Cómo opera el segundo piso de Larroulet

Es una de las cabezas en las que recae el chequeo de datos y perfiles para los nuevos nombramientos del gobierno, quien tuvo ascendencia en gran parte de las designaciones de la plana ejecutiva de la segunda administración de Sebastián Piñera, y quien -además- responde a los encargos directos del Presidente.

Aunque en el Gobierno aclaran que se trató de "responsabilidades compartidas", la labor que desempeña Cristián Larroulet, jefe de asesores del Segundo Piso, volvió a palestra tras la fugaz nominación de Mauricio Rojas como ministro de Cultura. Si la Segegob, dirigida por Cecilia Pérez, revisa el "historial" de comunicaciones de los aspirantes a un cargo de gobierno, entre las tareas de Larroulet está verificar los datos de probidad, Contraloría y otros.

En el Gobierno definen sus responsabilidades de distintas formas: que es un ministro más del comité político; un "súper jefe de gabinete"; que en sus manos reúne el trabajo que realizaban Magdalena Piñera Morel y María Luisa Brahm durante el primer gobierno de la centroderecha.

Ingeniero comercial de la Universidad Católica, fue director ejecutivo del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) por 20 años hasta que ostentó el cargo de ministro Secretario General de la Presidencia entre 2010 y 2014. Tras ello, Piñera lo nombró director de la Fundación Avanza Chile y se desempeñó como vicerrector de Postgrado, Educación Continua y Extensión de la Universidad del Desarrollo.

En febrero, el recién electo Mandatario le pidió ser su jefe de asesores. Larroulet, que no quería volver a una posición de primera línea, aceptó y conformó un equipo de veinte personas con el que desarrolla tres líneas de trabajo: contenidos (que hasta el jueves pasado dirigía Mauricio Rojas), políticas públicas (a cargo del ingeniero Carlos Ríos) y proyectos presidenciales (el responsable es el ingeniero Rafael Ariztía). Todo apunta a apoyar la construcción de la agenda del Presidente, coordinar las políticas públicas del gobierno, responder a los encargos personales de Piñera y -no menor- apoyar sus definiciones políticas y estratégicas.

Larroulet, así, participa de la reunión de Piñera con los ministros del comité político que se realiza todos los lunes a las 9 de la mañana y de otras que se citan a lo largo de la semana. También está presente en la cita periódica que se hace todos los jueves en la tarde para determinar las comunicaciones del Presidente, y hace de anfitrión todos los viernes, cuando se junta a almorzar con los demás directivos del segundo piso. Ahí acuden la jefa de gabinete, Magdalena Díaz; el jefe de comunicaciones, Juan José Bruna; el director de la Secom, Jorge Selume; y los jefes de gabinete de la Primera Dama y del propio Larroulet, Alberto Cárcamo y Alejandra Schuster, entre otros.

Además, está presente en todas las bilaterales de Piñera con sus ministros, junto con un representante de la Segpres y otro de la Dipres. A través de ellas, el jefe de asesores mantiene el registro y seguimiento del avance de las políticas públicas, junto con el monitoreo de los encargos personales del Presidente. ¿Cuáles son esos? En su entorno ejemplifican, por ejemplo, una minuta sobre la situación del puente Cau Cau, que el Mandatario visitará mañana; el estado de situación del proyecto futuro de la ley de Pensiones; un informe sobre algún evento publicado por la prensa que representa un problema determinado, etc.

Para responder estos encargos o realizar el seguimiento de las políticas públicas, el exministro se comunica continuamente con los otros ministros o subsecretarios, lo que hace que tenga una mirada global del engranaje del Gobierno. Asimismo, muchas de las autoridades se comunican con él cuando tienen dudas políticas o de contenido.

Por el nivel de información que maneja, en el oficialismo lo sindican como uno de los "poderosos" de La Moneda. Larroulet, por su cuenta, ha optado por buscar la rigurosidad, el bajo perfil público y la "prudencia" -como definen en su entorno- en el manejo de la información. En esa línea, sale poco de Palacio y definió que tanto él como su equipo no pueden dar entrevistas. Por ello se molestó cuando el 29 de julio apareció publicada una entrevista al exjefe de contenidos del Segundo Piso, Mauricio Rojas, en El Mercurio, donde decía: "He trabajado con él (Piñera) desde el 2013, he penetrado su pensamiento y siento una profunda sintonía".

En el corazón del gobierno afirman que varias cosas diferencian la empresa de Larroulet de la que comandó la abogada María Luisa Brahm -hoy ministra del Tribunal Constitucional- en el primer gobierno de Piñera.

"Hay menos énfasis en el micromanagement. No hay semáforos, por ejemplo", dice un ministro del comité político. Otras de las diferencias con la administración pasada, es que depende también de él una nueva área de proyectos especiales que comanda Rafael Ariztía, y son los que le preocupan particularmente al Presidente. Además de las mesas de acuerdos que ha impulsado el gobierno, de este departamente depende la modernización del Estado, los temas de Infancia, pensiones -a cargo de Augusto Iglesias-, legado bicentenario y temas constitucionales, que ve Sebastián Soto.

Por otra parte, Larroulet monitorea la opinión pública. Junto al cientista Jorge Ramírez (ex Libertad y Desarrollo) hacen análisis de encuestas y producen reportes para tomar definiciones en términos de la estrategia presidencial.

Y en estos días, en que Rojas ya no está en su equipo, ha asumido también ese trabajo.