“¿Viste la noticia o no?”. Jorge Huenchullán, werkén de Temucuicui, le hacía la pregunta a su pareja, Carolina Padilla, la mañana del jueves 7 de enero. Sería un día ajetreado, dado que el Ministerio Público había ordenado a la PDI ingresar a la comunidad, ubicada en Ercilla, para incautar 40 kilos de marihuana procesada y 1.277 plantas de cannabis. Pero, el wekén tomó sus resguardos, tal como quedó registrado en una escucha telefónica de esa jornada, ya que su móvil estaba interceptado por la policía.

Jorge Huenchullán: Van como 40 camionetas entrando pa’ allá, por Quichiregua pa’ dentro, PDI, pacos, toda la hueá (sic)

Carolina: ¿No hue...?

Jorge Huenchullán: Van entrando caleta de pacos, caleta de pacos pa’ allá, dirección a Temu.

Carolina: Chiuuu...

Jorge Huenchullán: ¿A dónde tái?

Carolina: Yo aquí, llegando a la casa

Jorge Huenchullán: Ya, este saca la cuestión más importante. Eso. Todo eso. Sistema.

Carolina: Ya. Ya, oye.

La conversación duró 47 segundos y hoy, para la PDI y el Ministerio Público, recobra más fuerza. De Huenchullán nunca más se supo, hasta el 30 de junio: ese día cayó internado por un contagio de Covid-19 al Hospital de Victoria. La Fiscalía ordenó su detención y se fijó la formalización, pero en una hábil estrategia judicial, su defensa -representada por la abogada Karina Riquelme- logró que la Corte de Apelaciones de Temuco acogiera una petición de la defensa que suspendió la orden de detención que había sido decretada. Pero como tal advirtieron el gobierno y la Fiscalía, Huenchullán nunca se entregó.

La situación generó molestia tanto en el Ministerio Público como en La Moneda, y también en las policías ¿Por qué? La interrogante que se abre entre las autoridades policiales, tanto de la PDI como de Carabineros, es si van a poder o no volver a ingresar a la comunidad Temucuicui. La última vez que lo hicieron, amparados en una orden judicial, fue ese 7 de enero. Pese a que la diligencia se realizó con 800 detectives, terminó con 11 policías heridos y uno fallecido.

El jueves pasado el fiscal Felipe González, en una audiencia vía Zoom, formalizó al comunero por tráfico de drogas y teniencia ilegal de armas y municiones. Tras esto, la justicia decretó su prisión preventiva por considerar que su libertad es un peligro para la seguridad de la sociedad. Como Huenchullán estaba desde su casa siguiendo la transmisión, se le dio un plazo de 24 horas para presentarse ante el tribunal y al no ocurrir esto, se lo declaró en rebeldía.

“Despáchese orden de detención en contra del imputado Jorge Álvaro Huenchullán Cayul (...), ordenando desde ya el ingreso del referido al CDP de Angol o a la Unidad Penal más cercana a su domicilio, una vez que sea habido. Cúmplase por personal del grupo especializado de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la Policía de Investigaciones de Angol”. Así, el Juzgado de Garantía de Collipulli formalizó la solicitud de aprehensión del wekén.

A 48 horas de dictada la orden de detención, Huenchullán -imputado por tráfico de drogas- aún sigue prófugo de la justicia. En el gobierno estiman que la decisión del Poder Judicial, al momento de decretar su libertad el 26 de julio, no fue la adecuada, tomando en cuenta la realidad que se vive en la zona. Por lo mismo, cuando el werkén no se presentó a la audiencia, muchos ratificaron lo que pensaban que ocurriría.

Si bien la diligencia fue despachada a la PDI, en caso de querer ingresar Carabineros deberá asignar un contingente para resguardar el operativo. En la policía uniformada, sin embargo, asumen que habrá que hacer lo que disponga la justicia: “Si nos piden cooperación, vamos. Eso lo que hay que hacer, pero tomando en cuenta lo que ocurrió en enero, claro, no va a ser fácil”, dice una alta fuente de la institución.

