Reforma Tributaria: ¿los temas que le preocupan a la gente?

En el año de las grandes reformas que busca aprobar el gobierno en el Congreso, La Moneda ha basado su eje discursivo en dos premisas: dar cumplimiento al programa por el que fue elegido en 2017 y satisfacer demandas respaldadas "por la mayoría de los chilenos". Una mirada que ha quedado plasmada en múltiples intervenciones de los ministros del comité político y que de paso ha servido para defender otras iniciativas surgidas en el fragor de la contingencia y que, según las encuestas, cuentan con amplio apoyo ciudadano, como lo fue en su momento la discusión del proyecto de Aula Segura y como lo es ahora el debate en torno a la ampliación del control preventivo de identidad.

"(Nuestro) objetivo fundamental es retomar un clima de diálogo y acuerdos para poder avanzar con las reformas fundamentales que son prioridades de la ciudadanía como la reforma previsional, la modernización tributaria y todos los temas que preocupan a la gente", decía a fines de marzo el titular de la Segpres, Gonzalo Blumel. "Nosotros hemos dicho, permanentemente lo ha dicho el Presidente, que nuestro programa de Gobierno es nuestra hoja de ruta, pero que nosotros gobernamos con las prioridades de las familias de nuestro país. Lo hemos dicho con todas sus letras: en el corazón del Gobierno están las prioridades de los chilenos", señalaba la semana pasada la vocera Cecilia Pérez.

Ambos intervenían a propósito de la álgida discusión en torno al proyecto de reforma tributaria, cuya idea de legislar el gobierno sorteó in extremis, tras conseguir el respaldo de la DC en medio de una negociación cuyos márgenes aún no están del todo claros. El logro fue celebrado la semana pasada como un gran triunfo por el gobierno, pese a las voces de su sector y del mundo empresarial que alertan sobre el riesgo de que las concesiones  que se están haciendo en el inicio de la tramitación terminen desvirtuando la apuesta original.

La última encuesta Cadem publicada hoy, sin embargo, pone en entredicho si los denodados esfuerzos del gobierno en materia tributaria tienen correlación con "las prioridades de los chilenos". Aunque en tres semanas el conocimiento de los entrevistados en torno al proyecto aumentó de 39% a 59%, la aprobación a la reforma cayó de 39% a 31%. Y el intenso despliegue comunicacional del gobierno y del propio Sebastián Piñera en torno a la aprobación de la idea de legislar tampoco tuvo efectos en la aprobación presidencial, que se mantuvo en un 36%, el nivel más bajo de todo el gobierno.

"La oposición ha tenido éxito al instalar públicamente que la reforma tributaria favorece a los mas ricos", asegura el analista político Carlos Correa.  "Salió mal en la batalla táctica, luego que el gobierno consiguiera los dos votos claves de la DC, pero bien en la comunicacional", sentencia.

Así, las cifras le dan la razón a las voces más escépticas del oficialismo, que desde hace algunos días venían advirtiendo en que el esfuerzo del gobierno estaba mal enfocado al jugarse su capital político en una reforma que tiene una compleja bajada comunicacional y que no tiene un impacto real en la gente, como si lo tiene, por ejemplo, la nueva ley de pensiones, cuyos efectos sí son palpables para la mayoría de los ciudadanos.