La crisis migratoria en el norte de Chile tensó esta semana las relaciones diplomáticas entre Santiago y Lima. Esto, luego de que unos 150 migrantes sin documentación, que en su mayoría son venezolanos, se apostaran a un lado de la carretera Panamericana, entre los complejos fronterizos de Chacalluta, en Arica, y Santa Rosa, en Tacna, por la Línea de la Concordia, rodeados de cordones policiales chilenos y peruanos que impiden su paso a uno u otro país. Esta situación llevó al gobierno de Dina Boluarte a decretar estado de emergencia en las zonas fronterizas, y enviar el viernes a 300 militares para que se desplegaran en el límite con Chile.

La situación escaló cuando el alcalde de Tacna, Pascual Güisa Bravo, calificó de “innombrable” e “irresponsable” al Presidente Gabriel Boric por su gestión en torno a la migración. El canciller chileno, Alberto van Klaveren, citó en la tarde del jueves al embajador de Perú, Jaime Pomareda, para pedirle explicaciones. Así, el factor Chile volvió a estar en el centro de la política peruana en momentos en que la mandataria -que asumió en diciembre- había logrado encauzar de cierta forma su gestión, aunque con una serie de problemas internos, como una creciente inflación, las denuncias de violaciones a los derechos humanos ocurridas durante las protestas en su contra tras la destitución del Presidente Pedro Castillo, y una desaprobación del 78%.

“La crisis llega en el momento de mayor estabilidad del gobierno de Dina Boluarte. Luego de semanas de intensa protesta social, especialmente en el sur peruano, y de emergencia climática, en el norte peruano, Boluarte se encaminaba a ordenar su gabinete ministerial con recambios que le permitieran cohesionar al Ejecutivo de cara a cumplir con la titánica tarea de hacer durar el gobierno hasta el 2026″, dijo a La Tercera Carlos Meléndez, cientista político peruano y académico de la Universidad Diego Portales.

Migrantes venezolanos son escoltados por la policía peruana a una oficina de migración en la frontera con Chile en Tacna, el 28 de abril de 2023. Foto: AP.

Luis Benavente, director de la consultora Vox Populi, explicó a La Tercera que “Boluarte ha tenido un gobierno muy complicado. En diciembre, enero y febrero su gobierno estuvo muy debilitado y durante los primeros meses se pensó que no iba a durar mucho y que finalmente el Congreso iba a aprobar un adelanto de elecciones. Pero esto no ha ocurrido por muchas razones. Hubo una moción de vacancia contra Boluarte en el Congreso, que no logró ni siquiera un tercio de votos para ser admitida a debate. Entonces eso la ha fortalecido. En ese contexto ocurre la crisis con Chile por el tema de la crisis humanitaria migratoria”.

A juicio del ex premier peruano Pedro Cateriano, la mandataria “en términos generales, ha demostrado desde que accedió al poder mucha impericia política”. “Boluarte tiene otros problemas mayores que tienen una implicancia política muy superior que el tema migratorio. El más delicado en este momento son las denuncias de violación a los derechos humanos, que ya no solo es una problemática nacional, sino que está recibiendo la crítica internacional. El problema inflacionario, después de muchos años en el Perú ya se empieza a sentir una inflación, algo que no ocurría. Lo cierto, el caso es que desde que entró la izquierda al poder, el manejo económico ha sido catastrófico y no se ve gestión pública ni administración de los recursos de manera adecuada. A eso le sumamos el aumento del índice de violencia, de delincuencia en el país”.

“Creo que en estas circunstancias a veces también hay excesos verbales y esto es absolutamente inadecuado. Son absolutamente inadecuadas e inapropiadas las expresiones del alcalde de Tacna, pero creo que también elevar esto al nivel de llamar en consulta al embajador peruano en lugar de solucionar el problema lo agranda”, añadió en conversación con La Tercera.

¿Uso político?

