese a numerosos intentos, Marcelo Henríquez Pardo no pudo ser ubicado para obtener su respuesta a las acusaciones.

Éste es el entorno de las instalaciones del Club Chicureo, ubicado a un costado de la Autopista Los Libertadores. / Foto: Pedro Rodríguez

La respuesta del primo de Vidal: “No me han notificado nada”

-Aló, buenas tardes, ¿se encontrará el señor Carlos Albornoz Pardo?

-¿Con quién hablo?... Sí, ¿con quién?

-Queríamos saber si estaba al tanto de una querella de Arturo Vidal en su contra por los supuestos delitos de administración desleal y simulación de contratos…

-No, no estaba al tanto. Primera vez que me entero.

La ofensiva judicial del ex jugador de Colo-Colo está recién comenzando. A tal punto llega la ruptura en las confianzas con su primo, que el futbolista solicitó prestar declaración en calidad de víctima frente a la Brigada de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones para esclarecer los hechos.

Entre las diligencias que pide en el escrito ingresado el 21 de abril pasado, Vidal requiere que se cite a declarar como imputado a su primo Carlos Albornoz Pardo y como testigo, entre otros, a su hermana Ámbar Vidal, con quien también mantiene negocios inmobiliarios y hoteleros.

El “Rey Arturo” no cuantifica el total del dinero que habría perdido por las acciones de sus familiares, pero la sola suma de los diversos hechos narrados permiten calcular un perjuicio de al menos $4.300 millones, es decir, casi cinco millones de dólares. Por ello, pide que se haga un peritaje contable a las empresas Inversiones Vidal II SpA y Área 23 SpA.

“La información contable y financiera ha sido maliciosamente manipulada para ocultar los egresos de los dineros que ingresaron por los préstamos adquiridos (...) ambas sociedades se encuentran con pérdidas hace varios años, lo que deja al descubierto que la administración ni siquiera ha sido capaz de generar utilidades en un año”, concluye el jugador.

La Unidad de Investigación y Datos de La Tercera se comunicó telefónicamente con el querellado Carlos Albornoz Pardo este martes 3 de mayo por la tarde. En la conversación, se mostró sorprendido y aseguró desconocer que su primo se había querellado en su contra.

-Arturo Vidal lo acusa de haber traspasado a su nombre un terreno en Chicureo, la parcela 21 y las canchas de tenis. También hace una serie de afirmaciones sobre la sociedad Área 23, por préstamos que se habrían realizado en ambas sociedades donde se habría dejado a Arturo Vidal como aval y que esos dineros habrían llegado a otra empresa en la que usted está con su hermano Víctor…

-No, sabes que no estoy al tanto. Tienes que llamarme mañana, déjame averiguar un poquito y te cuento. A mí no me han notificado nada al respecto, y llámame mañana.

-¿Sabía si había diferencias o problemas en la administración de estas sociedades?

-La primera noticia que tengo. Es que siempre, siempre hay tema ahí con Arturo, pero de lo que tú me estás contando me estoy enterando ahora. No me he notificado de nada de lo que me estás diciendo.

-¿Había antecedentes de diferencias o de mala relación entre ustedes?

-Más bien con Rodelindo (Román) -el club de fútbol que Vidal tiene en San Joaquín-... Mándamelo y lo hablamos mañana. Justo me pillaste en una comida.

Hoy, antes del cierre de esta edición, volvimos a comunicarnos con Carlos Albornoz, pero se excusó de hablar por el momento.

“No me da el tiempo de revisar el tema, por ahora prefiero no hablar”, señaló por mensaje.

También la Unidad de Investigación y Datos de La Tercera solicitó una respuesta a Víctor Albornoz Pardo sobre las acusaciones de Vidal que lo mencionan.

“Yo nunca he estado involucrado en ninguna cosa periodística y no me interesa. De hecho ni sé de la querella, no tengo idea de la querella. Yo no necesito hacer descargos de nada, desconozco todo lo que me está diciendo”, respondió escuetamente.

Revisa acá la querella presentada por Arturo Vidal en contra de su primo:

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