28 años siendo diputados (y van por otro período): "El Parlamento es el paño de lágrimas de la ciudadanía"

Patricio Melero (UDI) y José Miguel Ortiz (DC) son dos de los tres parlamentarios que están en un escaño desde 1990. Creen que la política ha cambiado para mejor y para peor, que hay más transparencia pero las formas se han empobrecido. No están por rebajar la dieta parlamentaria pero sí por debatir un tope a la reelección. A pesar de todo, si están en buenas condiciones de salud, competirán en la próxima parlamentaria y en caso de ganar asumirían su noveno periodo en el Congreso.


Han pasado casi tres décadas, pero Patricio Melero (62) y José Miguel Ortiz (77) recuerdan perfectamente ese 11 de marzo de 1990, cuando el ex Presidente Patricio Aylwin comenzó su mandato dejando atrás 17 años de dictadura. Para ellos, esa jornada marcó el inicio de la vida que llevan has ahora: más de 10.500 días como parlamentarios.

Melero (UDI) asumió su primera legislatura con 33 años y venía de ser alcalde de Pudahuel designado por Augusto Pinochet. Por su parte, Ortiz, profesor de matemáticas, logró ganar su primera elección en Concepción con 48 años. Hoy, junto a René Manuel García (RN), son dos de los tres diputados que han sido reelectos siete veces.

En esta entrevista, abordan los cambios de forma y estilo de la política que han visto en los últimos años en el Congreso, dan su opinión de los nuevos diputados y confirman que si están en buenas condiciones de salud y sus partidos así lo quieren, irán por su noveno periodo en la Cámara.

"Hoy se habla para la pantalla"

¿Qué tanto ha cambiado la política desde el primer periodo parlamentario a este que empezaron hace un año?

Ortiz: Hay un cambio total de la política en Chile. Primero, la cantidad de diputados, pasamos de 120 a 155, de los cuales 83 que son parlamentarios por primera vez. Y ellos legítimamente aspiran a aparecer ante la opinión pública, darse a conocer, porque están empezando en su reelección y la más dura es la primera.

Melero: Ha cambiado radicalmente no solamente la política sino que la sociedad chilena, las instituciones y el rol que tienen en el conjunto de la sociedad. Ha cambiado la forma en cómo los partidos políticos nos relacionamos con la gente. Hoy día, hay una sociedad mucho más horizontal, antes había una estructura más vertical, los partidos tomaban decisiones, los militantes acataban, hoy día el parlamento es mucho más participativo, las comisiones están llenas de organizaciones, antes se sesionaba a puertas cerradas, etc. Y a mí me gustan más los tiempos modernos que los pasados, creo yo que hoy tiene que tener la capacidad de adecuarse a una sociedad que es mucho más demandante, que muchas veces está más consciente de sus derechos que de sus obligaciones pero que uno como parlamentario tiene que empatizar y entender que hoy se exige transparencia sobre lo que uno dice y hace.

¿Echan de menos algo de esa época?

M: La política de los acuerdos. Porque claro, hoy se dice que la política de los acuerdos es la cocina. Y yo digo: gracias a grandes acuerdos, la Concertación fue un proyecto político exitoso durante veinte años, al cual nosotros como oposición contribuimos fuertemente. A mucho orgullo puedo decir que he votado el 90% de las leyes a favor de los gobiernos del Presidente Frei, del Presidente Lagos, a favor del Presidente Aylwin y también de la Presidenta Bachelet. Cuando fueron producto de acuerdos que le generaron grandes cambios al país en una transición inicial. El acuerdo de Jaime Guzmán y Andrés Zaldívar para instalar a Gabriel Valdés en la mesa del Senado y a (José Antonio) Viera-Gallo en la Cámara yo creo que hoy no se da.

La polera y los dichos de Santibañez

Al inicio del periodo legislativo de 2014 se produjo una polémica cuando el diputado Gabriel Boric llegó sin corbata a la sesión. Algunos diputados se molestaron e hicieron ver su enojo incluso. ¿Les importa hoy que un parlamentario no lleve corbata?

M: A mi me da lo mismo el tema de la corbata. Sí creo que hay que mantener en algo la forma porque los ritos tienen un valor. Cuando voy al Parlamento Británico, uno de los más antiguos del mundo, y veo que la presidenta o presidente de la Cámara entra con una peluca y un bastón, acompañado de una corte, entra el presidente de la Cámara, no vuela una mosca, se abre la sesión con solemnidad. Eso, la solemnidad y el rito también ayuda a la forma y al diálogo, aunque parezca que no porque es una forma de respeto recíproco. Es una forma de entender la relevancia del lugar donde se está. La pérdida de los ritos ha ido devaluando el actuar del parlamento y la política, no porque se use o no corbata. Pero hay otras que sí les asigno importancia.

