Isabel Allende: "Somos parte del problema, la gente nos mira con molestia"

DSCF0867

"El día de la marcha me emocioné muchísimo, porque recibí fotos y cientos de mensajes -que colapsaron mi WhatsApp- y la gente me decía: se están abriendo las grandes alamedas", cuenta la senadora.


No había querido hablar. Dice que este es un momento más para "escuchar que para dar cátedra". Sin embargo, la senadora socialista Isabel Allende se decidió a abordar la crisis política y social que vive el país. Le duele, pero admite que también tiene responsabilidad en las causas del descontento ciudadano. "Debimos impulsar señales más potentes", dice.

Además, revela que se ha emocionado con el rescate de la figura y el discurso de su padre, Salvador Allende, en medio de las manifestaciones. "Mucha gente me decía: se están abriendo las grandes alamedas", cuenta, en alusión a los recuerdos que surgieron del último discurso de su padre tras la masiva marcha de más de un millón de personas. A pesar del tiempo, la senadora rescata el legado de Allende y asegura que sus mensajes están vigentes "ahora como nunca".

-Han pasado 23 días desde que se iniciaron las protestas en el país. ¿Cómo lee este estallido social?

-Sin duda, esta es la crisis más grave desde el retorno a la democracia. Hay una indignación que se entiende y se comparte. Porque la verdad es que este sistema es muy desigual. Y ha habido desigualdad en todos los planos. Estamos en un momento crucial, en que podemos transitar a una mejor democracia o involucionar a una cosa mucho más autoritaria. Este es un momento sumamente complejo y por eso se requiere mucha claridad para enfrentarlo.

-¿Y cómo le ha afectado esto personalmente, dada su historia política y familiar?

-Ha sido doloroso. A mí lo que más me tiene impactada es que luego de estas tres semanas llevamos 22 muertos y 180 casos de pérdida de visión o globo ocular, además de una serie de querellas que ha hecho el INDH. Tenemos una situación de violaciones flagrantes a los DD.HH. que es tremenda. Que uno no se espera. Lo de los balines es criminal, porque los están tirando a la cara. Escuchar testimonios de mujeres que han sido abusadas, toqueteadas, obligadas a desnudarse o intentos de violación es último. Esas violaciones a los DD.HH. a mí me hacen recordar los peores tiempos nuestros, por supuesto que no en la misma magnitud. Nunca debió haberse declarado ese estado de excepción, no tenía ningún sentido haberlo hecho.

-¿Qué le pasó cuando vio a los militares volver a las calles?

-Honestamente, no estuve en los peores momentos de la represión durante la dictadura, de esa gente que salía valientemente a las calles, porque estuve en un exilio obligado durante 17 años. Y entré con amenaza de deportación el año 88, desde Argentina. Pero ver las imágenes obviamente que me evoca esa época. Siempre he pensado que nuestras FF.AA. y militares están para cuidar la seguridad externa, están preparados para la guerra y no deben involucrarse en temas internos, salvo catástrofes.

-¿Y cómo recibe que en las marchas resurja la figura de su padre? Había gente que el día de la marcha más multitudinaria recordó su último discurso en que decía que más temprano que tarde se abrirían las grandes alamedas...

-Quizás ese fue el día más emotivo para mí. Honestamente, me duele, y lo tengo que reconocer, no fui a la marcha. Quería ir, pero tuve una sensación de que en esto había que ser respetuosa. Y sentí que nosotros somos parte, en cierta forma, del problema. Fue ahí cuando pensé: quizás si yo voy, va a generar un impacto y, a lo mejor, no es bueno. Pero el día de la marcha me emocioné muchísimo, porque recibí fotos y cientos de mensajes -que colapsaron mi WhatsApp- y la gente me decía: se están abriendo las grandes alamedas.

-¿Y por qué cree que reaparece su discurso?

-Creo que es porque sus mensajes siguen siendo válidos, porque, además, la gente ve en él una persona que fue ética y consecuente. La ética y la política van de la mano. Ven una persona que demostró que el desarrollo no sacrifica, por eso es que él decía que un socialismo en democracia es socialismo y libertad. Además, él no era partidario de la violencia fratricida, él decía que la violencia dañaba a los pueblos. Entonces, la gente percibe consecuencia y muchas cosas que él nos dejó que son perfectamente válidas hoy día como nunca.

-Ya son tres los ministros que han reconocido que ha habido violaciones a los DD.HH. estos días. Sin embargo, en su sector han cuestionado al gobierno por una falta de reconocimiento respecto de estos temas. ¿Lo comparte?

-Al gobierno le ha faltado humildad, visión y empatía. Cuando se habla de excesos me recuerda cuando en los primeros años de la democracia oíamos esas expresiones en el Congreso, de nuestros propios colegas. Esas eran sus palabras: pronunciamiento y excesos. No eran capaces de decir violaciones a los DD.HH. ni dictadura militar. Y por suerte el tiempo fue ayudando, porque se empieza a reescribir la historia.

Estos días se han registrado grandes episodios de violencia, por ejemplo, en contra de la sede de la UDI o la oficina parlamentaria de su presidenta.

Es lamentable. En democracia no debería existir ese tipo de acciones. Condeno esos actos, porque no tiene ninguna razón de ser que estemos atacando sedes partidarias.

[caption id="attachment_894868" align="alignnone" width="900"]

"El día de la marcha me emocioné muchísimo, porque recibí fotos y cientos de mensajes -que colapsaron mi WhatsApp- y la gente me decía: se están abriendo las grandes alamedas".

