Los contrastes de un Santiago en cuarentena

La arteria principal sin autos: 13.00 horas. Una desierta Alameda Bernardo O’Higgins, en una vista desde la Plaza Baquedano hacia el sector poniente. Foto: Rodrigo Gálvez

El recorrido de una mañana de sábado por calles capitalinas desiertas, ferias repletas y comisarías desbordadas. El retrato de un encierro masivo.


Puente Alto, 09.00. Los primeros rayos de sol comienzan a pegar fuerte en las cabezas de cientos de personas que se dan cita en la plaza de armas de la comuna, ubicada justo en la vereda oriente de Concha y Toro, la principal avenida, una zona que desde las 22.00 del viernes entró en cuarentena. Sin embargo, la afluencia de público en ese sector no disminuyó tanto, principalmente porque un par de cuadras más allá se encuentra una de las mayores ferias, a la que la mayoría de la gente acudió con mascarillas y otros elementos de protección. En la entrada se repartía alcohol gel. Sin embargo, no en todos estos comercios se respetó el distanciamiento social y en varios puestos de frutas y verduras también se podían tocar los productos, contraviniendo las indicaciones de la autoridad sanitaria. La imagen se repitió en distintos mercados de la Región Metropolitana. El vivo retrato de una ciudad en cuarentena, recorrida entre sus comunas en la mañana de ayer sábado por un equipo de La Tercera.

Desde muy temprano se produjo fiscalización en las calles. En Camilo Henríquez con Gabriela Oriente, en Puente Alto, efectivos militares y policiales controlaron que las personas que transitaban contaran con su respectivo permiso. Un poco más allá, en la feria Casas Viejas, en calle Sánchez Fontecilla, los locatarios y los consumidores no tenían claro si la zona entraba en cuarentena o no. Esto, porque la información inicial mencionaba como límite la orilla del canal San Carlos. Sin embargo, la información se actualizó y finalmente el perímetro se acotó hacia el poniente de Camilo Henríquez.

El recorrido continúa por Departamental hacia la costa, un trayecto que en un día de semana puede tardar hasta una hora desde avenida La Florida hasta Carlos Valdovinos, ahora se completa en apenas 20 minutos. Pasada la Panamericana Sur, un camión con efectivos militares controla el acceso. Y si bien las calles lucían con escaso tráfico, el panorama cambiaba drásticamente en las inmediaciones de las ferias. Esto ocurrió en Lo Valledor, donde una gran cantidad de vehículos y personas se aglomeraron afuera del recinto. Otros centros comerciales, como los malls, contaban con sus estacionamientos a medio llenar, debido a la presencia de supermercados en su interior. Mientras tanto, los locales de servicios de envío de encomiendas lucían con muy escaso público, producto del confinamiento obligatorio, a diferencia de las largas filas que se venían registrando hace semanas.

Lleno en la pescadería. 12.00 horas. El estrecho pasillo que divide al público de los locatarios en el Mercado Central de Santiago. FOTO: RODRIGO GALVEZ RIOS.

Santiago Centro, 12.00. “¡Pescada, reineta! ¿Qué va a llevar, caserito?”, se escucha insistentemente en el Mercado Central, cuyas puertas están abiertas solo para las pescaderías. Es por eso que un estrechísimo pasillo sirve para recorrer los puestos, haciendo imposible respetar el distanciamiento social. Unas cuadras más hacia el centro, una larga fila se puede apreciar por Monjitas, casi al llegar a Bandera. La mayoría son inmigrantes, quienes esperan su turno para hacer envíos de dinero en una casa de cambios del sector. Sin embargo, a medida que uno avanza hacia la Plaza de Armas, la gente va desapareciendo hasta llegar a un Paseo Ahumada desierto.

La Alameda. FOTO: RODRIGO GALVEZ RIOS.

Indra Giraldo es una ciudadana venezolana que atiende un minimarket muy cerca de La Moneda, una zona que lleva semanas en cuarentena. Residente en Estación Central, cuenta que el flujo de gente ha disminuido. “Se mueve algo el negocio, pero no es como antes de la cuarentena, cuando llegaba muchísima gente”, relata la oriunda de Zulia, quien para llegar a su lugar de trabajo debe utilizar un salvoconducto.

En el entorno de la Casa de Gobierno solo se apreciaban algunos carabineros y personas en situación de calle, las más desprotegidas, pues no contaban con elementos mínimos para poder hacer frente a los peligros de la pandemia. Más al oriente, en Plaza Baquedano, la imagen se repetía, aunque entrando a Providencia, una comuna que ya no está confinada, el escenario cambiaba radicalmente. Una serie de restaurantes abiertos casi sin clientes y hasta alguna persona trotando por los confines del Parque Bustamante mostraban un extraño contraste.

Largas filas en Carabineros

Por segundo día consecutivo, ayer la página Comisariavirtual.cl estuvo caída. Según informó Carabineros, el servicio en línea donde se solicitan permisos para realizar trámites -entre ellos permisos temporales y salvoconductos- a aquellas personas que se encuentren en comunas con cuarentena, no funcionó con normalidad debido a fallas técnicas, lo que provocó que, en varias zonas de la capital, la gente se aglomerara en los recintos policiales para conseguir los documentos de manera presencial.

La Plaza de Armas. FOTO: RODRIGO GALVEZ RIOS.

El viernes en la noche, luego que el portal presentara las primeras fallas, el gobierno se contactó con Amazon, empresa en la que está alojada la base de datos con que opera este servicio, y les solicitó que dispusieran de cinco especialistas para detectar dónde se estaban presentando los “cuellos de botella” que impedían a la plataforma operar con mayor estabilidad.

Esto, según explicaron desde La Moneda, debido a que la plataforma había sido diseñada originalmente para recibir algunas denuncias menores y realizar trámites simples, con un tráfico mucho menor de usuarios. En promedio, hasta comienzos de marzo, no eran más de 800 solicitudes diarias las que atendía la plataforma de comisaríavirtual.cl, sin embargo, con la entrada desde el viernes de 12 nuevas comunas, y totalizando 4,8 millones de personas en cuarentena, el número de solicitudes en el portal superó las 3.000 diarias, lo que provocó el colapso.

Anticipándose a esta situación, las autoridades habían iniciado el cambio a una nueva tecnología, llamada Kubernetes, que permite que el número de servidores que atienden las solicitudes de los usuarios vaya creciendo a medida que aumenta la demanda. El plan, no obstante, no logró desarrollarse del todo, pues no todos los equipos que están operando en la red tienen la capacidad para hacer ese tránsito, lo que generó la inestabilidad del sistema. Así, previo a que se reestableciera el portal web (a las 18.30), Carabineros informó, a través de su cuenta de Twitter, que “el nuevo volumen de visitas simultáneas hizo indispensable intervenir el sitio para fortalecer la capacidad de atención y ciberseguridad”.

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