De placeres y emociones

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En los últimos 10 años el hombre chileno tuvo un giro en su conducta relacionada a las experiencias, donde perdieron el miedo a disfrutar, sentir y experimentar, sobre todo en el ámbito privado e íntimo, pasando a ser actores fundamentales de sus propias vidas.




Según el último estudio Radiografía del Hombre Chileno, elaborada por la consultora GFK, el 48,9% de la población chilena es hombre y la edad promedio de este segmento en nuestro país es de 34,8 años. Para la consultora, en la última década la población masculina ha ido cambiando en algunos aspectos importantes, fundamentalmente en lo que tiene relación a cómo se plantea hoy la vida este ciudadano.

Entre los datos más importantes aparecen que, a pesar de que el 46% es soltero, aún es un segmento de la población tradicional (26%), dejando relegado a escalones más abajo conceptos como aspiracional (22%) y hedonista (16%).

Sin embargo, para Carolina Cúneo, gerenta comercial de la entidad, "hoy para los hombres ser exitoso va más allá de lo laboral, buscando logros en el espacio privado", lo que se refuerza con que el 76% intenta mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y que el 48% prefiere tener más tiempo libre que dinero.

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Por eso, en los últimos 10 años los intereses de este hombre fueron variando y hoy no tiene tantos prejuicios con el preocuparse de ellos ni física ni emocionalmente. "El hombre ad portas de 2020 vive una nueva masculinidad, que le permite redefinirse, preocuparse de su apariencia sin ser tildado de 'poco hombre', lo que queda demostrado con que el 66% de los hombres consume productos de cuidado masculinos y compra por internet tecnología, ropa y pasajes, en ese orden", recalca Cúneo.

Por eso, no son extraños los cambios que se pueden apreciar en los conceptos de viajes, deportes e, incluso, en el mundo gastronómico, donde han aprendido a explorar nuevas sensaciones, nuevos sabores, pero siempre culturizándose en cada una de las materias, para ser hombres informados y poder conversar de cada uno de los temas.

Siguen siendo competitivos, pero ahora lo son para enfrentar sus propias metas, disfrutando cada una de sus experiencias.

Motores en Ruta: Nunca antes viajar fue tan fácil

"Muchas cosas han cambiado en los últimos 10 años en la forma de viajar, desde la forma de movilizarnos a la forma de organizar nuestras vacaciones. Hoy en día, una familia, por lo general, organiza y arma todo su viaje por medio de su celular", explica Dirk Zandee, country manager región andina Despegar.com. Para el ejecutivo, la transformación digital ha sido clave en todos los negocios, pero particularmente en el turismo, "porque ha facilitado la búsqueda y la compra de productos. Han disminuido considerablemente los tiempos de búsqueda, ya que hoy en día no necesitas ir a una agencia física, sino que simplemente nada más que un celular con internet para buscar y consultar precios y cotizar un posible viaje".

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Las aplicaciones y la masificación de las páginas especilizadas en turismo también han sido fundamentales en esta nueva forma de viajar, pues la experiencia de otros ayuda para poder evaluar las mejores alternativas.

Por otro lado, se valora más una experiencia completa, los paquetes cada vez se compran más, y también el modelo de autogestión del paquete es algo que llama mucho la atención de los viajeros de 2019.

Para Pedro Escobedo, gerente de Marketing y Alianzas de Viajes Falabella, el cambio cultural más significativo "es la llegada de los millennials y centennials al mercado turístico, quienes priorizan las experiencias y el descubrir destinos alrededor del mundo, siendo aproximadamente un 60% de los compradores online. Autogestionan sus viajes, buscan nuevos destinos, viajan en grupos de amigos e incluso impulsan a sus familias a seguir este camino". Así, el viajero chileno busca hoy descubrir el mundo.

Todoterreno: De amateur a las competencias máster

La última década ha sido quizás la de mayor explosión en la realización de deporte recreativo. Ya sea por una mayor conciencia en el tema de vida saludable o por querer estar en mejor forma física, el chileno ha aumentado el tiempo destinado a la actividad física, a pesar de que los estudios aún nos consideran una población sedentaria.

Pero hay un aumento y eso es lo importante. Y de las pichangas del fin de semana o las idas al gimnasio de forma solitaria, los deportistas amateur se fueron moviendo a los deportes colectivos, a los deportes funcionales, los que tienen mayor contacto con la naturaleza y todos aquellos que no se vuelvan rutina.

