El áspero escenario que recibe a un madrugador Mario Salas en Colo Colo

Mario Salasps
Foto: Photosport.

El técnico llegó al Monumental a las 8 de la mañana, para cumplir su primer día de trabajo en el club. Es el único factor de consenso en un directorio dividido y con un camarín que busca renovación.


Esta tarde, Mario Salas dirigirá su primer entrenamiento al mando de Colo Colo, el equipo que siempre soñó dirigir y del que toda la vida fue hincha, de acuerdo a confesión propia. Y lo hará en medio de un ambiente complejo, cómo ha sido la tónica durante los últimos meses.

La jornada del Comandante se inició muy temprano. A las 8 de la mañana, su automóvil ya estaba estacionado en las dependencias del complejo de Macul, para ejercer sus primeras tareas en el primer equipo. Entre otras cosas, resolver en conjunto con Marcelo Espina los nombres de futbolistas que se mantienen en la plantilla, con el caso de Jaime Valdés como gran duda de cara al inicio de la pretemporada en Buenos Aires, a partir del 6 de enero.

Salas arriba al club de sus amores como el único elemento de consenso en un directorio marcado por las diferencias entre el bloque de Aníbal Mosa y el de Gabriel Ruiz Tagle y Leonidas Vial, las que se están resolviendo en los tribunales ordinarios y también en los de la Comisión para el Mercado Financiero. El exvolante, al menos, es del gusto de toda la mesa, por su propuesta ofensiva, su trabajo con jóvenes y su carácter.

En el camarín el DT encontrará varios jugadores menos en relación a los que había el año pasado. A saber: Lucas Barrios, Fernando Meza, Gonzalo Fierro, César Pinares, Pablo Soto, Bryan Véjar, Nicolás Maturana. También hay otros que están en la cuerda floja, cómo Jaime Valdés, sobre quien el club ha deslizado la posibilidad de buscarle una "salida amigable".

Si bien Salas no tendrá injerencia en el fútbol joven, sí tendrá la misión de promover a valores de las inferiores para nutrir al primer equipo, algo que durante la temporada pasada terminó siendo una complicación, ya que Héctor Tapia nunca estuvo convencido del nivel de los Sub 20 que tuvo a su disposición.

Marcelo Espina, director deportivo y gran amigo de Salas, manifestó que la idea es dejar trabajar tranquilo al técnico en sus dos años de contrato. Eso sí, para el directorio la exigencia fundamental en esta primera temporada es estar peleando el título o al menos asegurar la clasificación a la Copa Libertadores 2020, pues no haber clasificado para la edición de este año le significó a los albos dejar de ganar una importante suma de dinero.

A la espera de refuerzos (por ahora solo se incorporó Juan Carlos Gaete, exdelantero de Cobresal), Salas inicia el desafío más importante de su carrera, con la misión de devolver en algo la paz con resultados en la cancha. Aunque durante la era de Blanco y Negro, las aguas nunca han estado lo suficientemente tranquilas.

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