Andrea Lagos, autora del libro sobre Precht: "La mayoría de los otros investigados, sin duda también serán expulsados"

Andrea Lagos, Periodistafoto: Marcelo Segura
26.07.17Andrea Lagos, Periodistafoto: Marcelo Segura

"Ya la Iglesia, en medio de la crisis por la que atraviesa, no está para medias tintas. Ahora rige la regla que la justicia canónica ha intentado que se aplicase desde el principio: con los abusos en contra de menores debe haber tolerancia cero".


-Me muero antes de dejar de ser cura. Para mí sería una desgracia tan grande...

La frase esa del propio Cristián Precht, expulsado el sábado de una vida en el sacerdocio. Se la dijo en 2017 a la periodista Andrea Lagos, autora del libro Precht, las culpas del vicario, cuando ambos conversaban sobre aquel dia de 2012 en que el cardenal Ezzati -anticipando la llegada del informe canónico de la primera investigación, desde Roma- le preguntó a Precht si "aceptaría la gracia de abandonar el ministerio sacerdotal". Entonces, cuenta Andrea Lagos, Precht se negó, le pareció casi una agresión.

Hoy la periodista, quien  entrevistó 8 veces al ex sacerdote, prepara una segunda edición que incluye una actualización de su situación ante la justicia civil y canónica. Para esta segunda entrega, no la ha querido recibir.

¿Por qué el Vaticano le aplica esta sanción a Precht y no a otros religiosos implicados en casos de este tipo?

La expulsión de Precht fue muy rápida porque, en este caso, la iniciada en abril fue la segunda investigación canónica contra Precht ahora por el llamado "caso maristas" . Recordar que antes (2012) ya fue sancionado por abusos a mayores y menores donde existieron denuncias de al menos cuatro menores y testimonios de más de una decena de mayores. Precht esta vez ya no contaba con la atenuante de "irreprochable conducta anterior" que lo protegió anteriormente. Eso fue clave.

Además, se agrega, que los dos nuevos casos de abusos por el que ahora se lo denunciaba fueron incluso ampliamente relatados en una querella criminal en la que dos egresados del Liceo Instituto Alonso de Ercilla (Jaime Concha y Eneas Espinoza), lo acusaron de abuso sexual a sus 16 años y, un tercero, Jorge Franco, de haber sido cómplice de los mismos.

El trabajo del investigador canónico de Precht, el sacerdote chileno David Albornoz, designado por la Iglesia de Santiago, fue simple y concluyente. Tras entrevistar a los denunciantes e investigar los casos ratificó que las acusaciones de los ex estudiantes eran absolutamente verosímiles. Es sabido que el salesiano no tuvo ni una duda de la culpabilidad de Cristián Precht. El informe que Albornoz envió al Vaticano era tan claro, que la expulsión de Precht era cosa de semanas.

 Es "la" sanción más grave desde la perspectiva eclesiástica. ¿Por qué?

Ya la Iglesia, en medio de la crisis por la que atraviesa, no está para medias tintas. Ahora rige la regla que la justicia canónica ha intentado que se aplicase desde el principio: con los abusos en contra de menores debe haber tolerancia cero.

Los mayoría de los otros religiosos que están siendo investigados, sin duda también serán expulsados del sacerdocio. Sin embargo, el procedimiento es distinto porque muchos pertenecen a órdenes religiosas y, en la mayoría de estos casos, es la Orden la que decide la expulsión (no el Papa).

Lo que no se entiende es que ni a Fernando Karadima lo han expulsado de la iglesia y el sacerdocio (aún cuando tú hayas dicho que ambos no son comparables).

Los tiempos de la Iglesia no son los tiempos de los hombres. Con las aberraciones que cometió Karadima, que a los abusos de menores y mayores, en algunos casos con violencia, se sumó el abuso de poder, hoy no se concibe la levedad del castigo a Karadima. Sin duda, si surgieran nuevas denuncias (y otra investigación canónica), y la Iglesia las validase, Karadima sería rápidamente expulsado de la Iglesia.

¿Puede esta sanción abrir una puerta para un cambio de criterio en la Iglesia o es un caso aislado?

Sin duda que sienta precedentes. Ya no se sueña con la no expulsión de sacerdotes que hayan cometido cualquier tipo de abusos en contra de menores de edad. Esos tiempos ya quedaron atrás.

¿Hay antecedentes de nuevas denuncias que estés considerando para una nueva edición del libro?

Busqué mucho, la segunda edición de mi libro está en la imprenta. He indagado con denunciantes (entonces menores) del colegio Seminario Menor que dieron testimonio en mi libro y ante el vicario judicial y, al menos en el círculo de ellos, no conocen estas virtuales nuevas denuncias, aunque sí hablan de conocer esos casos. Sin embargo, respetan la privacidad de estos hombres. Nadie descarta que surjan nuevos denunciantes, de ahí también la urgencia de la Iglesia de sacar pronto a Precht. Ezzati no podía, dicen, enfrentar un nuevo escándalo con Cristián Precht.

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