El trágico sino político de los coroneles UDI

7 de Abril de  2010Juan Antonio Coloma(izq)andres Chadwick(izq cen)
Pablo Ovalle - Juan Antonio Coloma andres Chadwick Jovino Novoa Pablo Longueir - 7 de Abril de 2010 - Juan Antonio Coloma(izq)andres Chadwick(izq cen) Jovino Novoa(der cen) Pablo Longueira(der) senadores UDI en los pasillos del senadol - Foto Pablo Ovalle - Juan Antonio Coloma andres Chadwick Jovino Novoa Pablo Longueir - POLITICA - JUAN ANTONIO COLOMA - ANDRES CHADWICK - JOVINO NOVOA - PABLO LONGUERIA - UDI - SENADO - SENADORES - REUNION - ENCUENTRO - CONVERSANDO - VALPARAISO - QUINTA REGION - CHILE - Pablo Ovalle - Pablo Ovalle.

Con la caída de Andrés Chadwick, ahora solo queda uno de los cuatro, Juan Antonio Coloma, en el tablero político. Pablo Longueira y Jovino Novoa salieron debido a casos judiciales, y el último de los mencionados sufre hace años de una enfermedad pulmonar que se ha agudizado en los últimos meses.


Puede que la última vez que los cuatro hayan estado el mismo día y en el mismo lugar haya sido el pasado domingo 3 de noviembre. Ese día fueron los funerales del joven Felipe Novoa Mackenna, hijo de Jovino Novoa Vásquez (74). El ex senador y dos veces ex presidente de la UDI recibió ahí las condolencias y la compañía de sus tres viejos compañeros de armas, célebres señeros de la historia del partido bajo la etiqueta de "los coroneles".

Pablo Longueira Montes (61), Andrés Chadwick Piñera (63) y Juan Antonio Coloma Correa (63), eso sí, llegaron en distintos momentos a la ceremonia y -por lo que recuerdan- no alcanzaron a estar todos juntos por un rato muy largo. Tres semanas y un día después, lo ocurrido ayer en el Senado selló la amarga salida del tablero político del penúltimo del cuarteto. Todos, hasta ahora, en circunstancias por las que hubiesen preferido no pasar.

Para tres de los cuatro fundadores de la UDI -quienes crearon la tienda junto a Jaime Guzmán el 24 de septiembre de 1983- sus largas y por años exitosas carreras políticas han terminado intempestivamente en los últimos cinco años. Paradojalmente, justo en tiempos en que la derecha ha gobernado dos veces.

Longueira -por largo tiempo uno de los dirigentes más carismáticos del gremialismo- debió dejar de lado una candidatura presidencial en 2013 tras ganar una primaria a Andrés Allamand, cuestión que terminó detonándole una depresión. Entre 2014 y 2016 se le abrió una arista judicial que aún se mantiene. Actualmente figura todavía acusado en el caso Soquimich por cohecho -también estuvo implicado en los casos Penta y Corpesca, en los que el Ministerio Público no perseveró-, y la audiencia de preparación de su juicio es en enero luego de ser postergada en varias ocasiones por la Fiscalía. Eso lo forzó a dejar la política y sufrir la amputación de una carrera durante la cual presidió el colectivo dos veces, inspiró a una generación pero también se ganó enemigos internos y hasta llegó a ser ministro de Economía de su antiguo rival, el Presidente Sebastián Piñera, durante la temporada pasada... entrando al gabinete junto con Andrés Chadwick, quien ocupó la vocería. Hoy permanece distanciado y aún no ha dicho palabra en público a raíz de la caída de su amigo. Sus cercanos aseguran que, si se despeja el plano judicial, Longueria podría volver a la arena política.

Novoa es el que está más delicado de salud de los cuatro, víctima hace años de un enfisema pulmonar, en los últimos meses la enfermedad se ha agudizado, lo que tiene a los otros tres permanentemente preocupados. Su condición lo obliga a internarse seguido en clínicas y pasar largas temporadas en Puerto Varas. También debió salir de la vida pública luego de los casos Penta, donde fue condenado por delitos tributarios. Lleva meses, años tal vez, alejado de las cámaras, y más lejos aún de los años en que lideró también dos veces la UDI y marcó a generaciones de gremialistas. Su perfil siempre fue leído como un contrapeso, por lo dogmático, al pragmatismo de Longueira.

A Chadwick -el que más lejos ha llegado del grupo si es que una carrera política se midiera por los cargos en La Moneda- ahora le tocó la derrota. Luego de salir de Palacio el pasado 28 de octubre, dedicó días "duros" -como describió ayer- a preparar su defensa en el Congreso. Prácticamente sin salir de su hogar, el ex ministro se preparará ahora para enfrentar al menos cuatro querellas y el juicio por el Caso Catrillanca. Además, lo ocurrido ayer lo tiene "destrozado", cuentan sus amigos. Anoche no lideró ninguna cena ni acto de despedida tras su derrota en el Congreso.

Con lo que algunos han leído como el fin de su carrera, el único de los cuatro que queda en la cancha es Coloma, quien desgranó ayer un encendido e indignado discurso en defensa de su amigo. De los tres, el senador es quien ha tenido una relación más estrecha con el exministro. Estudiaron juntos Derecho en la Universidad Católica, tienen la misma edad y es posible que no recuerden cuántas veces compartieron vacaciones con sus esposas, incluyendo ese viaje a Venecia en que se tomaron una foto a bordo de una góndola junto a Jaime Guzmán, y que hace unos meses circuló por redes sociales.

Coloma fue una de las visitas más recurrentes a Chadwick en sus últimos y casi imposibles meses en La Moneda, y en el colectivo dicen que así como estaba impactado ayer al micrófono, hoy estaba destrozado por lo ocurrido y muy preocupado por el devenir de su amigo. Ambos, que se sepa, han superado al menos dos quiebres. Uno, cuando Coloma y Novoa porfiaron para que en 2011 Piñera no sacara de la Segegob a su entonces ministra Ena Von Baer (en ese entonces, protegida de ambos coroneles y de Cristián Larroulet), bloqueando así el ingreso de Chadwick a Palacio. Este igualmente terminó ingresando en el cambio de gabinete de julio de 2011. Pero más grave fue el que los separó cuando en la elección interna UDI que llevó a su presidencia al entonces senador Hernán Larraín Fernández en 2006, Chadwick tomó bando por él y no por Coloma. Hasta se dejaron de hablar por un tiempo. Luego se abuenaron.

El grupo también ha pasado por vaivenes, como cuando Chadwick debutó como ministro de Piñera el 2012 y le tocó enfrentar las sucesivas críticas de Jovino Novoa al gobierno de Piñera. Llegó a decir que "me nombraron ministro del Presidente, no ministro de la UDI en el Gobierno", para marcar diferencias.

Gran parte de estos quiebres han sido superados en alguna medida con el tiempo, cuentan en la UDI. Hoy se siguen hablando pero menos seguido, y a veces coinciden cuando van a visitar a Novoa. La caída de Chadwick reactivó entre los suyos una sensación de agria derrota histórica por lo que su figura implica para las generaciones que los siguieron en el Parlamento y al mando del partido, que todavía no terminan de ocupar su lugares. Ha sido parte, también, de los molestos reclamos que el alto mando gremialista le han formulado al ministro Gonzalo Blumel y al gobierno por no haberse cuadrado con Chadwick durante estos días.

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