¿Cómo cuáles?

M: Expresiones y formas verbales inadecuadas, el uso de garabatos o de situaciones de esa naturaleza, el insulto, la descalificación. Situaciones en que se han visto involucrados parlamentarios que les han grabado sin saberlo situación personales. Los últimos hechos de la diputada Marisela Santibañez diciendo que ´bien muerto el perro´ sobre Jaime Guzmán, degrada la función política. O el tema de camiseta de Boric, u otras, y no quiero situarme en un sector político porque no hay blancas palomas en ningún sector. Ese tipo de situaciones son inaceptables en su forma. Esto ha cambiado, pero para peor. Porque se degradan las ideas y los principios cuando se degrada el lenguaje y las formas.

O: Ninguno de nosotros dos, con el diputado Melero, hemos caído nunca en enfrentar personalmente o de forma grosera a otro colega, todo lo contrario. Hay cosas no escritas que valen más que las escritas. Aprendí desde el primer día que soy parlamentario, en el año 90', que hay principios, valores, ética, que hay que tener un gesto amable y hay que ser positivo.

Para nadie es un misterio el poco respaldo ciudadano que tiene el Parlamento hoy. Y en ese sentido se han planteado medidas para mejorar esas cifras, por ejemplo, rebajar la dieta de los parlamentarios. ¿Están de acuerdo?

O: Hay proyectos que han propuesto rebajar la dieta a la mitad. La dieta de nosotros hoy día, bruta, es de $9 millones 300 mil. Pero nadie dice que nosotros, estando en Hacienda, pudimos habernos rebajado el impuesto directo para nosotros del 40% al 35%, no. Nosotros pagamos hoy un impuesto directo, que estoy de acuerdo, de un 40%, eso significan $3 millones 600 mil. Es cierto que una parte la podemos colocar como APV pero es impuesto. Entonces cuál es la verdad, lo líquido son $6 millones y fracción. Porque hay que pagar Fonasa...Prefiero decir eso, y creo que se ha tergiversado mucho. Me preocupa porque se quiere transformar este parlamento, como ciento y tantos años atrás, que llegaban los que realmente tenían fortuna y no, hoy se la da la oportunidad para todos. No estoy de acuerdo en bajar la dieta.

M: Este tema es absolutamente debatible pero sí pido que se vea para todos los poderes del Estado y no solo para el Congreso. Porque es muy importante mantener el equilibrio entre senadores, diputados, ministros de Estado, ministros de Corte Suprema y los más altos cargos de la administración del Estado. En eso hay un proyecto de ley que mandó la Presidenta Bachelet, que creaba una comisión que resolvía este tema. Los únicos que no resolvemos nuestro sueldo somos los diputados y senadores. Está en la Constitución Política. Pero me parece legítimo que se plantee el tema.

¿Y creen que este tipo de medidas ayudan a mejorar la imagen que se tiene de los parlamentarios?

O: No ayudan en mejorar en nada porque es de un populismo brutal. Yo soy de terreno, hay que apoyar a la gente, meterte la mano al bolsillo, no estay comprando a nadie, todo lo contrario, que de repente haya una institución que lo necesite, uno tiene que hacerlo, por qué no.

M: El prestigio del Parlamento obedece a muchas cosas, no solo a una. Obedece fundamentalmente a que por una parte, el Parlamento es el paño de lágrimas de la ciudadanía. Y ha alguien hay que echarle la culpa, muchas veces, de los problemas que la gente tiene. Y creen que muchas veces esas cosas se solucionan con leyes. Y no es así, algunas cosas con leyes y otras cosas con administración. Siempre hemos sido el paño de lágrimas de la sociedad, donde se descarga la rabia, la frustración, y claro, no creo que haya ningún parlamento en el mundo muy prestigiado. También por errores nuestros. Hemos tenido en el pasado situaciones de falta de transparencia, conductas inadecuadas, situaciones que no corresponden y que han contribuido a ese descrédito.

Por el noveno periodo

Una de las principales críticas de la ciudadanía es que siempre están las mismas caras en el parlamento. Y ustedes ya llevan ocho periodos consecutivos en el Congreso...

