Cómo el cuarto retiro se transformó en un arma de doble filo para Boric y Kast y el tironeo entre gobierno y oposición

El oficialismo está presionando para que la reforma se vote esta semana, lo que obligaría al presidenciable de Apruebo Dignidad a suspender su gira por el norte. En caso contrario, su ausencia contribuiría al fracaso de la iniciativa. Por su parte, cercanos al candidato republicano le han recomendado sumergirse y evitar costos sociales por oponerse a la medida.


Un tira y afloja se dio durante la mañana entre las bancadas de oficialismo y oposición respecto de cuándo votar la reforma por el cuarto retiro de ahorros previsionales.

Luego de que la comisión mixta -integrada por diputados y senadores- aprobara una propuesta en votación dividida, la apuesta inicial del presidente de la Cámara, Diego Paulsen (RN), era someter a votación la iniciativa este jueves, cobrándole la palabra a la oposición y en especial a los partidarios del candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, que habían expresado su premura por esta reforma.

“Cuando ellos tienen que sesionar, han puesto trabas y más trabas... Dejemos de alargar esto y no ocupemos esto como una estrategia electoral”, dijo ayer Paulsen.

La ausencia de Boric

Sin embargo, la jugada del presidente de la Cámara también tenía un componente electoral. En momentos en que Boric se encuentra en gira por el norte del país, si Paulsen obligaba a votar el cuarto retiro el jueves, ponía en aprietos al presidenciable frenteamplista, ya que su ausencia pondría en riesgo la aprobación de la reforma.

La inasistencia de Boric ayer, en la discusión por el proyecto de aborto, que fue rechazado en la sala de la Cámara, ya le había traído críticas al candidato presidencial, a pesar de que estaba pareado con diputados del oficialismo.

En este caso, el cuarto retiro, al ser una reforma constitucional, que requiere sí o sí del apoyo de 93 diputados, los pareos no sirven, por lo que Boric podría verse obligado a suspender sus actividades de campaña e ir a votar. No participar de esa discusión podría exponer al diputado magallánico a un cuestionamiento social más amplio que lo que fue el rechazo del aborto, según admitían hoy dirigentes del Frente Amplio.

Frente a esta presión, la respuesta de la oposición y en especial de los partidarios de Boric fue acordar que el informe de la comisión mixta recién saliera a la luz el viernes, así permitía que el cuarto retiro se votara el lunes o martes, dándole tiempo al candidato de Apruebo Dignidad para reprogramar su agenda y llegar a votar.

Esta mañana, la diputada y jefa de bancada del PC, Karol Cariola, garantizó que todos los parlamentarios del pacto de Apruebo Dignidad estarían presentes para votar a favor del cuarto retiro. “Esa es la decisión política que hemos tomado”, dijo, pensando que la reforma se votaría el lunes o martes de la próxima semana.

No obstante, a la misma hora en que Cariola hacía su punto de prensa, el gobierno sorpresivamente le puso “discusión inmediata” al cuarto retiro, lo que obliga a que la comisión mixta despache el informe en dos días y la Cámara vote la iniciativa dentro de dos días más. Es decir, no más allá del domingo en términos teóricos.

A juicio del subsecretario general de la Presidencia, Máximo Pavez, el proyecto debe votarse esta semana y justificó la necesidad de apurar el tranco para “despejar las incertezas” que este proyecto había generado del punto de vista político, social y económico. “Nos llama profundamente la atención que los mismos parlamentarios que urgieron por este proyecto, hoy día están influyendo para que este proyecto no llegue”, dijo Pavez.

La ausencia, sin embargo, no es el único flanco para Boric. Gran parte de los economistas y rostros políticos que han ingresado a su comando, como el senador PS Carlos Montes, han sido críticos de los retiros como política pública, por lo tanto, su voto a favor es un tema que es más difícil de justificar del punto de vista técnico.

Pese a ello, hoy Boric reiteró que mantenía su apoyo. “Nosotros no vamos a trabar ese debate”, dijo.

La estrategia del silencio de Kast

No obstante, el nuevo giro de ahorros previsionales también implica un escenario riesgoso para José Antonio Kast.

Si bien él siempre se ha opuesto a este mecanismo para sortear la crisis social producto de la pandemia, dada la expectación social que se ha generado, cercanos le han recomendado sumergirse y evitar opinar del tema, ya que no tendría por qué dar explicaciones de cómo votan los parlamentarios de derecha que no eran necesariamente de la coalición política que lo apoyó en primera vuelta.

“Yo siempre he señalado que los retiros no son un tema de principios, que es una mala política pública (...); nos han llevado a que personas que aspiran tener su vivienda propia a través de un crédito hipotecario, hoy día lo ven como un imposible, porque subieron las tasas de interés”, dijo por ejemplo el presidenciable del Partido Republicano el pasado 22 de noviembre.

En su comando comentan que Kast está consciente de que no puede repetir la experiencia de Sebastián Sichel, quien trató de ordenar a la derecha en contra del cuarto retiro y al final se transformó en un bumerán para su campaña, cuando tuvo que admitir que había retirado sus fondos en la primera reforma del 10% para trasladarlos a su APV.

El caso de Yasna Provoste también es otro ejemplo que está presente entre los cercanos a Kast, ya que ella intentó alinear a sus partidarios a favor del retiro y tampoco eso le rindió frutos electorales.

La estrategia del equipo de Kast de no inmiscuirse en ese debate, sin embargo, tiene un flanco, ya que la oposición perfectamente podría emplazarlo y comenzar a usar el cuarto retiro para agrietar el apoyo al republicano en sectores medios, que serían los principales beneficiados con este nuevo giro previsional.

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