Convención constitucional: La inquietud de Piñera por los contenidos y el dilema de cómo involucrarse

La decisión de recurrir al Tribunal Constitucional habría generado disenso al interior de La Moneda, donde los ministros Rodrigo Delgado y Karla Rubilar se habrían manifestado en contra.

En La Moneda aseguran que al Presidente le preocupa que se resguarden las libertades individuales y ciertas instituciones en la nueva Carta Magna, sin embargo, recalcan que como gobierno solo cumplirán con el rol institucional que les dejó la actual Constitución respecto al proceso y que no intentarán tener ningún tipo de coordinación con los constituyentes de Chile Vamos. Eso sí, dicen que aportarán con información, si es que así se lo piden.


En La Moneda y en Chile Vamos siguen lamentando los resultados electorales de las pasadas elecciones del 15 y 16 de mayo. La principal razón radica en que no lograron alcanzar el esperado tercio en la elección de constituyentes. Por esta razón, en el sector saben que cualquier posibilidad de instalar sus temas o de impedir que otros que no les gusten no avancen en la confección de la nueva Constitución está cuesta arriba.

Esta materia, de hecho, se ha transformado en un motivo de preocupación para el Presidente Sebastián Piñera y el oficialismo en general. Algunos, incluso, medio en broma ya deslizan la opción de rechazar el plebiscito de salida, al cual le corresponde ratificar o no la nueva Carta Magna.

Si bien los 37 constituyentes de Vamos por Chile que fueron electos ya comenzaron a coordinarse entre ellos, el gobierno -con el objetivo de evitar que lo acusen de intervenir la convención- ha decidido tener cautela, mantenerse solo en su rol institucional y no ejercer ningún grado de interacción con los constituyentes del oficialismo.

De todas formas, al menos dos convencionales electos del sector reconocen que han sido contactados por el Ejecutivo con miras a que exista un grado de coordinación, aunque en La Moneda lo descartan y recalcan que solo se involucrarán en el campo que le corresponde y que les asigna la Constitución, es decir, proveer el local de funcionamiento de la instancia, y a través de recursos humanos y financieros.

Para cumplir con eso, en enero pasado, Piñera decidió que la Secretaría General de la República (Segpres) sería el órgano que prestará el apoyo técnico, administrativo y financiero para la instalación y funcionamiento de la convención. Y luego, a través de un decreto, se establecieron cuáles serían las atribuciones de la Segpres, y se decidió crear una unidad de Secretaría Administrativa de la convención y se nombró a Francisco Encina a cargo de esta.

En esa línea, a través de estas facultades, en Palacio recalcan que se involucrarán en el proceso. Sin embargo, más allá de eso, en el Ejecutivo admiten que Piñera está inquieto por cómo se van a ir instalando los contenidos en el debate constitucional y en el proceso para elaborar la nueva Carta Magna.

De acuerdo a las mismas fuentes, al Jefe de Estado le preocupan al menos dos grandes temas: todo lo relativo a las libertades y también lo relacionado resguardo de algunas instituciones, por ejemplo, que exista la debida separación de poderes de Estado; la permanencia del Banco Central, entre otros.

En ese sentido, en La Moneda reconocen que existe un dilema en cómo aproximarse a los contenidos durante el proceso y que hay un debate en cómo abordarlos, el que aún no está del todo resuelto. Pese a eso, en Palacio coinciden en que lo más conveniente es intentar proveer, si así lo requieren los convencionales, contenido de los temas que se discutan y esperan que los ministros sectoriales sean invitados a las sesiones que se vayan dando respecto a determinadas materias. Además, dicen que es evidente que como gobierno durante las discusiones serán consultados sobre sus opiniones y que estarán preparados para responder y defender ciertas ideas.

En ese sentido, en La Moneda recalcan que “entregaremos información sistematizada del Estado, siempre que nos lo pidan, pero no estamos pensando en liderar el debate, ni tampoco empujar nuestra idea de propia Constitución”.

La versión de ahora de Palacio se distancia de las aspiraciones que el propio Piñera sinceró el 23 de agosto pasado -antes de que en el plebiscito de octubre la ciudadanía optara por el Apruebo y la Convención Constituyente-, en una entrevista con La Tercera.

En esa oportunidad, el Mandatario dijo que “tenemos preparado un proyecto de reforma constitucional, que tendrá que ser presentado a la convención constituyente, si ese es el camino elegido, o al Congreso si ese es el camino elegido. El resultado final es lograr un acuerdo que nos permita perfeccionar, modificar, modernizar o cambiar la Constitución. Lo que yo sí creo, es que el camino de la hoja en blanco no es el mejor camino para Chile”.

Unas semanas después, Piñera presentó un decálogo de contenidos de lo que, a su juicio, debería mantener la nueva Carta Magna que fue duramente criticado por la oposición, mientras que en paralelo un equipo del Segundo Piso liderado por Cristián Larroulet trabajaba en la recopilación de contenidos e insumos respecto a la materia.

En ese equipo, de hecho, trabajaba Andrés Sotomayor, Sebastián Soto y el propio titular de la Segpres, Juan José Ossa. Ese grupo sostenía algunas reuniones para abordar contenidos, no obstante, algunas voces en el gobierno aseguran que no se han vuelto a hacer esos encuentros.

En Palacio algunos señalan que si antes existía alguna opción de influir en los contenidos, eso se ha ido diluyendo, sobre todo, luego de los resultados electorales debido a que, incluso, en Chile Vamos -desde donde le endosan la responsabilidad al Ejecutivo respecto al reciente desempeño electoral- transmiten que el gobierno debe mantenerse al margen y no intentar involucrarse en los contenidos.

Luis Mayol (RN), constitucional electo en el distrito 23, asegura que “al gobierno no le corresponde meterse en el tema de los contenidos ya que debe ser el coordinador del inicio del funcionamiento de todo el proceso”.

En este contexto, en el oficialismo transmiten que Piñera antes de los comicios estaba “más activo e intenso” respecto a la idea de involucrarse en los contenidos de la nueva Carta Fundamental, pero que en su entorno le han recomendado no hacerlo.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.