Idlib, la última gran batalla en Siria

A Syrian rebel fighter from the recently-formed "National Liberation
A Syrian rebel fighter from the recently-formed "National Liberation Front" poses with his weapon against a sandbag barricade along the frontline near the village of Abu Dali in the Idlib province countryside on September 1, 2018. The Syrian regime and...

La apuesta de Assad es tomar el control de esta provincia, en manos de una filial de Al Qaeda. La aviación rusa ya comenzó el bombardeo. Se teme una masacre.


"La guerra se está acercando a su fin", advertía un panfleto que fue divulgado por el Ejército sirio a comienzos de agosto en Idlib. "Así éramos antes del terrorismo", agregaba el documento, que mostraba imágenes de una vida sin sobresaltos en las calles de Damasco. El panfleto se distribuyó justo cuando las fuerzas del régimen de Basher Assad comenzaron a preparar tropas y armamento en las afueras de esta provincia, en lo que se espera sea una lenta toma de control de Idlib, el último gran bastión rebelde. No pocos temen una nueva masacre.

Entre la difusión del panfleto y el inicio de lo que se espera sea la batalla final en Siria transcurrieron pocos días. Esta semana se registraron una serie de bombardeos rusos en la provincia y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos denunció la muerte de 13 civiles, entre ellos seis niños. La aviación rusa, gran aliado de Assad, interrumpió hoy los ataques, pero la artillería siria continuó la ofensiva en varios puntos de la provincia, denunció este organismo.

Ante esto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió sobre "los riesgos crecientes de una catástrofe humanitaria en caso de una operación militar a gran escala en Idlib". De hecho, se temen hasta 800 mil refugiados en un caso de emergencia extrema.

La captura de Idlib por parte de la oposición siria en 2015 representó el punto más crítico para Assad durante la guerra. En la actualidad la provincia tiene cerca de 3 millones de habitantes, de los cuales más de la mitad se cree que son desplazados internos. El 60% de la provincia está controlada por el grupo Hayat Tahrir Al Sham, filial de Al Qaeda en Siria.

En conversación con La Tercera, Aron Lund, analista de The Century Foundation, explicó que la relevancia estratégica de Idlib radica en que es la última parte de Siria, aparte de las regiones kurdas del noroeste, que están en manos de la oposición. "Parte del noroeste está bajo control turco, pero en Idlib los rebeldes son más autónomos y posee la mayor parte de las fuerzas rebeldes islamistas", añade.

Según el diario qatarí The National, es improbable que el gobierno sirio recapture completamente la provincia en el corto plazo. Por ahora solo se concentraría en áreas clave en las afueras. Se espera que los primeros asaltos ocurran en Jisr Ash Shugur, que se ubica al oeste de Idlib y que limita con Latakia, el gran bastión de Assad. Posteriormente, los analistas esperan que la próxima prioridad sea asegurar la carretera M5 entre Hama y Aleppo.

Los analistas advierten que esta batalla no será fácil por las fuerzas que intervienen en el área. Turquía y Rusia, junto a Irán, cooperan en el llamado proceso de Astaná para lograr una solución negociada al conflicto, pese a que Moscú y Teherán respaldan a Assad, mientras que Ankara apoya a las milicias anti Damasco.

"Sheriff de Idlib"

El analista Aron Lund señaló que si bien el ataque del gobierno sirio a Idlib -con el respaldo ruso- será muy complejo, finalmente podrían resultar victoriosos. Aunque advierte que Moscú se encuentra atado de manos debido a los acuerdos con Turquía mediante el proceso de paz de Astaná, por lo que es posible que no ataque todas las áreas, porque hay soldados turcos en algunas de ellas. "Turquía respalda a los rebeldes ahí, pero está principalmente preocupado de usarlos para detener a las fuerzas kurdas en otras partes en Siria. Los turcos también temen de un flujo de refugiados en caso de que se produzca un gran combate", explica.

Para los analistas, Turquía es clave en la provincia, porque es una suerte de sheriff de Idlib. En este sentido, desde la expulsión de las milicias kurdas de Afrin, Idlib se ha convertido en una provincia más beneficiosa para Turquía por la proximidad a los pueblos kurdos del noroeste de Siria, lo que ayuda a crear una contigua zona de influencia para Ankara. Al margen de lo que ocurra en Idlib, Lund señala que "Assad ya ganó la guerra".

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