Bebés robados: justicia española reconoce delito pero médico es dejado en libertad

La audiencia provincial de Madrid resolvió declarar culpable al ginecólogo Eduardo Varela (85) de tres delitos: detención ilegal, suposición de parto y falsificación de documento oficial, lo que concluye, que sería responsable de "tráfico de menores". Sin embargo, fue absuelto tras haber prescrito los delitos.

La resolución de la justicia se da en el marco del primer juicio por el caso de robo de bebés en España, durante la dictadura de Francisco Franco (1936-1975).

De acuerdo a la justicia española las acusaciones en contra de Varela prescribieron cuando la denunciante, Inés de Madrigal, alcanzó la mayoría de edad en junio de 1987. La mujer denunció el caso en 2012 cuando tenía 43 años.

Sin embargo, todavía es posible apelar a la sentencia y Madrigal ya anunció que llevará el caso al Tribunal Supremo. "Tenemos la obligación de ir al Supremo. Pienso que hay que utilizar esta sentencia como un trampolín", declaró.

A la salida del tribunal, la denunciante explicó al diario El País que el veredicto la dejó con una "sensación agridulce". "Es un hito, la primera sentencia por bebés robados. Se reconoce que hubo robo, que me arrebataron a mi madre y es un gran paso, aunque no estamos de acuerdo con la prescripción y la absolución de Vela", continuó.

En relación a la prescripción del delito su abogado, Guillermo Peña, insistió que en este caso no es posible decidir que el delito no será castigado "cuando alguien no es consciente de él".

Durante el juicio, Madrigal debió denuncia a su madre adoptiva, Inés Pérez, para agilizar el proceso. Ahí ella declaro ser estéril y contó cómo en 1969 fue contactada por el especialista para entregarle un lactante "de regalo" y le indicó cómo debía simular un embarazo falso.

Hasta el día de hoy la afectada se ha realizado tres pruebas de ADN sin poder encontrar a sus padres biológicos.