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Para Mirko Rodríguez, profesor de educación física y del gimnasio Balthus, "hoy las personas buscan una mayor interacción al hacer deporte, por eso las actividades grupales se han vuelto más masivas. A eso hay que sumar las actividades al aire libre, como el trekking, que busca tener una mayor conexión con la naturaleza y explorar nuevos límites, siempre con la conciencia de sus capacidades y la posibilidad de ir mejorando día a día, con metas claras y precisas, a corto, mediano y largo plazo".

Para Rodríguez, esa es una de las explicaciones en la gran cantidad de competencias máster que se están desarrollando en nuestro país, en deportes colectivos o individuales. "Muchos ven en esos grupos la posibilidad de sentirse parte de un equipo, de poder ir mejorando las metas sin la presión que se tiene cuando se es joven". Y agrega que "es una buena manera de sentir la adrenalina de participar, incluso, en competencias internacionales representando a Chile".

Entre Copa: Cerveza artesanal y nuevos cócteles sobre la barra

"El vino seguirá siendo el rey, pero en la última década la cerveza se transformó en la reina indiscutida. No solo porque hay una mayor variedad, sino por todas las nuevas apuestas artesanales que se han desarrollado en nuestro país. A eso hay que sumarle que la cerveza es más democrática en precio y hoy hemos perdido el miedo a beberla no solo después de un partido, sino también estamos aprendiendo a maridarla con las diferentes comidas", señala Rodrigo Villablanca (@villolo), periodista especializado.

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Villablanca señala, además, que en esta última década la gente comenzó a tener un interés mayor por aprender de alcoholes, hacer catas, aprender recetas y experimentar con cosas nuevas en materias que para muchos estaban reservados solo para los especialistas. "Hoy la gente se aventuró en este mundo, para pasarlo bien en la casa, para vivir una experiencia distinta, probando y compartiendo con los amigos lo que van aprendiendo", explica el periodista.

Así como la cerveza ganó un espacio importante, los cócteles también fueron ganando adeptos. En los últimos 10 años, el consumidor chileno ha evolucionado y salió del lugar de confort de beber los destilados típicos como pisco y ron con bebida cola, a tragos más elaborados. "Hoy hay un mayor conocimiento en bebidas alcohólicas y la irrupción del gin, por ejemplo, ha sido muy fuerte, al igual que cócteles como los que llevan Aperol o Negroni. Hoy se generan conversaciones en torno a lo que se está bebiendo y eso lo hace más auténtico", señala Villablanca.

A este nuevo consumo también se suman mayor cantidad de talleres y clases, y bares con coctelería de autor con cartas más amplias.

Sabores Actuales: La evolución de la gastronomía

Tal como vimos la evolución del vino chileno hace dos décadas, hoy lo vemos en la gastronomía. Los productos, sus técnicas, las presentaciones y las sensaciones que nos deja la comida en la boca han evolucionado de manera insospechada en los últimos diez años.

Si bien hay una tendencia a volver al origen, también a descubrir sabores nuevos y más auténticos.

Lo primero viene gestándose desde cuando Guillermo Rodríguez se empeñaba en el rescate de productos únicos, como el merkén, la sal de Cáhuil y el mote, hoy usados en cientos de preparaciones. Luego, Rodolfo Guzmán dio a conocer nuestra cocina al mundo con preparaciones tan chilenas como vanguardistas a la vez.

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También podemos hablar del rescate de productos como la quínoa o las chochas, los pescados de roca, el conejo y un sinfín de frutas, verduras y hortalizas que hoy ocupan muchos chefs y que han sabido ponerlas con valor en un plato.

Pero también se buscan experiencias nuevas, sabores intensos, más picores, mejores presentaciones, y aquí aparece toda una rama de chefs chilenos que estuvieron en el extranjero y también foráneos que llegaron con sabores y formatos rupturistas. Aperturas como el Osaka, del chef peruano Ciro Watanabe, nos enseñó de los sabores nikkei; el 040 (del chef Sergio Barroso) nos hace vivir una experiencia única con cada uno de sus pequeños platos (o tapas); o lo que hace Benjamín Nast, aún más intenso en sabores, en su restaurante DeCalle.

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Toda esta revolución y evolución de la cocina chilena se ve plasmada en que hoy los ojos del mundo gourmet están puestos en Chile, y como resultado, más turistas y varios de nuestros restaurantes premiados y reconocidos en el extranjero. MT

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