Habla uno de los padres de "Pedro, Juan y Diego", los personajes de la columna de Daniel Matamala: "Nosotros estamos discutiendo hipótesis"

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Ricardo Paredes asumió como rector del Duoc UC desde 2015.

Ricardo Paredes, rector del Duoc y autor de la investigación en que basó su última columna el periodista, cuenta sobre los avances del trabajo, que espera en marzo ya tener traducido en un primer paper. Uno de los objetivos apunta a definir cuánto influye el mérito académico en el mercado laboral y hasta dónde aspectos como el elitismo y la discriminación juegan en favor de quienes tienen menos peso académico, pero más redes y roce social.


La historia de Pedro, Juan y Diego, relatada por el periodista y columnista de La Tercera, Daniel Matamala, como una prueba estadística de cómo "el elitismo disfrazado de 'roce social'" puede desmitificar  la tesis de que "la sociedad recompensa el talento y el esfuerzo de sus hijos" a la hora de competir en el mercado laboral.

En la columna publicada este domingo, Matamala da cuenta de una investigación inédita desarrollada por Francisco Meneses, estudiante de doctorado en Duke; Christian Blanco (Cned) y Ricardo Paredes, rector del Duoc, en donde cruzaron tres bases de datos: los resultados del Simce 2004 de 8° básico, la PSU 2009 y los sueldos de 2017 para, entre otras cosas, verificar cuánto premia el mercado laboral las trayectorias de estudiantes de diferentes estratos. La conclusión que expresa el periodista es que Diego, un alumno de bajas notas, pero que estudió en un buen colegio, lo más probable es que hoy sea jefe de Juan, el alumno talentoso, de un colegio público y que a lo largo de la trayectoria logró un rendimiento académico que lo destacó entre los mejores de su cohorte.

En medio de las diferentes reacciones que generó la publicación, que incluso la llevó a ser trending topic durante el domingo, uno de los autores del estudio, Ricardo Paredes, interrumpió el primer día de sus vacaciones para profundizar en el tema y hacer algunas aclaraciones técnicas.

¿En qué estado está este estudio?

Está en desarrollo y yo diría que la primera fase de un estudio así generalmente parte motivada por datos que son muy interesantes. Por ejemplo, esta consistencia en el tiempo de una brecha que no existe cuando uno es más joven. Con la motivación tenemos una línea de investigación que tiene que ver con una trayectoria y elitismo, también, pero con  trayectorias académicas. Acabamos de publicar en una revista, Calidad de Educación, sobre trayectorias en la educación superior y esto es parte de esa línea. Ahora, como parte de un estudio con preguntas y datos motivadores que a uno le abren más preguntas que respuestas. Por ejemplo, ¿qué es lo que está detrás de esta enorme diferencia de salario en la vida? Ahí la gracia, creo yo, de las ciencias sociales o de los métodos científicos, es tratar de aislar los efectos. Me explico: si uno viera datos de criminalidad relacionados con situación económica, uno va a decir que, claramente, los mayores criminales son más pobres, eso es así en una primera instancia. Ahora, si uno cree que la pobreza conduce a la criminalidad o si la policía vigila más a los segmentos más pobres o si los jueces son más duros con la gente pobre y los criminales ricos no aparecen, eso está abierto y hay que estudiarlo. Entonces aquí es lo mismo.

¿Cuándo partieron con la investigación?

Esta es una línea de trayectorias que estamos desarrollando como hace dos años, pero este estudio en particular es mucho más reciente, o sea, esto ha salido en los últimos tres meses. Entonces, está crudito para concluir todavía, no estamos en condiciones de concluir tan fuertemente y yo creo que la gracia de un estudio así será poder distinguir cuánto de esta diferencia obedece a qué factores. Cuánto de esta diferencia obedece efectivamente a factores de formación, de preferencia, elección y a factores también de elitismo y segmentación. Ese es como el desafío más grande, eso nos falta.

¿Cree que la conclusión que se expresa en la columna, es decir que Diego, el alumno mediocre, pero con redes y que estudió en buen colegio, lo más probable es que hoy sea jefe de Juan, el alumno del mérito académico, pero proveniente de un colegio público?

O sea, es una hipótesis que uno no descarta, no descarta que toda esta diferencia o parte fundamental de esta diferencia obedezca a estas razones. Por eso yo digo que es una columna muy desmotivadora, pero no podemos considerarla que esta es una conclusión de un proceso de investigación todavía. Creo yo que una de las hipótesis que tenemos, que uno podría explorar y sugerir, es efectivamente lo que plantea Daniel Matamala en su columna, o sea, que detrás de toda esta gran brecha hay un elitismo, una segmentación, etc. Pero sin duda que eso es una hipótesis que al menos, uno podría cuestionarse y eso es lo que hacemos nosotros, es decir, si es eso no más o hay otros factores. Por ejemplo, si eso fuera así uno debería observar que hay empresas o empresarios no discriminadores que ganan mucho más dinero que los discriminadores.