En el Ministerio Público coinciden con las aprehensiones de las policías, más si se tiene en cuenta que cuando las patrullas policiales avanzan por los bosques que anteceden la comunidad Temucuicui, los comuneros lo advierten de inmediato. El werkén, dicen fuentes del caso, tiene claro este escenario.

Las mismas fuentes consultadas señalan que lo más probable es que el imputado esté en Temucuicui, sabiendo que su detención en este territorio es complejo para las policías. Ya algunas pistas de su paradero entregó su abogada, Karina Riquelme, el sábado en Twitter: “Jorge Huenchullán no está prófugo de la justicia. Él se encuentra en territorio indígena llamado Wallmapu, territorio mapuche, donde existe el Az Mapu, derecho propio mapuche que busca resguardar su integridad, su vida y su recuperación. Somos un país plurinacional, no lo olviden”.

El rastreo de sus bienes y una piscina

Si bien la captura de Huenchullán es prioridad, la causa judicial avanza por un carril paralelo. Para los investigadores es fundamental recopilar los antecedentes necesarios para una eventual condena, por lo que durante las últimas semanas se han concentrado en analizar el historial financiero del werkén, a quien se le atribuye tráfico de marihuana para sustentar sus ingresos.

“Se determinó que Padilla Manquel (pareja del werkén), no registra actividad laboral, teniendo como principal actividad u oficio, dueña de casa, con una remuneración estimada de $100.000 (cien mil pesos), sin inicio de actividades ni registro como socio de alguna empresa. En situación similar se encuentra Jorge Huenchullán, no registra sociedades ni empresas, con una renta estimada de 301.000 pesos, además registra domicilio en la comunidad Temucuicui, Ercilla. En igual escenario se encuentra Kevin Espinoza (yerno de Huenchullán), quien no mantiene actividad crediticia ni financiera, registrando una renta estimada de $298.931 pesos”, dice uno de los análisis de la PDI.

Por lo mismo, para los invetigadores resulta sospechoso el valor de los autos que mantiene la familia. En ese sentido, los peritajes de este patrimonio dan cuenta de un station wagon, marca Toyota, modelo New Rav4, color plateado, año 2020, placa patente LWKG-14, avaluado en $18.490.000, registrado a nombre de la pareja de Huenchullán. “Además, se logró establecer que la imputada mantenía a su nombre un segundo vehículo marca Citroën, modelo New C4 Cactus, año 2020, placa patente única LWJZ-74, pero que fue vendido a un tercero. Por otra parte, en atención a las diligencias investigativas, se estableció que Kevin Espinoza (pareja de la hija del werkén), quien también está con orden de detención desde enero, adquirió un vehículo marca Subaru, modelo XV, placa patente única HW.TV-90, el cual tiene un valor comercial de $13.490.000″.

Sobre Huenchullán, los peritos no detectaron vehículos inscritos a su nombre, sin embargo, advirtieron “que es poseedor de una camioneta marca Toyota, modelo Hilux, Placa Patente Única KKFJ-94, año 2018, color gris oscuro metálico, que registra a nombre de SOC DE PROFES POR LA INOVACION Y DESARROLLO SUSTENT ACELPRO, RUT 76.635.785-7, en cuya sociedad el indicado no tiene participación, avaluado en la suma de $18.000.000”.

Y el último antecedente que registra este informe dice relación con una obra que los Huenchullán-Padilla trabajan para su parcela. “Se encuentran en proceso de construcción de una piscina avaluada en $10.990.000, para lo cual ambos mantienen comunicaciones con un sujeto que llaman Jaime, con quien coordinan su construcción (...).Carolina consulta si las personas que trabajaran con él son de confianza, que sabe a qué se refiere, respondiéndole Jaime que entiende a lo que hace mención, y que no son de confianza, por lo que Carolina le dice que lo otro, sería tapar ‘eso’ con una malla no más. Jaime consulta que tapara los de todos lados, para que no quepa ninguna duda de nada y que se eviten comentarios, Carolina le responde que solo lo dice por lo de ella. De lo que se desprende que la conversación versa sobre la ocultación de plantaciones de marihuana”, consigna el documento.