O: En mi quinto periodo, tenía 68 años, alguna gente me preguntaba por qué no jubilaba. Porque había, en algunos sectores no muy bien informados, que nosotros teníamos jubilaciones especiales.

M: Eso lo sigue creyendo como el 80% de los chilenos, aprovecha de decirlo al tiro.

O: Es bueno que lo sepan, nosotros jubilamos por AFP. En esa ocasión, teniendo 68 años, pregunté con cuánto jubilaba: 400 mil. Y ahí ya estaba colocando APV y todo lo que tu quieras. Pero no tanto por eso, yo estoy en lo que más me gusta. Estoy convencido que si hubiera dejado de ser diputado estaría muerto.

Pensó en un momento en no ir a la reelección entonces..

O: Fue un lapsus de un día. Nunca más.

M: Sobre este tema de los años en el parlamento, primero, a mi nadie me lo ha regalado, nunca fue elegido gracias al sistema binominal, siempre saqué las mayorías suficientes para salir por si mismo y al final es el pueblo el que democráticamente resuelve. Y uno compite. En mi última elección, y a José Miguel también le debe haber pasado, competí contra 50 candidatos: mujeres, hombres, jóvenes, y ganamos. Será porque también la sociedad valora quizás cosas distintas, la trayectoria, la experiencia, la cercanía y hay muchos diputados jóvenes que aportan poco como hay muchos que aportan mucho. No tiene que ver estrictamente con la edad. Nancy Pelosi es diputada desde el año 87'. Y hoy es la segunda mujer más poderosa de los Estados Unidos y probablemente dentro de la más poderosas del mundo. Y pasa en muchos países porque hoy la sociedad tampoco puede denostar de las personas que tienen más edad porque son un valor.

¿Y es este su último periodo o van por el noveno?

O: Teniendo salud y vida, voy a volver a ser candidato. Otra cosa sería mentir. Y que mi partido de toda la vida y las personas que me han apoyado, creen que puedo aportar lo voy a hacer.

M: Mientras tenga la capacidad de hacerle sentir a los ciudadanos que yo sirvo y puedo seguir sirviendo a la sociedad, y me eligen democráticamente, estoy disponible. Pero también puedo hacerlo desde otro sector, desde el Poder Ejecutivo, no me cierro. Lo que sí tengo claro, salvo que necesite una situación económica, no me gustaría irme a trabajar al sector privado. Eso lo tengo claro.

¿Y están de acuerdo con limitar la reelección de los parlamentarios?

O: Han habido dos proyectos de esos y los dos los he votado a favor, pero nunca ha habido mayoría.

M: Me parece un debate legítimo. Si se mira desde la perspectiva de que uno está obstruyendo a que nuevas generaciones puedan emerger, pero las nuevas generaciones también deben estar dispuestas a competir y a ganarse el espacio. Hoy, no hay sandías caladas para nadie.

Florcita Motuda y la Fundación Jaime Guzmán

¿Los diputados nuevos les han pedido ayuda por tener más experiencia?

M: Yo tengo una experiencia bien interesante con Florcita Motuda. Él llegó acá y los primeros días dio una frase que fue muy criticada. De ahí en adelante vi que él, cuando un diputado pedía la palabra, él se paraba y se ponía al frente tuyo a mirarte, se ponía a cinco o seis metros, parado, era casi una cosa intimidante. Un día, me acerqué y le pregunté por qué hacía eso. Me dijo que quería aprender de nosotros y algo les puedo enseñar yo porque algo de modulación e impostación de la voz tengo como soy cantante dijo. Pasaron unos días, fui a su pupitre y le entregué un informe de la Fundación Jaime Guzmán, que nosotros lo tenemos permanentemente donde están los proyectos de ley, del día, las ideas matrices, la forma como se votó, es nuestra asesoría legislativa. Y fui donde Flor, le entregué el informe y le dije que él tenía recursos para contratar algunas asesorías y te va a hacer bien. Me lo agradeció tanto que después vino a los tres días y me dijo: "Oye, ¿me lo puedes mandar todos los días?". Imagínate, la Fundación Jaime Guzmán asesoraba a Florcita Motuda. No tengo problemas en eso, me entiendo bien con la gente joven, muchas veces te preguntan, no hay que ser mezquino en eso.

O: Los colegas de mi bancada, que son parlamentarios por primera vez, siempre hablan conmigo. Siempre. Más de lo que te imaginas. Estoy permanente preocupado por ellos.

M: Y ellos le enseñan a uno. Siempre les digo: cuando me ponga latero, díganme.

O: Claro, uno no puede ser latero.

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