Explique eso...

En metodología científica hay temas de causa y efecto en distintas correlaciones, y también se llama equivalencia observacional, o sea, que un mismo hecho esté explicado por dos teorías completamente distintas. Eso es lo que viene ahora, nosotros estamos discutiendo hipótesis y estamos viendo cómo distinguir si una hipótesis es más fuerte que otra, en eso estamos.

¿Es muy preliminar como para llegar a una conclusión?

Yo diría que desde el punto de vista científico definitivamente nadie podría presentar resultados así como conclusiones científicas. Sería lo mismo que te digo si tu observaras la correlación de la delincuencia relacionada con la pobreza y tú concluyeras que los jueces están favoreciendo a los ricos. O sea, es posible, pero también podría ser que los ricos tienen mejores abogados y esa es toda la explicación o alguien podría plantear que los pobres son por ADN más delincuentes. O sea, son cosas completamente distintas, tiene implicancias de políticas radicalmente diferentes y tú no puedes deducirla a partir de una tabla de dupla entrada, que en el fondo es lo que tenemos ahora. Tenemos gráficos con un entrada, digamos, Simce, notas y después ingresos en el tiempo, entonces eso todavía no está para conclusiones. Ahora, fíjate hay otra cosa que yo encuentro que es súper interesante y esto, claro, hay gente que se motiva por mostrar cosas y casualidad. Nosotros con este grupo en general tenemos una motivación adicional que es hacer cosas, o sea, algunas consecuencias. Qué hacemos, qué se deriva si es que lo que tú observas es tal cosa y qué política deberíamos implementar. Yo lo que tengo es mucha esperanza, no es un tema ideológico, de que esto, esta brecha no sea un puro factor de discriminación o de elitismo, porque si fuera así hay muy poco que hacer. O sea, tú podrías cerrar los colegios privados, pero eso no te va a terminar el elitismo en otro lado.

¿Cuándo se conocerán en propiedad los resultados y las conclusiones?

Yo creo que a fines de marzo vamos a tener un primer paper donde va a estar abierto para que nos saquen la mugre, pero conociendo la metodología que hicimos, las interpretaciones que caben. Yo creo que ahí sí. De repente me dicen "manda el estudio", pero no está el estudio todavía.

¿Cuál es su opinión respecto a la discusión que se ha abierto sobre el tema de fondo de la columna, es decir, la selección por mérito académico?

Yo tengo la opinión de que el mérito, cuando es mérito, vale la pena premiarlo. Que en niños muy, muy chicos, digamos en escolar, hay muy poco atribuible al mérito.

¿Séptimo básico, por ejemplo, que es cuando parte la selección?

Pero en educación media yo tengo mis matices. Creo que ahí en educación media, tal vez uno podría no atribuirle todo el mérito al niño, pero sí a la familia. Hay familias que se sacan la mugre para que cabros accedan a colegios o liceos un poco más exigentes, y yo creo que es un tema abierto. A mí no me complica que uno incluya un factor de notas o de esfuerzo que están reflejados en los esfuerzos del niño o de la familia dentro de un algoritmo de selección. O sea, dos personas iguales, uno con mejor notas que otro, privilegiar al que tiene mejores notas. Yo no tengo ningún problema ético con eso.

Sí lo tengo con la educación muy básica, muy temprana. Definitivamente no tengo ningún problema con la educación superior, que selecciona por mérito. Y por lo tanto tengo ahí una opinión.

Ahora, si esta discusión del elitismo se relaciona con el mérito yo creo, -y digamos las propuestas que están aquí abiertas arriba de la mesa por parte del Frente Amplio o el senador Felipe Kast para esta Ley Machuca-, a mí me parece que cualquier propuesta tiene que basarse en financiamiento. Tiene que haber financiamiento detrás. Y lo que yo entiendo de la propuesta de la oposición es que ahí no tienen claro si hay financiamiento estatal o no. Porque mientras Matías Walker dice que hay financiamiento estatal, la gente del Frente Amplio dice que no hay y que tiene que ser a costo del sostenedor.

Y ahí yo tengo temas prácticos de cuál es la bajada. Porque fíjate que si obligaras al 1% a ser financiado por el resto, el costo al resto de los padres le sube un 1%. Es decir, si tú obligas al 30% a ser financiado por el restante 70%, el costo de los padres que paga les sube cerca de un 45%. Y las consecuencias de un alza de aranceles o de pagos de 45% de los padres, yo preveo que algunos padres retirarían a sus hijos de ahí. Posiblemente muchos colegios terminarían sin canchas de rugby, y esas instancias extra curriculares se irían fuera del colegio.

Entonces yo lo que veo sin discutir la vocación, el deseo de integración que puedan tener distintas propuestas, trato de mirar las consecuencias que uno no desea. Y a mí me parecería muy malo que buena educación y financiamiento privado se retirara del sistema.

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