[/caption]

"Molestia y distancia"

-¿Qué responsabilidad cree que le cabe a su sector en esta crisis?

-Por supuesto que tenemos una responsabilidad. Si hay algo que me duele es que, de alguna manera, nos adormecimos en el sentido de no entender que debimos impulsar señales más potentes. Somos parte del problema, porque fuimos perdiendo credibilidad, porque nos fuimos alejando, porque hubo financiamiento irregular, porque la justicia no fue suficiente, porque la gente nos ve totalmente privilegiados, entonces es súper doloroso. No somos todos iguales, obviamente. Pero hay responsabilidad. Yo la asumo y me duele profundamente, porque me doy cuenta de que la gente nos mira con molestia y distancia.

-¿Cree que su partido ha estado a la altura? Se restaron en un primer momento del diálogo con el gobierno y recibieron críticas por lo mismo.

-Fui partidaria de no ir porque en ese momento estábamos con los militares en la calle y se excluyó a otros partidos. Pero también fui partidaria de que fuéramos la segunda vez. Aunque terminó siendo una total frustración, porque los anuncios fueron totalmente insuficientes, pero fuimos y nadie podría decir que el PS no está dispuesto a dialogar. Ahora lo que estamos haciendo es empujar un plebiscito para una nueva Constitución. Además, tenemos a Carlos Montes llegando a acuerdos institucionales con el gobierno (en materia tributaria). Porque hemos sido claros: necesitamos más recursos para financiar esta agenda social y el gobierno entendió que la reintegración no iba, porque era beneficiar a los que tenían más y recaudaba menos en lugar de recaudar más. Y se ha logrado cerca de una cifra de dos mil millones. Entonces, eso es súper importante, aunque con algunas insuficiencias, porque yo espero que cuando hablamos de impuestos al 1% no hablemos de propiedades inmobiliarias, sino de capitales.

Bajar los sueldos, pero no el número de parlamentarios

-Dentro de la agenda social que presentó el gobierno a propósito de esta crisis está la reducción de la dieta parlamentaria. ¿Está de acuerdo?

-En reducir la dieta parlamentaria estoy de acuerdo y de las altas autoridades, incluso de funcionarios del Congreso que ganan dos o tres veces lo que gana un parlamentario. Pero en reducir el número de parlamentarios yo no estoy de acuerdo. Antes del 73, con 8,5 millones, éramos 150 diputados y 50 senadores, hoy día con 18 millones de habitantes somos 43 senadores. Lo que va a pasar es que efectivamente vamos a volver al binominal, no va a tener más representatividad de la población, fuerzas nuevas, otros rostros.

-También se plantea limitar la reelección.

-Obviamente yo voy a terminar este periodo y no voy a ir de nuevo. Para mí es muy fácil sumarme a decir que se legisle y sea válido contando los periodos que uno ha tenido, porque puedo asegurar que no voy a seguir en el Parlamento, además voy a tener más de 80 años. Lo tengo absolutamente decidido, lo que no significa que desaparezca de la vida pública, siempre estará la fundación, siempre habrá espacios. Entonces, en mi caso es desleal decirlo con tanta facilidad. Tengo una ambivalencia, porque sé que la gente quiere que sea retroactivo, pero por ejemplo mi padre fue elegido cuatro veces senador, dos veces por Magallanes, una vez por Tarapacá y otra vez por Valparaíso y Aconcagua. O lo quiero graficar en un colega, Carlos Montes, quien creo que ha sido de los mejores parlamentarios que hemos tenido desde el retorno a la democracia. Es una persona seria, que trabaja, aporta, entonces, aunque no se va a repostular, porque él no quiere, si hubiéramos aplicado automáticamente esto, no debió haber sido senador. Y lo encuentro absurdo.

-Usted firmó un proyecto que busca facultar un plebiscito para que sea la ciudadanía la que defina si quiere o no cambiar la Constitución y a través de qué mecanismo.

-No veo por qué este gobierno en tres semanas aún no ha entendido que el 70% u el 80% de la población quiere una nueva Constitución, nacida en democracia. Y la forma es de lo más sencillo: aprobar una reforma constitucional que permita convocar un plebiscito de entrada y se le pregunta a la gente de la manera más simple: "Quiere o no una nueva Constitución, sí o no". Y en caso de ser afirmativo, alternativas: proceso mixto, Congreso, que yo creo que no saldría nunca, o una asamblea constituyente.

Acusación a Piñera:"No era la mejor señal"

-Mañana se iniciará el análisis de la acusación contra el exministro Chadwick. ¿Comparte la decisión política de los diputados?

-Los senadores no podemos pronunciarnos sobre el fondo, porque eventualmente podemos ser jueces, pero creo que en el caso de Chadwick era inevitable que se concitara ese apoyo, porque la gente lo graficó como la autoridad máxima de orden y seguridad. Además, su imagen venía bastante lesionada después del caso Catrillanca.

-El Frente Amplio y el PC quieren acusar también al Presidente Piñera. ¿Está de acuerdo?

-Mi posición honestamente en ese momento es que esa no era la mejor señal, hay salidas democráticas. La democracia se perfecciona con más democracia.

Eso lo único que puede generar es unir a la derecha, victimizar al Presidente, además de generar una suerte de frustración, porque la ciudadanía puede entusiasmarse, pero no van a tener nunca los votos. Eso incluso podría impedir que Renovación Nacional, que hasta ahora se ha estado mostrando abierto a tener un plebiscito para poder generar un proceso constituyente, no lo vaya a hacer.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.