De Viña 73 a la previa del plebiscito: las otras ediciones complejas que ha enfrentado el Festival

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José Luis Rodríguez, El Puma, recibiendo la gaviota en 1988.

La próxima versión del evento, que comienza en un mes, se realizará en medio de un contexto social complejo, aunque el certamen ha lidiado previamente con otros escenarios de gran dificultad a lo largo de sus 60 años historia, como la edición posterior al golpe militar o la previa al plebiscito de 1988.


La edición 2020 del Festival de Viña enfrenta desafíos especiales y, a un mes de su inicio, implica una particular atención y preocupación de las autoridades y sus organizadores. Tal como reveló La Tercera, las medidas de seguridad que se están adoptando entre el gobierno y la producción para llevar a cabo un espectáculo sin contratiempos da cuenta del complicado momento que se vive en el país, y del consecuente impacto en un escenario tan representativo y mediático como el de la Quinta Vergara.

Pero a lo largo de su historia el certamen ha enfrentado otros contextos adversos y momentos difíciles, la mayoría de ellos ligados a conflictos sociales y políticos que inevitablemente han impactado sus ediciones. Eso sí, desde su primera versión en 1960, la cita nunca se ha suspendido, más allá de las cancelaciones de algunos eventos satélites al certamen y de la competencia folclórica. Aquí un repaso por cuatro de las entregas más difíciles que ha sorteado el evento viñamarino.

1973: previo al golpe

Siete meses antes del golpe militar, el Festival de Viña –emitido entonces por TVN- daba cuenta del complejo momento que vivía el país. El evento, que tradicionalmente cerraba cada verano, se llevaba a cabo cinco meses después del conocido "paro de los camioneros" (octubre, 1972) en contra del gobierno de la Unidad Popular encabezado por el Presidente Salvador Allende, y que inició un periodo de agitación social. Un mes después del certamen, además, se celebrarían elecciones parlamentarias, que enfrentarían nuevamente al oficialismo y la oposición. El Festival, por tanto, fue uno de los escenarios donde se manifestó este ambiente polarizado.

"Se le ocurrió la mala idea a la organización de contratar por un lado a los Huasos Quincheros, totalmente de derecha, y por otro lado a los Quilapayún", contó el histórico director de orquesta, Horacio Saavedra, al programa TV o no TV de Canal 13.

https://www.youtube.com/watch?v=nhgocBzBVhA

Según ha contado la propia banda, simpatizante del gobierno de Allende, previo a su paso por la Quinta Vergara hubo un llamado a "funa" por parte de la oposición. Así, luego de ser presentados por el entonces animador del festival, César Antonio Santis, fueron recibidos por pifias y agredidos por objetos que se lanzaban desde el público, y que intentaban ser combatidas por aplausos de algunos grupos de seguidores que se encontraban en los cerros. "Se transformó en una batalla campal, nosotros en el foso recibíamos todo lo que tiraban", rememoró Saavedra. Finalmente, el director de la transmisión, Gonzalo Bertrán, resolvió no registrar la actuación, ya que por entonces el evento se emitía de manera diferida.

También había reparos con la competencia folclórica, que tenía entre sus finalistas el tema Canción a la Bandera de Chile, con letra de Pablo Neruda y musicalizada por Vicente Bianchi, en voz de Los Fortineros.

Todo esto generó que la clausura de la competencia folclórica no se realizara en la Quinta Vergara, siendo resuelta ante notario. La canción ganadora de esa división fue Mi río, interpretada por Charo Cofré. Canción a la Bandera de Chile logró el segundo lugar.

1974: el primer Viña en dictadura

Cinco meses después del golpe militar que terminó con el gobierno de la UP y comenzó la dictadura del general Augusto Pinochet, el Festival de Viña –que seguía en manos de TVN- siguió en pie. Es más, se transformó en un evento apoyado y fomentado por las fuerzas que comandaban el país. Desde aquel primer Viña en dictadura, el propio Pinochet asistía sagradamente al festival.

https://www.youtube.com/watch?v=iAzsTxNoVYI

Momento recordado de aquella versión –donde se presentaron artistas como Camilo Sesto y la chilena Gloria Simonetti-, fue cuando el comediante argentino Bigote Arrocet cantó el tema Libre, de Nino Bravo, quien había fallecido en abril de 1973. Su acto fue interpretado como un agradecimiento al golpe militar, algo que el propio artista ha negado posteriormente, explicando que solo respondía a un homenaje al intérprete.

https://www.youtube.com/watch?v=y6TDrxazYs0

Ese año el evento se emitió solo cinco días, del 7 al 11 de febrero, con una sexta jornada llamada "El Festival de los Festivales", donde actuaban artistas que habían sobresalido en ediciones anteriores. La competencia folclórica, a su vez, fue cancelada por varios años. La ausencia de esta competencia habría impulsado la creación del Festival del Huaso de Olmué.

La competencia internacional, por otro lado, destacó por tener en competencia artistas como el venezolano José Luis Rodríguez, "El Puma", y el nicaragüense Hernaldo Zúñiga, por entonces residiendo en Chile.

1988: previo al plebiscito

Aquella versión se llevó a cabo entre el 17 y el 22 de febrero, volviendo a sus seis jornadas tradicionales. Ya con Antonio Vodanovic como su animador (quien debutó en ese rol en 1976), contó con los shows de Los enanitos verdes, Chayanne, los estadounidenses Mr. Mister, el chileno Juan Antonio Labra y el "Puma" Rodríguez, ya convertido en estrella. De hecho, de aquel año es su recordada frase "A veces hay que escuchar la voz del pueblo", cuando se le entregó la gaviota de plata, reservada solo para las competencias, a petición del público. Este comentario también fue interpretado como un apoyo a la oposición.

Esto ya que el festival tuvo lugar solo ocho meses antes del plebiscito que resolvería la continuidad de Pinochet en el poder, por lo que había gran sensibilidad en torno al evento. Por ejemplo, la canción que representaba a Perú en la competencia internacional, titulada No vas a hacerme el amor, fue descalificada por supuesto plagio, aunque algunos acusaron que se trataba de censura al repetir la palabra "No".

Durante el show de Mr. Mister, por otro lado, el cantante Richard Page leyó un mensaje que decía: "Un saludo para los artistas amenazados de muerte. Los artistas del mundo estamos con ellos". Sus declaraciones, sin embargo, no fueron parte de la transmisión.

https://www.youtube.com/watch?v=WMdcArOM6No

1989: post triunfo del NO

Esta versión se desarrolló cuatro meses después del triunfo del NO, y a pesar de las aprehensiones producto de este contexto, la música y los artistas se robaron la atención mediática.

Con la conducción nuevamente de Vodanovic, tuvo entre sus artistas invitados a Emmanuel, Pablo Ruiz, los estadounidenses REO Speedwagon, Roberto Carlos -uno de los más ovacionados de dicha entrega-, la banda Olé Olé –que capturó la atención con su sensual vocalista, Marta Sánchez, recordada por bailar "la colita"-, la mexicana Verónica Castro y la chilena Myriam Hernández, estas últimas también parte del jurado.

Fue el debut de un curioso sistema para determinar quién ganaba la antorcha, que antes solo se otorgaba por la aprobación del público. Un "jurado de antorchas" era ahora el que resolvía su entrega, integrado por Yolanda Montecinos, Alfonso Castagneto, Jaime Otero y Luciano Figueroa.

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