Los casos de violencia intrafamiliar (VIF) contra mujeres fueron un tema de preocupación durante el año pasado. Ya en abril, a poco más de un mes de decretado el estado de excepción y los confinamiento con la llega del Covid-19, el Ministerio Público y Carabineros advertían que podría haber un efecto en las denuncias de maltrato.

“Se ha reportado el evidente riesgo que el confinamiento, representa para las mujeres, NNA (niñas, niños y adolescentes) y personas en situación de vulnerabilidad”, decía entonces un oficio de la Fiscalía Nacional. Y, terminado el 2020, ya se puede sacar algunos balances.

Según cifras de Carabineros, su línea de orientación para la violencia intrafamiliar, “Cenco Familia 149″, recibió 22.550 llamados en 2020, lo que significa un peak histórico en la institución uniformada en, a lo menos, los últimos cinco años.

Se trata de llamados de mujeres acusando y pidiendo orientación respecto de violencia física y sicológica. “En relación a 2019, estos llamados aumentaron en un 97%. Esta es una cifra significativa y alarmante, y que se debe principalmente a causas relacionadas con el confinamiento, al encierro y situaciones de estrés”, explicó el jefe del Departamento de Protección de la Familia y Grupos Vulnerables de Carabineros, el mayor Raúl Fuenzalida.

Los más de 22 mil llamados a este fono por parte de mujeres violentadas, o que han sido testigos de algún hecho de agresión física y sicológica, también significa un fuerte aumento respecto de los últimos cinco año. Entre 2015 y 2019, el promedio era de 9.701 llamados -anuales- a la línea de Carabineros.

“Históricamente las cifras del año pasado son muy altas, pero, esto no coincide con las denuncias formales que se recibieron en las comisarías. Los casos de violencia intrafamiliar contra mujeres, en comparación con 2019, bajaron aproximadamente un 5%. ¿Por qué pasó esto? Pudo ocurrir un cierto desconocimiento respecto de lo que se puede hacer y no en pandemia. Había gente que pensaba que tenía que sacar un permiso para interponer la denuncia, pero no es así”, dijo el mayor Fuenzalida.

En Carabineros, además, explicaron que en el fono de ayuda, los carabineros prestan orientación sobre lo que les están contando, pero que cuando son casos explícitos de violencia, en flagrancia por ejemplo, de inmediato el llamado se deriva a las patrullas del sector para que vayan en auxilio de las víctimas.

“Hay llamados donde, por ejemplo, muchas veces las mujeres, ya sea por miedo o vergüenza, nos dicen ‘tengo una amiga a la que el marido le pega, ¿qué puedo hacer’? Muchas veces son ellas las que son esas ‘amigas’ pero por miedo no hacen la denuncia formal. El llamado es a denunciar para activar los procedimiento policiales correspondientes y detener a los agresores”, advirtió el mayor Fuenzalida.

En el desglose, los números muestran que la mayoría de las llamadas por violencia intrafamiliar contra mujeres son por agresiones sicológicas. De hecho, el 60% de las acusaciones son por este tipo de conductas, las que, según explican desde Carabineros, tienen que ver con insultos o amenazas previas a algún tipo de lesión física.

La policía uniformada ha aumentado la cantidad de personal dedicado a esta área para atender las demandas que han surgido por VIF. ¿La proyección? En la institución aseguraron que de mantenerse la pandemia y las medidas de confinamiento, es probable que los números por llamados sigan en aumento, pero esperan que las denuncias formales y directas también repunte. “El llamado es a denunciar y acusar a los agresores”, señaló el mayor Fuenzalida.