Fuego cruzado: Sichel versus Boric

Los dos presidenciables sorprendieron al imponerse en las primarias. Ahora ambos reconfiguran sus estrategias para enfrentarse en las elecciones de noviembre. En el sector de Sichel creen que la gran debilidad del diputado del FA será la presencia del PC en su campaña, mientras que en Apruebo Dignidad enfatizarán el vínculo del ex DC con Piñera.


En ninguno de los comandos la estrategia ya está delineada; recién están aquilatando los macizos triunfos que obtuvieron el domingo pasado al ganar la primaria en sus respectivos bloques políticos, ambos con una alta votación y una buena diferencia con sus derrotados.

Lo cierto es que los escenarios estaban más bien preparados para un camino de enfrentamientos entre Joaquín Lavín y Daniel Jadue de cara a a primera vuelta.

El plan de Chile Vamos tenía como primera línea sacar a relucir el comunismo del alcalde de Recoleta, mientras que en Apruebo Dignidad apostaban a una campaña centrada en la larga trayectoria conservadora del alcalde UDI.

Ahora, ya con las cartas sobre la mesa y frente al hecho de que los contendores serán figuras menos polarizadas, los equipos de Boric y Sichel empiezan a reconfigurar sus estrategias para jugar en el fuego cruzado. Y algunas pistas han dado ya en sus primeros días como verdaderos candidatos presidenciales. Mientras el candidato de Chile Vamos apostó por insistir en que Boric es de izquierda, este último lo acusó de ser la continuidad del gobierno de Sebastián Piñera.

Sichel apuesta a la gobernabilidad

En el entorno del expresidente de BancoEstado ya tienen claras algunas líneas gruesas sobre cómo se pararán frente al parlamentario por Magallanes en los meses que quedan para la elección presidencial.

El equipo de Sichel, a través de varios focus group -realizados por la economista Paola Assael, de la encuestadora Black&White- tiene medidas las ventajas y desventajas de ambos abanderados.

La primera debilidad que el comando de Sichel ve en la candidatura de Boric es el desorden interno de su sector y, principalmente, la sombra de Daniel Jadue y del Partido Comunista en su campaña. Apuestan a que una de las bajadas principales con que apuntarán al diputado es por el nivel de gobernabilidad que le puede ofrecer al país.

“Nosotros tenemos como sector un peso que es José Antonio Kast, pero está fuera del comando. Gabriel Boric -en cambio- no puede prescindir del 40% que sacó Jadue en la primaria. Esa es una gárgola que tiene que tener adentro. Además, va a tratar de meter a la Lista del Pueblo y a muchos que adulan la violencia. Todo eso espanta mucha votación”, dice un miembro del círculo de Sebastián Sichel.

La misma fuente agrega que “en un debate solo, contra Jadue, Boric parece brillante. Pero ahora no está solo, está con ellos”.

Las mediciones internas del grupo de Sichel también arrojan que la ciudadanía, si bien busca la renovación de la política y caras nuevas, quiere una figura “con estatura presidencial”. En el equipo añaden, entonces, que en la campaña pondrán como tema que el parlamentario por Magallanes si bien estudió Derecho en la Universidad de Chile, no se tituló, y que saltó del movimiento estudiantil al Congreso.

“El votante de izquierda está dispuesto a votar por un perfil como el suyo, pero Boric tiene que crecer hacia otro lado”, añaden como un flanco para el diputado.

En el comando también creen que aunque podrían interpelar a Boric por su falta de experiencia -en comparación con Sichel, quien trabajó en el mundo público y el privado, plantean-, esa no es una carta 100% efectiva. Argumentan que a veces tener mucho currículum en política puede ser contraproducente, como le pasó a Lavín.

En esa línea, las mismas fuentes sostienen que los argumentos para diferenciarse deben ir en dos ejes: gobernabilidad y liderazgo e historia personal. Sobre lo primero, la apuesta es apelar a que Sichel busca reformas que ayuden a la ciudadanía y mejoren su calidad de vida y no pretenden, como Boric, “refundar” el país. Ese discurso, agregan, permitirá entregar mayor certidumbre al electorado, apelando también a un estilo de liderazgo “más responsable”.

De hecho, el lunes pasado, en el matinal Bienvenidos, Sichel dijo que Boric representa “renovación” y “frescura”, pero que lo negativo de él es que “es un proyecto de izquierda”, por lo que el candidato del Frente Amplio con Daniel Jadue (PC) “van a ser parte de un mismo proyecto”.

