Dominic Thiem, el chileno adoptivo que le pisa los talones al Big 3

Thiem

El austríaco pisa por primera vez la instancia tan recordada por los chilenos. La final del Abierto de Australia, el partido que no pudieron ganar Ríos y González, desafía a Thiem si es que quiere iniciar el golpe definitivo al Big 3.


Está jugando como los dioses. Dominic Thiem vuela por la pista de la Rod Laver Arena, donde ya bajó a Rafael Nadal y en semifinales dio cuenta de Alexander Zverev por 3-6, 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (4). Le corre la pelota como quiere al austríaco, se mueve rápido, las piernas le ayudan para una defensa extraordinaria y falla poco en ataque. Ahora viene un invencible en Melbourne, Novak Djokovic, que nunca ha perdido una final en el cemento australiano y va por su octavo cetro en el primer Grand Slam del año.

El del domingo, posiblemente, será el mayor desafío del jugador de 26 años, porque además de ganar su primer torneo grande, también le permitiría romper al Big 3. Si derrota al serbio, superará a Federer en el ranking ATP y quedará como el tercer mejor tenista del mundo, detrás de Nadal y el mismo Djokovic.

Una final que, además, remite a los chilenos tanto por presente como por pasado. Nicolás Massú ha guiado a Thiem en el camino a destacar fuera de la arcilla, con un 2019 fantástico en el que triunfó en Indian Wells y llegó a la final del torneo de Maestros. Y hoy lo tienen a un paso (un salto, en realidad, por ser Nole a quien tiene en frente) del trofeo que estuvo a las puertas del tenis nacional.

El domingo, Massú podrá tocarlo en su calidad de coach, si Dominic da la sorpresa. Ni de cerca se asemejarían los triunfos desde el banco o desde la cancha, pero el deseo de protagonismo para una nación que hace rato no ve a uno de los suyos en momentos calientes de los majors, hace que a Thiem se le quiera adoptar. No lo logró Marcelo Ríos como jugador cuando era el favorito en 1998 y acariciaba el número uno. Petr Korda lo despachó por un triple 6-2 y adiós al primer título grande que Chile quería celebrar en varones. Fernando González intentó la hazaña en 2006 ante un soberbio Federer que le dio mínimas chances, que Mano de Piedra no aprovechó.

En familia

Dominic disfruta el mejor momento de su carrera junto a los suyos. Su padre, Wolfgang, a la vez es su entrenador. Su hermano Moritz es su fiel amigo y en Australia también es su sparring. Su madre, Karin, es la mejor hincha, al más puro estilo de la mamá de Massú, Sonia Fried, la célebre Tía Sonia. "El ambiente en el equipo es muy agradable, y la relación con todos es excelente. Nicolás y mi papá son la perfecta combinación para entrenar a Dominic, ya que mi padre le aporta la técnica y Nico es un experto de la estrategia. El estilo sudamericano ha funcionado y era lo que necesitaba el equipo. Nicolás tiene esa pasión que no lo tienen los europeos y la transmite muy fácil", cuenta Moritz, el pequeño de los Thiem: "Ha sido una gran pretemporada para mí, entrenando duro con Dominic en un evento como este. Puedo hacer en la cancha lo que él me pida y he alcanzado el nivel que necesita. Pasamos mucho tiempo juntos y de lo que menos hablamos, es de tenis. Tenemos muchos temas en común y una relación muy potente", agrega.

Wolfgang Thiem también analiza la buena temporada que tuvo su hijo el 2019, estrenando al Vampiro como su consejero, y que cerró como número 4 del ranking mundial: "Quiere decir que para sacar a Federer, Djokovic o Nadal hay que tener un año impecable y ser muy consistente. Estos jugadores tienen una mentalidad privilegiada y suponen el máximo reto para Dominic. Y además están los jóvenes. Creo que para allá va Dominic. Ha mejorado sin duda en pista dura. Aún falta, pero el trabajo dirá. Por cierto que la química con Nicolás ha sido importantísima y le ha dado un progreso a mi hijo muy grande".

La madre del austríaco aporta lo anecdótico. Thiem ya contó luego de una de sus victorias que se hace un tatuaje por cada título que gana. Y ya está lista para el del canguro. "Y si gana serán dos por ser un Grand Slam. Y yo me tatuaré un koala también", comenta riendo Karin Thiem. La progenitora del tenista hasta se compara con la Tía Sonia, a quién conocerá en Miami. "Mientras nuestros hijos estén entrenando y concentrados para sus partidos, yo espero salir de fiesta con ella, a tomarnos unos prosecco (espumante italiano) juntas. Sé que es una celebridad en Chile. Quizás soy su versión austríaca", destacó.

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