“Venezuela se arregló”: las dudas ante la incipiente recuperación económica

Vista de una caja registradora con bolívares y monedas estadounidenses en una tienda en Caracas. Foto: AP

Según la Cepal, el país crecerá un 5% en 2022, lo que representaría el mejor desempeño en Sudamérica. Sin embargo, los expertos son cautos sobre el real impacto de esta mejora.


“Venezuela se arregló”, fue una frase que caló, entre burlas y realismo, en las redes sociales de ese país en 2021. “Se trata de una especie de muletilla que es continuamente rebatida por los especialistas, que se clava como una saeta en la sensibilidad de muchas personas, que enfurece especialmente a la diáspora, y que emerge como un agrio contrapunto a contradecir la narrativa de la tragedia histórica que vive el país desde hace, al menos, ocho años”, resumió esta semana el diario El País.

¿Pero realmente la economía venezolana comienza a recuperarse? Como recordó la agencia Bloomberg, por décadas, la economía venezolana ha estado sumida en un turbulento escenario. Su Producto Interno Bruto (PIB) perdió cerca del 83% entre 2013 y 2021; la hiperinflación llegó hasta 130.060% hace tres años y el bolívar se depreció a tal punto que los billetes fueron usados para manualidades o lo que se conoce como money art.

Sin embargo, desde hace unos meses distintos organismos internacionales, firmas y economistas están haciendo proyecciones que apuntan a una mejoría en el país. Mientras el banco Credit Suisse cree que la economía crecería un 20% este 2022, el Fondo Monetario Internacional (FMI) apunta a una expansión de 1,5% y, ahora, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) espera que sea del 5%, el mejor desempeño en Sudamérica y muy por encima del promedio regional de 1,8%.

Un comerciante entrega cambio en moneda estadounidense a un cliente en Caracas. Foto: AP

Índices que parecen reflejarse en aspectos de la vida cotidiana de los venezolanos, como la reactivación del consumo y el tibio regreso de la actividad nocturna; el clarísimo descenso de los índices delictivos; las mejoras en el abastecimiento de combustible; la apertura de nuevos locales comerciales; la disponibilidad de productos importados y la organización de algunos recitales musicales internacionales, los primeros en más de siete años, según destaca El País.

A pesar de que la frase está de moda, nadie es capaz de afirmar con todas sus letras que “Venezuela se arregló”, apunta el periódico español. Ni siquiera el Presidente Nicolás Maduro: “Venezuela no se arregló, pero está mejorando. Venezuela va a crecer, pero falta mucho por hacer”, afirmó hace poco en un encuentro oficial con empresarios.

Una visión que comparten los expertos. “Se trata de una economía que se contrajo un 78% entre el 2014 y el 2021, según nuestros cálculos. Es lo que de alguna manera se observa y son los números de crecimiento que se muestran”, explica a La Tercera Asdrúbal Oliveros, economista venezolano y director de Ecoanalítica. “Pero eso es insuficiente obviamente, no es un crecimiento profundo, que impacte de forma positiva a la mayoría de la población”, agrega.

Una visión compartida por Luis Vicente León, economista venezolano y presidente de Datanálisis. “Desde el punto de vista macro, el país sigue empobrecido y, obviamente, estamos lejísimos de las características de la Venezuela del pasado, pero sí hay una mejora”, comenta.

Carteles con los precios de los productos en bolívares se exhiben en una pequeña tienda en Caracas. Foto: AP

“Por ejemplo, existe una mejora en términos del abastecimiento de mercancías. El año 2018 tú hacías fila para poder comprar arroz, café o leche, y eso no existe hoy. También las farmacias no estaban abastecidas, hoy eso ya no es un problema, ni en los hospitales ni las clínicas. Y, por otro lado, también es verdad que de alguna manera la dolarización fáctica de la economía rebota sobre una parte de los salarios. Los salarios se dolarizan en los diferentes niveles, obviamente con rezagos y por supuesto no en la totalidad de la población, pero es mucho más que en el año 2018″, detalla León, quien grafica así la actual situación: “Es un avión que bajó 20.000 pies y que levantó la nariz ahí, 20.000 pies abajo. Bueno, no está estrellándose, pero tampoco está en su altura convencional”.

Y cuánta responsabilidad tiene en esta mejora económica la administración de Maduro. “Obviamente influye muchísimo que el gobierno tenga una visión más pragmática en el manejo de la economía, que haya abandonado la visión dogmática de controles, de ataque y persecución permanente al sector privado”, señala Oliveros, quien apunta que eso “ha incidido positivamente en un contexto donde el Estado luce muy disminuido, donde su capacidad de gasto también está muy limitada. Gran parte de esa recuperación se debe principalmente al esfuerzo privado”.

Un hombre transporta dos balones de gas en una carretilla en un punto de distribución en el barrio de San Bernardino, en Caracas. Foto: Reuters

“El gobierno le da otra vez protagonismo al sector privado y comienza a mejorar sus condiciones, se deshostiliza la relación y eso mejora un poco su capacidad de operación y su margen de maniobra”, agrega León.

Si bien el director de Datanálisis admite que “el cambio en la realidad económica tiene impactos en la migración”, dice a La Tercera que “eso no quiere decir que vamos a ver grandes masas de venezolanos regresando y acabando todo el problema migratorio en la región”. Con todo, Oliveros sostiene que “no es descabellado pensar que, si se logra esta cierta estabilización en la economía y se mantiene de cara a los próximos años, ese flujo empiece a revertirse y comiences a ver más entradas que salidas”.

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