Chile vale champignon

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Ricardo Palma Salamanca.

Con la cara llena de risa. Así salía Ricardo Palma Salamanca de la Corte de Apelaciones de París luego de escuchar el fallo que lo liberaba de ser extraditado de vuelta a Chile. No es para menos. En vez de tener que volver a la cárcel, va a recibir la protección, el cuidado y el apoyo económico de Francia para vivir el resto de sus días en el país galo. Como él mismo afirmó, luego de 26 años de "persecución", hoy ya puede respirar tranquilo y en paz.

Si bien no conocemos el fallo en detalle, podemos aventurar parte de sus argumentos. Que en Chile no estaban las condiciones para juzgar adecuadamente a Palma Salamanca; que su confesión fue obtenida bajo tortura; o que en realidad el nunca participó del hecho y que esto no sería más que una persecución política. Los mismos argumentos que usan los escuderos de Palma en Chile, entre los que se cuentan los Diputados Boric, Santibañez y Orsini. Todos ellos, con matices o no, dudan de su culpabilidad y cuestionan la imparcialidad de los tribunales que juzgaron a Palma Salamanca en su época.

Ese es el problema de fondo. Tanto los jueces franceses, como los Diputados chilenos, siguen argumentando la inocencia de Palma Salamanca basados en una visión sesgada y parcial de los hechos judiciales de esa época. Repiten como loros que en Chile no estaban las condiciones y que la única evidencia que incrimina al joven guerrillero sería su confesión obtenida bajo supuesta tortura.

Olvidan, sin embargo, que Palma Salamanca no fue detenido arbitrariamente, sino que a raíz de otro del secuestro de Cristián Edwards. Obvian también, que los mismos jueces que lo condenaron, hicieron lo propio con decenas de casos de violadores de derechos humanos tiempo después. Pasan por alto, finalmente, la cándida confesión de la propia madre de Palma Salamanca que ha confirmado que su hijo es el autor del asesinato del Senador Jaime Guzmán.

Son esta serie de circunstancias, las que sumadas a su fuga de la Cárcel de Alta Seguridad o su eventual participación en delitos en México durante sus décadas de clandestinidad, las que configuran con claridad la culpabilidad de Palma Salamanca y que, independiente del juicio particular que lo condenó, debieran ser evidentes para todos aquellos que, en nombre de la democracia, lo defienden.

¿Cuál es el trasfondo de esta ardorosa defensa entonces?

Sin duda, a los tribunales y al Gobierno francés le importan bien poco las menudencias de la historia política chilena. En lo concreto, y parafraseando al ex Ministro Ravinet (en su adaptación francesa), la justicia chilena vale champignon. Por lo tanto ni en este ni en otro caso, estarán dispuestos a validar la extradición de un guerrillero que habría luchado contra la opresión en un país ajeno.

Pero en el caso de los Diputados, el asunto es más complejo. Cuando la Diputada Orsini vuelve a defender a Palma Salamanca no lo hace inconscientemente, sino que motivada por la obligación ideológica que tiene de situarse en ese lado de la historia. Los hechos importan bien poco y las consecuencias políticas menos. Ella tiene que ser fiel al guion del Frente Amplio y de la extrema izquierda y salir a rebatir todos estos hechos, por muy evidentes que sean. Y si se vuelve complicado y la presión es intensa, pedimos disculpas y damos vuelta la página, como ya lo hicieron Boric y Santibañez. Ese es el modus operandi de la nueva izquierda y el caso Palma Salamanca ha sido el ejemplo vivo de eso.

Por tanto, al igual que los franceses, estos diputados también creen que la justicia chilena vale champignon, en la medida en que limita la defensa de sus intereses. Pero no solo eso: estos Diputados también deben creer que el resto de los chilenos también valemos champignon. Porque ellos sí conocen la historia política chilena, los detalles de este caso, y saben perfectamente lo que sus palabras y reacciones generan.

De nosotros depende, en las próximas elecciones, si seguimos eligiendo a autoridades para las cuales la verdad es irrelevante y están dispuestas a todo para imponer su ideología. Yo al menos, no estoy dispuesto a que me basureen de esa manera y voy a hacer todo lo posible porque exponer su evidente incoherencia.

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