El contraataque de Iris Salaberry: demanda a la Municipalidad de Ñuñoa por despido injustificado y pide $ 50 millones por daño moral

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El escrito judicial critica al alcalde Andrés Zarhi y acusa "hostigamientos" de funcionarios municipales. "Hasta el día de hoy no puede andar sola por las calles ya que la situación la tiene tan agobiada que se marea y le dan bochornos", se plantea en la acción judicial ingresada a inicios de diciembre.


Cuando fue despedida de la Municipalidad, Iris Salaberry acusó un "montaje". Su despido fue a consecuencia de un escándalo protagonizado por su hermano, el exsubsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry. La radio Biobío reveló, en septiembre, que la exautoridad de gobierno no había respetado tres las luces rojas mientras transitaba por la comuna de Ñuñoa el pasado 25 de agosto.

Más allá de las infracciones de tránsito, la situación supuestamente escaló a insultos hacia un fiscalizador municipal de Seguridad Ciudadana. Y la hermana del aludido, Iris Salaberry, habría intentado anular el parte de tránsito.

Días después, el entonces subsecretario respondió diciendo que "es completamente falso, de falsedad absoluta, que haya cometido una infracción de tránsito y mucho menos que haya insultado a un funcionario municipal". El entonces Subdere presentó su renuncia e incluso la fiscalía Oriente abrió una investigación, que quedó radicada en manos del fiscal jefe de Alta Complejidad, Felipe Sepúlveda.

Pero la historia no quedó solo en esos episodios. A fines de diciembre, Iris Salaberry contrató al abogado Miguel Brunaud y presentó una demanda laboral en el 1º Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago. La acción judicial es por despido injustificado, nulidad del despido, daño moral y cobro de prestaciones laborales.

"Mi representada fue víctima de constantes y reiteradas situaciones de maltrato laboral de parte de diferentes funcionarios municipales; dentro de ellos destacan el alcalde don Andrés Zarhi y la concejala Patricia Hidalgo, quienes efectuaron acusaciones gravísimas, dando por hecho situaciones que se alejaban completamente de la realidad, la denostaban con situaciones personales que no tenían nada que ver con el trabajo que la demandada realizaba", se lee en el demanda.

El escrito señala que "los malos tratos comenzaron a ser más frecuentes producto de una situación en donde se vio involucrado su hermano, el señor Felipe Salaberry, con los funcionarios municipales". Luego, se advierte que los "hechos no fueron acreditados y se hicieron tan polémicos por parte de los funcionarios de la municipalidad al punto de verse envuelto los medios de comunicación".

Toda esta situación, plantea el libelo, le generó a Iris Salaberry "un desgaste emocional severo, donde se vio coartado su desarrollo laboral y ha acudido en búsqueda de trabajo; y lo más importante es que se vio quebrantada la estabilidad emocional, causándole dolor y pesar".

El abogado de la exfuncionaria municipal también critica "la cobertura desproporcionada" que hicieron los medios de comunicación al caso. Incluso reprocha las declaración que dio el alcalde Zarhi en la televisión, en las cuales "se refirió a información de índole personal de mi representada que no tenían relevancia alguna con lo sucedido en ese momento, lo cual causó un daño emocional muy grave, esto en razón de ser su vida privada expuesta en los medios de comunicación".

La demanda agrega que Iris Salaberry fue víctima de "hostigamiento" por parte del resto de los trabajadores municipales y que ha recibido "amenazas por las redes sociales". También plantea que su privacidad se vio afectada: "Los periodistas invadieron el lugar donde vivía y producto de esto no podía salir de su hogar ya que era hostigada".

El escrito judicial termina señalando que "hasta el día de hoy no puede andar sola por las calles ya que la situación la tiene tan agobiada que se marea y le dan bochornos, bajó de peso drásticamente, padece una alergia contundente, además se encuentra con terapias siquiátricas, no puede conciliar el sueño al recordar todos los malos tratos e incluso las falsedades en que se vio involucrada sin siquiera pensar jamás en verse expuesta a tales situaciones".

Por todos estos hechos, calificados como "daño moral", Iris Salabrry pide una indemnización de $ 50 millones y otros $ 6.435.000 por otras prestaciones laborales.

La Tercera PM consultó a la Municipalidad de Ñuñoa la cual respondió que "actualmente hay un sumario en curso, por lo que el municipio no puede emitir declaraciones frente al caso consultado. Respecto de la demanda, el municipio fue notificado y se está a la espera de llevar a efecto la audiencia de juicio preparatorio laboral. En dicha instancia se aportarán los antecedentes que correspondan".

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