Las razones de Bolsonaro para restarse del pacto migratorio de la ONU

Brazil's President-elect Jair Bolsonaro salutes before receiving a confirmation of his victory in the recent presidential election in Brasilia
FOTO: REUTERS

A juicio del futuro canciller brasileño, Ernesto Araújo, "la inmigración no debe ser tratada como una cuestión global, sino de acuerdo con la realidad y la soberanía de cada país".


En una nueva señal de acercamiento a la diplomacia del estadounidense Donald Trump, que se retiró de la elaboración del texto en diciembre de 2017, Brasil abandonará el Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas, aprobado el lunes en Marruecos, en cuanto el ultraderechista Jair Bolsonaro asuma el gobierno el 1 de enero, afirmó su futuro canciller, Ernesto Araújo.

El anuncio de Araújo contradice el mensaje enviado la semana pasada por Itamaraty cuando anunció que el propio canciller Aloysio Nunes Ferreira encabezaría la delegación de Brasil en el evento multilateral desarrollado en Marrakech. En la nota, el ministerio de Relaciones Exteriores brasileño señaló que el pacto "es el marco de cooperación más amplio ya creado para la gobernanza global de los flujos migratorios internacionales" y "será de gran importancia para la garantía de tratamiento digno a los más de tres millones de brasileños que residen en el exterior".

Pero a través de tres mensajes en Twitter, Araújo entregó las razones de la futura administración de Bolsonaro para abandonar el pacto. La "inmigración es bienvenida, pero no debe ser indiscriminada", aclara de entrada. Según el futuro canciller, "deben existir criterios para garantizar la seguridad tanto de los migrantes y de los ciudadanos en el país de destino". "La inmigración debe estar al servicio de los intereses nacionales y de la cohesión de cada sociedad", agrega.

En ese sentido, Araújo argumenta que el Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas "es un instrumento inadecuado para lidiar con el problema", ya que, a su juicio, "la inmigración no debe ser tratada como una cuestión global, sino de acuerdo con la realidad y la soberanía de cada país". Por ello, precisó, "Brasil buscará un marco regulatorio compatible con la realidad nacional y con el bienestar de brasileños y extranjeros".

Araújo concluyó su serie de mensajes aludiendo a los inmigrantes venezolanos "que huyen del régimen de Maduro", a los que aseguró Brasil "seguirá acogiendo". Aunque "lo fundamental es trabajar por la restauración de la democracia en Venezuela", señaló.

Las razones expuestas por el futuro canciller de Bolsonaro fueron criticadas por agencias de la ONU y entidades internacionales, las cuales advirtieron que los mayores afectados serán los más de tres millones de brasileños esparcidos por el mundo, muchos de ellos en condiciones de vulnerabilidad. "Es siempre lamentable cuando un Estado se disocia de un proceso multilateral, en particular un (país) tan respetable de especificidades nacionales", declaró Joel Millman, portavoz de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), al ser consultado sobre la información relativa a Brasil. Según él, a pesar de la salida de algunos países, 164 gobiernos firmaron el documento. "Este es un marco para la cooperación", advirtió.

En la evaluación de la ONU, "el pacto reafirma los derechos soberanos de los gobiernos". En la misma línea, Paal Nesse, del Consejo Noruego de Refugiados, dijo que no existen indicaciones de que el acuerdo mine la soberanía de un país. "El pacto prevé un espacio suficiente para que cada gobierno pueda tener su política", indicó el representante de una de las mayores entidades que tratan con refugiados y migrantes. "No hay nada que indique la soberanía sería abandonada o perdida", concluyó.

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