Reino Unido: Luz verde para el Brexit

Chao, Chao, Europa", decía el titular del viernes del diario Italiano La Repubblica tras conocer el contundente triunfo del PartidoConservador, con 365 escaños, en las elecciones generales del jueves enReino Unido, mientras que la televisión alemana también le dio su adiós a la isla. Porque la victoria de Boris Johnson significó una cosa:el Brexit finalmente es una realidad y ya no hay vuelta atrás.

"Hazlo o muere", repetía Boris Johnson cuando asumió el poder el 24 de julio pasado, luego de la renuncia de la entonces premier Theresa May. Su acometido era solo uno: concretar el Brexit y, para muchos analistas, eso fue la clave para su arrolladora victoria. "Los británicos están cansados y solo quieren que se haga algo. Es cierto que hay preocupación sobre la salida de Reino Unido de la UniónEuropea, pero después de tres años, la mayoría de las personas no saben cuáles serán las consecuencias", explicó a La Tercera, John Gaffney, codirector del Centro para Europa Aston.

Pese a haber vivido en Bruselas por el trabajo de su padre y haber sido un atrevido corresponsal para el diario The Telegraph en la que se considera la capital de la Unión Europea, poco a poco fue creciendo su desencanto con el bloque. Ya en 2015, había indicios que respaldaría la campaña por el Brexit, narra el periodista Tim Shipman en su libro All Out War. Incluso el equipo del entonces primer ministro David Cameron (2010-2016) lo cortejó sin éxito para que apoyara la opción de la permanencia en el bloque. A Johnson le molestaba el hecho de tener que pedirle permiso en todo a la canciller alemana, Angela Merkel.

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FOTO: AFP[/caption]

Es por eso que al pisar el número 10 de Downing Street en julio pasado se abocó a esa idea, aunque el camino no fue fácil. El Parlamento no tardó en reaccionar y bloqueó varias de sus iniciativas. Ante esto, Johnson se enfocó en lograr un nuevo acuerdo de retirada con la Unión Europea y para ello recorrió Europa, se reunió con Merkel y el Presidente francés, Emmanuel Macron y, el no menos importante, Leo Varadkar, primer ministro de Irlanda. Todas las negociaciones eran a contrarreloj, porque se acercaba la segunda fecha para concretar el Brexit, el 31 de octubre. Finalmente, logró el acuerdo el 17 de ese mes, pero no logró conquistar a los Comunes, quienes lo rechazaron, por lo que "Bojo" tuvo que pedir obligado una extensión a Bruselas, pese a que había dicho que "prefería estar muerto en una zanja". El aplazamiento fue concedido para el 31 de enero de 2020 y esa es ahora la fecha clave.

Pese a que quedan pocos días para el receso por Navidad y que el Parlamento se volverá a reunir el jueves, luego de la pausa debido a las elecciones generales, Johnson tiene claro que no puede perder tiempo. Así, se espera que el viernes vuelva a presentar el acuerdo de retirada, el mismo que fue rechazado en octubre. Claro que ahora tiene el Parlamento a su favor y durante la campaña dijo que todos los diputados conservadores lo respaldaban, por lo que se asume que debería ser aprobado. Se espera que el Parlamento siga deliberando el texto en enero. En todo caso, el premier prometió usar su mandato para moverse "rápidamente y de manera expedita para asegurar nuevas disposiciones con la UniónEuropea basadas en el libre comercio y en la cooperación amigable".

Una vez aprobado el acuerdo de retirada, se va hasta la UniónEuropea para que su Parlamento lo ratifique, algo que se considera un trámite. Así quedará todo listo para que Reino Unido deje el bloque el 31 de enero.

¿Ese día será el inicio del apocalipsis? No. Con la salida del bloque comunitario, Reino Unido abrirá una nueva etapa en sus relaciones con Bruselas. Comenzará entonces lo que se conoce como la etapa de transición, es decir, el inicio de la negociación sobre su futura relación con los 27 socios comunitarios restantes, cuyos detalles no están reflejados en el pacto.

Esa negociación será a tres bandas, porque Johnson aspira a avanzar al mismo tiempo en un acuerdo comercial con Estados Unidos, lo que puede dificultar el encaje de la relación entre Reino Unido y la Unión Europea.

Hasta diciembre de 2020 se ha establecido un período de transición en el que Londres se mantendrá integrado en las estructuras comunitarias y cumplirá las normas de la Unión Europea, a fin de evitar una ruptura abrupta que podría perjudicar a ambas partes.

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FOTO: REUTERS[/caption]

Si al terminar ese plazo no se ha logrado firmar un nuevo tratado con Bruselas, Reino Unido se encontraría en un escenario similar al de un Brexit sin acuerdo.

Ante esa posibilidad, los expertos advierten de que el impulso para las finanzas británicas puede difuminarse en las próximas semanas si el gobierno no acepta extender el límite de la transición hasta 2021 o 2022, algo a lo que el premier se ha negado por ahora.

La cadena BBC dice que si Boris Johnson se mantiene con su plazo límite de diciembre de 2020, la UE está preparada para ofrecerle un Acuerdo de Libre Comercio básico. En todo caso, el bloque presionará al primer ministro para que acepte los lineamientos europeos en cuando a la ley medioambiental, la ayuda estatal y las regulaciones de impuesto.

Mientras que en ese tiempo de transición, los británicos a favor de la permanencia tendrán que hacerse a la idea que el Brexit es una realidad, que el sueño de un segundo referendo fue solo eso y que volverán a usar el pasaporte color azul que tenían antes de ser parte del bloque.

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FOTO: REUTERS[/caption]