La trastienda del adiós de Ruiz Tagle a la presidencia de Blanco y Negro

Ruiz-Tagle Mosa
Foto: Agenciauno

A un año de haber asumido, las interminables disputas con Aníbal Mosa fueron, en gran parte, la causa de la bajada del exministro del Deporte. Además, el bloque controlador hoy está en desventaja, luego del aumento de las acciones del puertomontino y las diferencias irreconciliables de la corporación con Leonidas Vial.


"Luego de una reflexión bien profunda, he decidido no repostularme a la presidencia. Siento que el club necesita una renovación, de manos de personas que interpreten un plan de futuro no contaminado con metas personales". Con esta frase, Gabriel Ruiz Tagle, confirmó a La Tercera su salida de la testera de Blanco y Negro, a una semana de la Junta de Accionistas que elegirá la nueva composición de la mesa de la concesionaria.

La noticia remece el polarizado ambiente que rodea al directorio del Cacique. Las pugnas y acusaciones mutuas entre el todavía bloque controlador y Aníbal Mosa han enrarecido la víspera de la elección. Una historia que está lejos de terminarse y que promete continuar, pues Ruiz Tagle no venderá sus acciones y analiza continuar como director.

El 17 de abril del año pasado, un sorpresivo movimiento accionario dejó a Mosa fuera de la presidencia. Perdió un director, lo que posibilitó que el bloque de Leonidas Vial sumara un nuevo integrante. Así, Gabriel Ruiz Tagle apareció en la mesa y de inmediato fue ungido como el nuevo presidente de ByN. Un golpe inesperado para el empresario puertomontino, quien de inmediato buscó la manera de recuperar el trono.

Ruiz Tagle, en su regreso, prometió grandes cosas. "Este directorio propondrá un aumento de capital del orden de US$ 10 millones de dólares con el objeto de alcanzar logros futuros, potenciar las series menores e infraestructura", decía. Sin embargo, la inyección de recursos quedó en nada.

La primera jugada de Mosa fue acusar vicios en la elección que llevó a Ruiz Tagle al poder. Además, cuestionó al exministro del Deporte por haber vendido acciones que había adquirido recientemente. Esto llevó a una Junta Extraordinaria en julio del año pasado, donde el bloque opositor buscaba revocar el mandato del empresario papelero. Sin embargo, no tuvo éxito y la votación mantuvo la composición de la mesa.

En agosto, las tensiones continuaron entre ambos protagonistas. Esta vez, Ruiz Tagle se querelló contra Mosa, por injurias y calumnias, luego de que su antecesor afirmara en una entrevista en El Mercurio que él "no tenía la calidad moral y ética para ser presidente de Colo Colo".

Paralelamente, con la llegada de las nuevas autoridades, se produjeron importantes cambios. Varias de las personas de confianza de Mosa debieron dejar su cargo y se crearon nuevas estructuras internas. También se produjo la renuncia de Pablo Guede, quien tenía una gran afinidad con el timonel saliente, para dar paso a la llegada de Héctor Tapia, hasta fin de año.

Los primeros meses fueron de sonrisas en lo futbolístico, ya que Tito logró sacar al Cacique de la incómoda posición que estaba en la Copa Libertadores y lo puso en cuartos de final, después de 21 años. Sin embargo, el rendimiento en el torneo local decayó y los refuerzos estelares, como Lucas Barrios, Esteban Pavez y Damián Pérez, poco pudieron hacer para que el equipo repuntara. Incluso, los albos completaron una de las peores rachas de su historia, al totalizar 10 partidos sin ganar.

Un poco después de la llegada del DT, se produjo la contratación de Marcelo Espina como director deportivo. Al "Cabezón" se le encargó un proyecto para reformar las series menores y la creación de una secretaría técnica, con plena potestad para decidir en materia futbolística. Asimismo, se presentó el plan 60-40, que busca que hacia 2025, año del centenario, el primer equipo esté conformado por 60% de jugadores formados en las divisiones menores.

En materia de seguridad, las cosas no estuvieron tranquilas tampoco. El 25 de agosto pasado, Colo Colo recibió a Universidad de Chile en el Monumental. Hubo serios incidentes y los albos tuvieron que jugar sin público y ver restringido su aforo. Luego de esto, ByN contrató al general (r) Leonidas Venegas, para asumir la gerencia de operaciones y solucionar los graves problemas que afectaron a la institución.

Después de la tranquilidad que produjo la contratación de Mario Salas como nuevo entrenador del club, quizás uno de los escasos puntos en los que hubo unanimidad, las aguas volvieron a ponerse turbias. El 27 de diciembre, la Comisión del Mercado Financiero acogió una solicitud de Mosa para que se investigara la elección de Blanco y Negro, por una presenta manipulación de votos de la corredoras que votaron en la Junta de Accionistas que llevó al poder a Ruiz Tagle.

Aníbal Mosa, además, logró aumentar su cantidad de acciones a sobre un 34%, lo que le permitirá elegir un tercer director y así acercarse a la presidencia. Eso sí, tendrá que negociar con el Club Social, que cuenta con dos directores, quienes ya anticiparon que no votarán por el bloque de Leonidas Vial, debido al conflicto que mantuvieron en la Cámara de Comercio, en el que Vial buscaba quitarle los cupos a la corporación, argumentando un acuerdo con Mosa. No obstante, la acusación fue desestimada, lo que allana, de paso, el camino al regreso del empresario puertomontino.

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