Otro debate entre lo público y lo privado: La plaza que tiene de las mechas a los vecinos de Cerro Castillo en Viña del Mar

Mucha bulla, botellas con alcohol y hasta un poco glamoroso uso como "camarín", para los bañistas de Caleta Abarca que eligen cambiarse allí de ropa. Los vecinos del mirador Plaza Jorge Alessandri, en las alturas de la Ciudad Jardín, no están contentos. Algunos piden soluciones. Otros llaman a la calma. La junta de vecinos del exclusivo sector recibe opiniones. Hasta cerrar o restringir.


La pequeña Plaza Jorge Alessandri debe ser de los miradores más acogedores de Viña del Mar. Se ubica en pleno Cerro Castillo, justo arriba de un ícono regional como el Reloj de Flores, y a diario recibe residentes y visitantes, solos, con parejas y con sus mascotas. La mayoría de ellos sube al cierre de su jornada playera en Caleta Abarca, el popular balneario del sector, y busca apreciar en altura la puesta de sol viñamarina.

Eso, desde el punto de vista de los afuerinos. Para los residentes, en cambio, se trata del período del año en que la junta de vecinos recibe más "reclamos" por visitantes extraños. Los llamados, dicen en aquella pequeña repartición, principalmente tratan sobre jóvenes que consumen alcohol, grupos que permanecen hasta altas horas de la noche en el lugar y conversaciones a volúmenes exagerados. Eso dicen.

El lugar no es cualquier lugar. Al menos en términos de "linaje". Allí se cuentan, entre los vecinos, a relevantes autoridades nacionales, como el Presidente de la República -en el tradicional palacio que lleva el nombre del sector- y el director regional de Carabineros.

Un comunicado, vía correo electrónico, fue lo que encendió la polémica. Hace pocos días cerca 260 vecinos inscritos en esa junta recibieron el escrito, que buscaba un consenso para resolver las "incivilidades" a las que está expuesta la plaza. No se esbozaron soluciones, aunque una de las propuestas que ronda en el boca a boca de la calle es cerrar el sector y establecer horarios.

"Hay cierta división, pero nosotros no estamos por cerrar el espacio para exclusividad, sino que contar con un horario para evitar el carrete clandestino", explicó el presidente de la junta de vecinos de Cerro Castillo, Rodrigo Vidal.

Y el tema ha ido creciendo. Justo en semanas cuando el debate sobre lo público y lo privado ha estado más de moda que nunca, tras el incidente del presidente de Gasco en Lago Ranco. Qué es de Chile y los chilenos, y qué pertenece a un dueño de casa específico hoy puede convertirse en algo más que un simple entrevero.

Reuniones y privatización

La plaza no mide más de 20 metros por lado. Su forma asemeja a un trapecio y la superficie del mirador termina en una quebrada, por donde también existe un acceso, que además está señalizado como vía de evacuación ante eventuales tsunami. O sea, frente a un desborde del mar, por allí debe arrancar la gente.

El llamado "Mirador Jorge Alessandri", además, es un homenaje al ex Presidente de Chile con un monumento justo al medio de la pequeña plaza. Está entre las calles Balmaceda y Murphy y cuenta con cinco bancas que miran hacia el mar. Todo rodeado de pasto.

Algunas históricas vecinas del sector tienen su voto claro. María Catalán vive frente a la plaza y asegura que "venden droga, en las mañanas aparece lleno de botellas, calzones, condones, hemos contado hasta cien personas que están en la noche".

Lucy De Solorza, quien acompaña a María, cuenta que ha participado en reuniones donde hasta se ha planteado cercar todo el Cerro Castillo: "Sería ideal, pero no se puede, esto es público y bonito, pero la gente se viene a cambiar ropa de la playa; poco menos que nos hemos volado nosotras con la marihuana".

Sobre la posibilidad de instalar una reja, que es otra de las soluciones comentadas en los cerros vecinales, hay diferentes posturas. El presidente del Colegio de Arquitectos, Alberto Texido, no vea con buenos ojos la idea. "El espacio público es un valor para compartir, es para todos, y una reja sería una señal de dificultad de la convivencia en la ciudad y una problemática en la administración municipal. Las buenas áreas verdes de Cerro Castillo están siendo privatizadas hace tiempo".

Hace varios años, la Plaza Berger, del mismo cerro, se cierra eso de las 19 horas y tiene a un guardia de Carabineros de punto fijo. Dicho espacio está a un costado de la casa asignada para el director de la institución.

Concejo municipal

En el Consejo de Seguridad Pública, del municipio, también hay discrepancia. El concejal Jaime Varas (UDI) asegura que "la posición de los vecinos es lo más importante y establecer horarios es una medida correcta; se debería hacer en varias partes de la ciudad, como en la Plaza Colombia (costado del Casino), porque las incivilidades son preocupantes".

La concejal Laura Gianicci (DC) sostiene que "entiendo a los vecinos, pero no estoy porque la solución sea cerrar y abrir una reja. ¿Quién se haría cargo? Yo prefiero la prevención, nosotros hemos visto estos casos, pero cuando se trata de calles y pasajes, pero esto es una plaza-mirador, y pienso que no se puede, tenemos muy pocas áreas verdes públicas".

Por ahora, el mirador de Cerro Castillo sigue contemplando las puestas de sol.

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