Loreto Silva, la inesperada incomodidad de una exministra

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La militante de RN, distanciada del partido que no la incluyó en la lista de ministras y subsecretarias, es cercana al Presidente y al jefe del segundo piso, Cristián Larroulet. Está acostumbrada a pensar como litigante y hoy encabeza la dura defensa de Enap que podría hacer tambalear a la ministra Schmidt.


"Se puso en modo litigante y con esa mirada empezó a operar" subraya un cercano a la presidenta del directorio de la Empresa Nacional del Petróleo, Loreto Silva Rojas, al resumir cómo la abogada ha enfrentado la crisis desatada en la estatal a raíz de los episodios de intoxicación masiva en Quintero-Puchuncavi que desde el primer día se atribuyeron a la compañía.

Silva ha estado a la cabeza de la ofensiva de Enap para refutar los cargos formulados por la Superintendencia de Medio Ambiente y lo ha hecho a contrapelo de la ministra Carolina Schmidt, quien fue la primera en apuntar a la empresa. El peso político de Silva y su llegada directa con el Presidente Sebastián Piñera es, apuntan en Chile Vamos, la espalda política con la que opera la militante de Renovación Nacional que fue socia del estudio jurídico Bofill Escobar, uno de los más relevantes de la plaza. Entre sus cercanos, se menciona al jefe del segundo piso de La Moneda, Cristián Larroulet, con quien compartió labores en Libertad y Desarrollo.

"Era común ver a Loreto en Apoquindo 3000 durante el gobierno de Bachelet. Ella se reunía bastante con el núcleo duro del piñerismo" recalca un diputado de Renovación.

Esas redes y su propio carácter –forjado como abogada de la Cámara Chilena de la Construcción y luego de la Asociación de Concesionarias de Obras Públicas, además de extitular de Obras Públicas en el gobierno anterior de Piñera- explican por qué se enfrenta de igual a igual a Schmidt. Además, desde La Moneda recalcan que no ha hecho intervenciones públicas y ha sido especialmente mesurada.

"Ella es chora, no cualquiera se manda un round con una ministra de Estado", resume un parlamentario de la UDI.

Además de Juan Domingo Acosta, entre asesores ha nombrado a Gonzalo Cordero, Germán Concha y Salvador Valdés, todos a quienes sus detractores le atribuyen una amistad personal con la ex ministra.  Es cercana también a Nicole Keller, su ex jefa de gabinete y actual directora del Metro y socia de Etcheberry comunicaciones. En su equipo también mencionan a Gabriel Méndez,  jefe de Asuntos Corportativos, y Damian Trivelli.

Roces y cuentas

Cuando asumió la testera de Enap, Silva  se convirtió en la primera mujer en detentar el cargo, algo a lo que en posteriores entrevistas destacó sólo como un dato de la causa: "No veo mayor diferencia entre ser directora o ser director", sostuvo a la Revista Ya.

Hoy la profesional está concentrada en controlar los daños generados a la imagen de Enap por los eventos de intoxicación y en preparar la arremetida judicial de la empresa, primero ante la Superitendencia, desacreditando técnicamente la atribución de cargos y, posteriormente ante los tribunales ambientales. Su hombre de confianza en esto último ha sido el abogado Juan Domingo Acosta.

En el Congreso, el diputado UDI, Javier Macaya destaca que Silva "cumple el rol de presidente de directorio que tiene que representar los intereses del Estado, firme, con carácter y en eso se nota su paso por el gobierno como ministra dejó huella en ella".

En su partido, sin embargo, las opiniones sobre su proceder son más distantes. Desde la colectividad recalcan que Silva Rojas nunca estuvo disponible, cuando fue requerida, para realizar vocerías de defensa de la obra de Piñera ni para actividades partidarias. "Siempre decía que ella ya estaba en el mundo privado, no en la política", acusan. Por ello, plantean, su nombre no figuró en la lista que entregó la tienda para ocupar los cargos ministeriales ni tampoco para las subsecretarías. A ese episodio, se sumó un enfrentamiento que mantuvo con diputados RN cuando se impulsó la Comisión Investigadora a Enap. Silva Rojas habría operado para frenar esta instancia y el presidente de Renovación, Mario Desbordes, intervino directamente para conseguir los votos y llevar adelante la indagatoria.

Consultado sobre este episodio, Desbordes admite que molestó "la intención de blindar gestiones anteriores. Ahora, respecto de lo de Quintero-Puchuncaví, entiendo que está cumpliendo su rol como presidenta de Enap".

En lo que hay coincidencia entre las fuentes del oficialismo es que ese rol no se esperó que resultara tan incómodo para el Ejecutivo. La incógnita es que ocurrirá con Medio Ambiente si la tesis de Silva, de que no hubo responsabilidad de Enap, termina siendo confirmada. "La lectura es que ella no le iba a hacer olitas al Gobierno, pero eso es no conocerla. Enap tiene un gobierno corporativo transversal y hay coincidencia en que lo del SMA no corresponde y Loreto tiene esa convicción y va a actuar en consecuencia, independiente de lo que ello signifique para el Gobierno", plantea un cercano a la exminsitra.

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