Entre el temor y la urgencia: Los efectos del positivo de Everton en la operación retorno del fútbol

El infectólogo de la Roja, Jaime Labarca, también miembro de la comisión médica que alista la vuelta de la actividad, detalla la importancia del primer futbolista contagiado por Covid-19 en el medio local. Los clubes toman resguardos.


La llegada del Covid-19 al fútbol chileno, afectando directamente a un jugador, genera preocupación. Un futbolista de Everton, que se sometió a exámenes durante la jornada de ayer en la tarde, tras el regreso de las vacaciones, dio positivo y se convirtió de inmediato en un caso sospechoso a la espera de la confirmación. La respuesta del test definitivo se recibirá en las próximas 48 horas. El club está haciendo un monitoreo diario al futbolista, quien desde ya recibió la orden de aislarse. El cuadro viñamarino suspendió todas las actividades programadas durante los próximos días. Horas antes, Colo Colo confirmó que un canchero también estaba con Covid-19.

Lo cierto es que la noticia golpeó al fútbol nacional. La comisión retorno, que prepara la vuelta del fútbol chileno, comenzó a intercambiar WhatsApp. Querían saber detalles de lo sucedido. Los miembros del grupo compuesto por Marcelo Espina (Colo Colo), René Rosas (Universidad de Concepción), Johann Giesse (Deportes Iquique), Hernán Rosenblum (Ñublense), Cristián Ogalde (Magallanes) y Leonardo Zúñiga (Deportes Melipilla) intercambiaron ideas. Más aún cuando ayer, Rodrigo Robles, gerente de ligas profesionales de la ANFP, adelantó que durante junio debiesen los clubes volver a las pretemporadas.

Desde la comisión retorno, están a la espera del PCR que confirme el COVID del futbolista ruletero. “Al jugador de Everton aún falta que le hagan el examen PCR. En el caso del canchero es la señora de la contagiada y aún falta un examen. Sin perjuicio de lo anterior, no influye en los planes porque todos están dentro de un mundo que se puede contagiar”, dicen. Incluso, los miembros de la mesa se amparan en el regreso de la competencia de Alemania, que ya registra una serie de contagiados y que esto no impidió que vuelva a jugarse el próximo 16 de mayo.

En contacto con La Tercera, Jaime Labarca, el infectólogo de la Roja, y miembro de la comisión médica que asesora a la comisión retorno, llama a la calma. Asume, sin embargo, que el momento del país es crítico y que no se debe hablar aún de un eventual regreso a las canchas. “Cada vez tenemos más casos, en todos los sectores ha sido bien explosivo, no solo en el fútbol. Estamos claramente en la etapa más dura, subimos un escalón. No veo que bajen los contagiados y eso me preocupa”, dice el profesional.

“En el caso de Everton creo que se debe destacar positivamente que los clubes estén realizando tests de coronavirus. Los jugadores pueden tener una infección con síntomas adquiridos con la comunidad. Es importante saber qué fase de la enfermedad está cursando, porque también pueden haber otros jugadores que tienen el virus y no tienen los síntomas”, agrega. “Los clubes deben estar preparados para la vuelta, con todos lo necesario para cumplir los protocolos exigidos”.

En relación al retorno del fútbol, Labarca se detiene para entregar una respuesta: “No retrasa la planificación. Acá hay un punto súper importante porque mientras la epidemia no baje en el país es difícil planificar con una fecha exacta, solo se habla de fechas estimativas. No se pueden dar plazos fijos cuando esto está en aumento. El fútbol no hará nada sin la autorización de los órganos correspondientes al Ministerio de Salud”, cierra el experto en epidemias.

Alerta en los clubes

En los clubes del fútbol chileno toman nota de lo sucedido en Viña del Mar. Varios elencos, han tomado medidas de cara a la pandemia que golpea al mundo. Están en contacto a diarios con sus futbolistas, y si uno llega a presentar síntomas debe realizarse de manera inmediata el examen de Covid-19. Así al menos funciona en Universidad de Chile e Iquique, elencos que vacunaron a sus jugadores contra la influenza y han preferido mantenerlos aislados.

En Universidad Católica siguieron un camino similar. Vacunaron a todo el plantel y sus funcionarios en abril contra la influenza. Se realizó en San Carlos de Apoquindo, con horarios parcelados para que los futbolistas no se toparan. “Con respecto a test u otras medidas en las posibles vuelta, los protocolos se están armando con nuestra área médica en base a las recomendaciones que se están armando centralizadamente en la ANFP y su contacto con el MINSAL, y estudiando casos de otros países”, dicen desde Cruzados. En Colo Colo, en tanto, las vacunas no están consideradas para el primer equipo, pues según ByN no existe un vínculo laboral tras la mediación que el plantel sostiene con la concesionaria en la Dirección del Trabajo. “Enviarles un instructivo oficial de vacunación a los jugadores sería una prueba de relación laboral”, advierten en Macul.

En O’Higgins, en tanto, están a la espera de la vacuna contra la influenza. Sus jugadores no salen de sus hogares para evitar cualquier contagio. “No hemos hecho los exámenes a los jugadores porque están en su casa entrenando. Tenemos todo un cuerpo médico que los monitorea a diario, y ninguno con síntomas. La vacuna de la influenza aún no llega a Rancagua. Estamos esperando que esté para poder llevar al plantel a vacunarse”, dice Pablo Hoffman, gerente general de la escuadra celeste.

En Universidad de Concepción, en tanto, lograron pinchar a sus jugadores durante los últimos días y creen que el positivo de Everton no influirá en los planes del fútbol. “El proceso de vuelta será gradual y evidentemente se regirá por la información que entregue la autoridad. Podríamos entrenar en pequeños grupos desde junio”, dice Mario Parada, presidente del elenco del sur.

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