El alcalde de Tacna no fue la única autoridad peruana que interpeló al Presidente Boric, también lo hizo el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, quien le pidió al mandatario chileno y a los otros presidentes que “solucionen sus problemas” y “que no los tiren hacia otro país”. Otárola aclaró que están en conversaciones con las autoridades migratorias chilenas para resolver el problema “que afecta a los dos países”, aunque aclaró que lo ocurrido no perjudica las relaciones bilaterales.

La Presidenta peruana Dina Boluarte da una conferencia de prensa en el palacio de gobierno en Lima, el 10 de febrero de 2023. Foto: AP

En este sentido, la mayor parte de los diarios peruanos tituló el viernes con la crisis migratoria e incluso periódicos como Correo y La Razón daban cuenta del impasse con Santiago. Al igual que en ocasiones anteriores, las relaciones bilaterales con Chile eran el centro de la discusión política.

Una escalada en la tensión en las relaciones bilaterales con Chile, tanto por asuntos limítrofes como otros temas, fue un recurso recurrente en el pasado entre los mandatarios peruanos en momentos que sus gobiernos atravesaban dificultades. Ocurrió en los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala.

“No resulta plausible un uso político de la crisis de parte de Boluarte. No hay, como en anteriores oportunidades, una politización adrede de temas limítrofes e históricos de parte del gobierno. Sino más bien una problemática internacional que no se sabe cómo pueda ser manejada en ninguno de los países afectados por la irregular emigración venezolana”, indicó Meléndez.

Para Benavente, “el tema de los venezolanos que han sido puestos prácticamente en la frontera por el gobierno chileno, es tomado en Perú por muchos sectores como una actitud provocadora, como algo no aceptable de un tema migratorio en Chile, de ponerlo en las puertas de Perú. El gobierno peruano está reaccionando como corresponde por una agresión del gobierno de Chile que se suma a la injerencia que hizo el Presidente Boric en la cumbre de la Celac. En Perú hay una corriente de opinión muy desfavorable”.

Camiones y autos atascados mientras migrantes venezolanos bloquean la entrada a Chile en la frontera peruana, en Tacna, el 29 de abril de 2023. Foto: AP

El analista peruano y exministro del Interior, Fernando Rospigliosi, dijo a La Tercera que la Presidenta Boluarte “no puede desviar la atención” con la crisis migratoria en la frontera sur. “Al contrario, ya quisiera que ese problema no existiera, porque no puede manejarlo”, asegura. “Aquí lo que se le está pidiendo es que, por un lado, cierre la frontera, pero, de otro lado, también hable con el gobierno chileno, porque se entiende también que Chile tiene problemas con los migrantes, pero nadie está de acuerdo con que Chile desvíe sus migrantes hacia el Perú. O sea, si quieren regresarlos, que los envíen a Venezuela o a otro lugar, pero que no los envíen al Perú”, añadió.

De todos los puntos fronterizos de Perú, el más complejo es el de la Línea de la Concordia que divide a Tacna y Arica, debido al alto flujo que existe en la carretera, que se ha transformado en una vía muy transitada. Según Edward Vargas, defensor del pueblo de Tacna, ese paso tiene un promedio diario de 60 a 70 personas. En los últimos 15 días se produjo el mayor peak, alcanzando casi 400 personas, aunque de un día a otro disminuyen. Así es el panorama complejo que enfrenta Boluarte, por lo que los expertos parecen estar escépticos que esta situación pueda ser beneficiosa para su gestión.

“No, no se nota firmeza. Es decir, de las crisis que tenemos latentes en el país, también hay una en un departamento del sur de Puno, donde Evo Morales estuvo durante el gobierno de Pedro Castillo agitando y propugnando el separatismo. Y esa situación sigue tensa y se ha manifestado en las últimas semanas. Es decir, a todos los problemas que hay, se suma un problema de fronteras con Bolivia y ahora tenemos este problema con los migrantes venezolanos en la frontera con Chile. Y no está respondiendo, por lo menos, a las expectativas de la población. Y esto no la ayuda en absoluto, al contrario, la debilita”, aseguró Rospigliosi.

