Preview | Diablo IV: Una saga que busca regresar con todo

Tuvimos la oportunidad de probar un poco de la próxima entrega de la popular saga, la cual cautiva por su aspecto y jugabilidad.


Diablo es una de las franquicias más populares que posee Blizzard y es que el juego es un verdadero clásico que ha cautivado a generaciones de jugadores desde el lanzamiento de su primera entrega en 1996. Ahora la saga tiene en camino su cuarta entrega, la cual llegará en 2023 y tuvimos la oportunidad de probar.

Lo primero que hay que mencionar de esta nueva entrega es que visualmente luce increíble y representa un verdadero salto en términos gráficos desde la tercera entrega, algo que es de esperar considerando que esta se lanzó en mayo de 2012, es decir hace una década. Este salto gráfico, afecta tanto a los personajes que lucen más detallados que nunca como a los diferentes escenarios que cuentan con una enorme cantidad de detalles y elementos, algo que todos los fans de la saga agradecerán.

Diablo IV llegará a PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series y PC, y busca sacar lo mejor de cada una de las entregas que ha tenido la franquicia. Es así como nos encontramos con un juego que resulta oscuro, con un aspecto gótico impreso en todos lados, tal como ocurría con las primeras entregas. A la vez, mantiene el sistema de combate rápido y dinámico que llegó con el tercer juego, logrando de esta forma una combinación que resulta d e lo más atractiva.

De esta forma, el equipo desarrollador toma diferentes elementos, los que más se han destacado en cada juego, para implementarlos en esta nueva entrega y logra una combinación que en un principio dejará conforme incluso a los seguidores más exigentes de Diablo.

Al momento de su lanzamiento el juego contará con cinco clases, las cuales aunque pueden parecer que son pocas pero cuentan con una enorme posibilidad de personalización a través de sus diferentes árboles de habilidades, por lo que aunque dos personas jueguen con la misma clase pueden tener builds completamente diferentes y parecer personajes distintos. Junto con esto, como es habitual está la enorme cantidad de equipamiento (como es de esperar de un juego de Diablo), y las opciones de personalización de personaje, con un creador de personajes que en un primer vistazo nos entrega las opciones suficientes para que nuestros personaje se diferencie del resto.

En lo que pudimos jugar, Diablo IV es un excelente título para quienes son seguidores de la saga, pero desde Blizzard también apuntan a los nuevos jugadores, y aunque la trama se desarrolla tras los acontecimientos de Diablo 3, de todas formas se puede disfrutar sin conocimiento previo, quedando cautivado por la estética y cinemáticas que dan el puntapié inicial a la historia.

En esta ocasión, nos encontramos con una nueva amenaza, Lilith, quien junto con el ángel Inarius, es la creadora del mundo de Santuario. Esta villana que permanecía encerrada ha despertado luego de la guerra entre ángeles y demonios , suponiendo una nueva amenaza para todos los reinos.

El juego, en sus primeros minutos nos relatará los hechos de forma dinámica y sin dar muchos rodeos, luego nos dejará en completa libertad para explorar (en la versión final podrás visitar las diferentes áreas en un mundo abierto, pero en esta preview build, es que pudimos explorar una de sus zonas y las diferentes dungeons que estaban esparcidas por el lugar). De esta forma el juego se mantiene muy fiel a lo que es Diablo, con las bases de su jugabilidad manteniéndose de forma íntegra, algo que se agradece, ya que el sistema de progresión de esta saga es uno de los puntos fuertes y ver que no se ha perdido con el paso de los años resulta bastante atractivo.

A pesar de mantener las bases, el juego cuenta con algunos cambios, algunos un tanto disruptores, y es que el juego no se podrá jugar sin conexión, y al ingresar nos situará en un mundo compartido con otros jugadores -a pesar de que las dungeons y campaña la podremos jugar en solitario-, por lo que no será extraño que visites una ciudad y te encuentres con otros jugadores. Para esto el juego ha implementado unos ‘Jefes del Mundo’ que son enemigos que pueden derrotar entre varios.

En conclusión...

Es así como en este primer acercamiento, podemos concluir que desde Blizzard se han esmerado en que este juego tome lo mejor de cada una de las entregas, y es que esta nueva entrega cuenta con el tono oscuro de los primeros juegos, algo que se había perdido un tanto en Diablo 3, a la vez que mantiene el estilo de combate de esta tercera entrega, dando una combinación que a primera vista resulta increíble y atractiva.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.