En cuanto a lo segundo, seguirán impulsando la historia personal de Sebastián Sichel. Aun cuando el candidato ha recibido críticas por hablar mucho de sí mismo, en el comando sienten que ese mensaje no ha llegado a toda la ciudadanía y que es un activo importantísimo de la carta de Chile Vamos. “Siempre hay alguien nuevo que se sorprende con su historia “, dice una fuente.

De hecho, en el equipo de Sichel han mirado campañas internacionales, por ejemplo, la del expresidente de Estados Unidos Barack Obama, a quien, sostienen, aún le renta la historia de su abuela hawaiana, Madelyn Dunham. Más todavía su eslogan, Yes we Can, que claramente inspiró al “Se puede” de Sichel.

Pero también en el comando hay quienes piensan que Sichel no tiene que “enganchar” con Boric. Uno de ellos es el diputado RN Tomás Fuentes, quien aconseja que “no se involucre o contamine con los debates y peleas de la política tradicional. La ciudadanía no quiere más de lo mismo, quiere pragmatismo y no peleas ideológicas. Más ciudadanos y menos políticos”, cuestión que, apunta Fuentes, fue clave para obtener el triunfo el domingo pasado.

Más allá de Sichel

“La estrategia de campaña no puede estar orientada sólo en la dupla Boric vs. Sichel”. Así grafica un dirigente del Frente Amplio y cercano a Gabriel Boric la línea que buscarán impulsar desde la candidatura del parlamentario de aquí a noviembre.

A diferencia del análisis que hacen en el comando de Sichel, en el del diputado por Magallanes hay claridad de que no pueden hacer un diseño sólo en base al enfrentamiento con el candidato oficialista. Desde el equipo sostienen que la forma en que pretenden que Boric se posicione ante sus contendores dependerá de la cantidad de candidatos que tengan hacia su izquierda, pero también hacia el centro.

Sin embargo, en el Frente Amplio ya hay algunos bosquejos sobre cuáles serían los “atributos negativos” con los que podrían “atacar” a Sichel durante la campaña, los que ya han sido remarcados por los frenteamplistas y el propio Boric durante la semana. Primero, le enrostran una “falsa independencia”, puesto que estuvo en la DC, en Ciudadanos y ahora es la carta asociada a la centroderecha. Segundo, lo instalan como la “continuidad del gobierno” al haber sido ministro del Presidente Sebastián Piñera, y tercero, la idea que lanzó la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei hace meses: que Sichel es “el candidato de los empresarios”.

“La mejor fórmula para enfrentar a Sichel es tener la mayor cantidad de debates y ahí se van a ir delatando las deshonestidades que hay detrás de su campaña, como que es independiente porque lo están apoyando todos los poderes fácticos, como Andrés Allamand, Andrés Chadwick y Piñera. Y que se revelen, sobre todo, los intereses empresariales que hay detrás de ese programa”, dice el diputado de Convergencia Social y miembro de la mesa política del comando, Gonzalo Winter. Su par de Unir, Marcelo Díaz (ex PS), tiene bien claro hacia dónde apuntar sus dardos: “Para derrotar a Sichel va a ser clave que demos cuenta de quién es y a quiénes representa realmente: Sichel es el candidato y la continuidad de Piñera, tiene un programa esencialmente neoliberal y forma parte íntima de un grupo empresarial que ha sido parte activa en las desigualdades que afectan a nuestro país. Además, de independiente no tiene nada”.

Otra diferencia la marca el diputado Diego Ibáñez:”El feminismo y el ecologismo son paradigmas que movilizan y que Sichel esencialmente no los puede recoger”.

¿Y la carta de la DC?

En el círculo de Sichel sostienen que los votos que le puede “comer” ahora la candidata DC Yasna Provoste es “casi un mito”. Se apoyan en las cifras: Sichel sacó más votos (659.833) que toda la DC en constituyentes y el doble de lo que sacó Carolina Goic (387.784) en la primera vuelta presidencial pasada.

“Lo único que le queda a la DC es un votante más de izquierda. Y eso le pincha votos a Boric, que podría intentar crecer allá”, dice un cercano.

Los sichelistas insisten en que Provoste ya tuvo un peak de popularidad con la discusión de los mínimos comunes, pero eso fue un momento que ya pasó.

Desde el FA, en tanto, ven como un desafío mayor enfrentar a la presidenta del Senado, quien representa a algunos sectores similares. Pese a esto, la estrategia, dicen en el bloque, apuntaría justamente a uno de los puntos que -reconocen en el círculo de Provoste- más podrían complicar su candidatura: su militancia en la DC y la “carga” de la ex Concertación.

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