Soldados peruanos llegan para brindar seguridad en la frontera de su país con Chile, en Tacna, el 28 de abril de 2023. Foto: AP

Benavente difiere. “No es el peor momento de Boluarte desde que entró al poder. Diría que es el mejor momento. Lo que pasa es que ya la conducta del gobierno chileno para el gobierno peruano resulta inaceptable, porque esos son hechos sistemáticos de ataques del Presidente Boric. (La crisis) no ha sido generada por Perú, se está defendiendo”, indicó.

Salida a la crisis

En medio de esta tensión bilateral, Perú analiza con Chile y Ecuador la posibilidad de crear un corredor humanitario para los migrantes venezolanos, colombianos y haitianos varados desde hace dos semanas en la línea de la frontera chilena-peruana. El ministro subrogante del Interior chileno, Manuel Monsalve, dijo que el gobierno busca resolver la actual crisis migratoria en su frontera con Perú y crear un corredor humanitario “para las personas que quieren salir” de Chile para “volver a su país”. La subsecretaria de RR.EE., Gloria de la Fuente, declaró que prosigue un diálogo “fructífero” con Perú para crear el corredor humanitario, aéreo o terrestre, pero no precisó la fecha en que se realizará. Enfatizó que para que se pueda concretar el corredor “se requiere la voluntad de otros países, particularmente de aquellos lugares donde quieren volver”, dijo en alusión a Venezuela, de donde proviene la mayoría de los varados.

Una manifestante sostiene un cartel que dice "Fuera Dina" durante una protesta exigiendo la renuncia de la Presidenta de Perú, Dina Boluarte, en Cusco, el 2 de febrero de 2023. Foto: Reuters

En conversación con La Tercera, el diplomático chileno José Rodríguez Elizondo señaló que “al nivel de la catástrofe humanitaria que nos endosaron, era inevitable que se produjeran fenómenos dentro de nuestros países y en las fronteras. (...) Nos ha obligado a desplegar fuerzas policiales y militares para controlar situaciones difícilmente controlables. Inevitablemente, esto sube el umbral de los riesgos posibles y hace perder los nervios a autoridades políticas de segundo nivel”. “Asumamos dónde está la responsabilidad política y dejemos que la diplomacia trate de encauzar la situación. Y mejor, aún, si chilenos y peruanos somos capaces de tomar un rol más activo. Por ejemplo, planteando al Presidente de Colombia (Gustavo) Petro, la necesidad de reorientar su diálogo con (Nicolás) Maduro”.

Según Pedro Cateriano, “acá lo que corresponde en realidad es establecer un diálogo sereno entre los gobiernos de Chile y el Perú con la participación de la comunidad internacional. Este es un problema que no sólo involucra a los gobiernos del Presidente Boric y de la Presidenta Boluarte. Esto necesariamente requiere de un compromiso internacional, de una solidaridad activa de los organismos internacionales como Naciones Unidas. Y lamentablemente es un tema que tiene una repercusión regional. Pero lo sorprendente de todo esto es la absoluta indiferencia de la dictadura de Maduro frente al drama de sus compatriotas”.

Para Meléndez, “Boluarte tiene la oportunidad de mostrar su capacidad de ofrecer ayuda humanitaria para equilibrar esta imagen de gobierno represor que se ha gestado, sobre todo luego de un informe de Human Rights Watch que evidencia violaciones a los derechos humanos de parte de las fuerzas del orden en las protestas de diciembre y enero pasados. Boluarte y su primer ministro Otárola podrían contrarrestar esta imagen negativa, atendiendo a los inmigrantes bajo los parámetros internacionales de ayuda humanitaria”.