Piñera endurece el tono y la oposición responde: "Cuando uno no tiene mayorías, hay que sentarse a conversar"

Senadores se refieren a pacto de migración al que el Gobierno no suscribió
FOTO: HANS SCOTT / AGENCIAUNO

"Hay espacios para acordar puntos comunes. Cómo me voy a negar a eso. No llegar a acuerdos se traduce en un inmobiliario que tiene un costo transversal, ¡sin duda! Pero el mayor costo de lo lleva el gobierno que hoy tiene una popularidad de 25%", dice el senador Ricardo Lagos Weber, uno de los interlocutores preferidos del gobierno en el Senado.


La oposición ha impedido avanzar en una "agenda modernizadora" pese a la disposición del gobierno de llegar acuerdos. Ese fue el mensaje que ayer transmitió el presidente Sebastián Piñera tras el cambio de gabinete. El día en que la encuesta CEP ratificó su caída de 12 puntos en popularidad, el mandatario remarcó que sin disposición opositora "llegó el tiempo de las definiciones y el tiempo de la acción".

El subtítulo de esa frase del mandatario es que, en este segundo tiempo, La Moneda pondrá el acelerador a sus proyectos emblemáticos -léase reforma tributaria y previsional- aun a riesgo de sufrir una derrota en el Senado.

En el Ejecutivo sacan la cuenta de que si no hay disposición de llegar a acuerdos, los costos los tendrá que pagar la oposición de cara a la ciudadanía. Tal como en los primeros meses del gobierno, el mantra en el Palacio de Gobierno en estos días es que Piñera ganó con una amplia mayoría la elección, por lo tanto, sus propuestas tienen el aval de los chilenos.

En este marco, el gobierno no descarta ponerle urgencia a ambas iniciativas antes de fin de mes intentando forzar un acuerdo con la oposición en el Senado. La apuesta es alcanzar a un entendimiento a través de los interlocutores de siempre: los senadores Jorge Pizarro (DC), José Miguel Insulza (PPD) y Ricardo Lagos Weber (PPD). Pero el mensaje y el tono de Piñera no cayó bien entre los senadores de oposición aludidos.

En conversación con La Tercera PM el senador Lagos Weber, reafirmó que en el Senado existe disposición a conversar, pero apuntó a que el gobierno se equivoca al apostar a que solo la oposición pagará costos si el proceso no llega a puerto.

"Hay espacios para acordar puntos comunes. Cómo me voy a negar a eso. No llegar a acuerdos se traduce en un inmobiliario que tiene un costo transversal, ¡sin duda! Pero el mayor costo se lo lleva el gobierno que hoy tiene una popularidad de 25%", dijo el parlamentario.

Lagos Weber añadió un mensaje al Ejecutivo: "Hay que tener la madurez de entender de que cuando uno no tiene mayorías hay que sentarse a conversar. No caben los maximalismos". 

El senador Pizarro, en tanto, sostuvo que en el gobierno "no se dan cuenta de que tienen un problema grave de gestión. Creen que son mayoría porque ganaron la segunda vuelta, pero para mí está claro que fue más una derrota nuestra que un gran triunfo de ellos".

El parlamentario DC, quien ayer dijo que "el discursito del gobierno de echarle la culpa a otros, no resiste más", hoy insistió en que frente al nuevo tono del gobierno a la oposición le cabe la responsabilidad de mantenerse unida y generando propuestas. "La obligación política para la oposición es unidad y generosidad para construir una propuesta política programática que sea alternativa de gobierno a la derecha para construir un país inclusivo", agregó.

Reforma a las isapres

En la oposición leyeron el retorno de Jaime Mañalich al ministerio de Salud como otra  muestra de endurecimiento de La Moneda, en parte porque el propio secretario de Estado se autodescribe como un negociador duro.

Antes de salir del gabinete, el ahora ex ministro del ramo Emilio Santelices notificó a los senadores de oposición que La Moneda no modificaría el proyecto de isapres, como pidió la oposición a través de una carta este lunes.

En su calidad de presidente de la Comisión de Salud, el senador socialista Rabindranath Quinteros dijo: "El nuevo ministro Mañalich tendrá que entender que el Parlamento es para eso: para parlamentar. Estamos con la predisposición de negociar,  pero si está con la pistola al pecho le va a ir mal". 

Entre los senadores de oposición hay coincidencia en que el gobierno no puede negociar en la Cámara Alta de la misma forma en que lo hace en la Cámara de Diputados, donde suele conseguir votos descolgados. Ahí, la estrategia ha sido sentarse a conversar con el timonel de la DC, Fuad Chahin, con lo que consiguió aprobar la idea de legislar la reforma tributaria.

"Aquí el pirquineo de votos no existe, no va a encontrar ni un solo voto para la reintegración en la reforma tributaria porque acá la oposición está cohesionada", dice un senador consultado.

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