Boris Johnson alista cambio de gabinete y se prepara para concretar el Brexit

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Boris Johnson camina hacia el estrado, antes de una conferencia en Downing Street. Foto: AFP

Con vientos a su favor, el premier conservador nombrará a un equipo a su medida y ajusta políticas para sus primeros 100 días.


Los británicos se despertaron este viernes con el mapa de su país teñido de azul por los conservadores y por consiguiente, con la certeza que, tras meses de idas y vueltas, el Brexit sí se va a concretar. Los tories consiguieron el jueves 365 escaños, ganando 47 asientos, el mejor desempeño de la colectividad desde 1987, durante la era Thatcher.

Teniendo en cuenta la polarización del país, el primer ministro, Boris Johnson, adoptó un tono conciliador y prometió gobernar para todos los británicos y, como fue el slogan de su campaña, concretar el Brexit el 31 de enero. En un discurso a las puertas del número 10 de Downing Street, tras ser investido por la reina Isabel II, el primer ministro instó a sus compatriotas a iniciar un proceso de "sanación" después de las divisiones causadas por el referéndum de 2016, en que un 52% frente a un 48% de los ciudadanos respaldó la salida de la Unión Europea.

Además, prometió gobernar como "una sola nación", teniendo en cuenta tanto a los que apoyaron como a los que rechazaron ese divorcio, y propuso trabajar con el bloque europeo "como amigos e iguales en soberanía" para "construir una nueva relación" en 2020.

Primeras medidas

El Brexit se encuentra entre las primeras prioridades de Johnson y es ese tema el que comenzará a trabajar inmediatamente.

La apertura de las sesiones del Parlamento, suspendidas por la campaña electoral, está prevista para el jueves 19 de diciembre, por lo que se espera que impulse al día siguiente el proyecto de ley de retirada de la Unión Europea, que acordó Johnson con Bruselas el 17 de octubre pasado.

Según dijo a la agencia EFE una portavoz de la Cámara de los Comunes, sería "técnicamente" posible que la legislación del Brexit quedara aprobada antes de fin de año, pero ello implicaría habilitar días de trabajo en el habitual receso navideño, lo que parece improbable que suceda. Así, se espera que la ley siga siendo revisada en enero.

En todo caso, Johnson ya no se tiene que preocuparse para conseguir los votos a favor de ese acuerdo, ya que durante la campaña dijo que los diputados conservadores aprobarían el texto.

Casi de forma paralela a los preparativos del Brexit vendrá el cambio de gabinete que, según el diario The Telegraph, debería ocurrir el lunes. Por ejemplo, Michael Gove, quien durante la campaña hizo 17 apariciones en la televisión, sería promovido a un rol de liderazgo en las negociaciones comerciales. Además, se espera que haya más cambios en el gabinete a fin de año.

Como no todo es Brexit, el primer ministro va a someter un presupuesto y una ley para llevar adelante políticas domésticas. En este sentido, el discurso de la reina Isabel II, que ofrecerá el jueves, probablemente incluya estas normativas, como una nueva garantía de financiamiento para el sistema público de salud, la introducción de un sistema de puntos para la inmigración como el que tiene Australia y condenas de prisión más duras para los terroristas.

En sus primeros 100 días, Johnson planea lanzar una gran revisión de las directrices de defensa, seguridad y política exterior.

Situación norirlandesa

Los resultados de las elecciones desataron las alarmas en Irlanda del Norte, donde los partidos nacionalistas registraron una histórica mayoría. Algo muy diferente a lo ocurrido en Inglaterra y Gales, donde los electores respaldaron a Johnson, mientras que en Escocia dieron su apoyo al Partido Nacional Escocés. En ese sentido, crece la especulación para que se logre una unidad irlandesa.

La controversia radica en que Partido Unionista Democrático, que con sus 10 diputados fue el aliado de los conservadores desde 2017, perdió dos escaños. Esto significa que ahora ya no cuenta con poder en el proceso del Brexit. "El partido ahora no tiene las herramientas a su disposición en Westminster para bloquear un acuerdo, que mantendrá a Irlanda del Norte vinculada con las reglas de la Unión Europea después del Brexit", señaló The Telegraph.

El auge del nacionalismo norirlandés hace temer que crezcan los deseos para convocar un segundo referendo. Sin embargo, no es una tarea fácil, porque el acuerdo de Viernes Santo de 1998, que puso fin al conflicto, establece que el secretario de Irlanda del Norte puede llamar a una consulta solo si él o ella cree que hay una mayoría para una unidad.

"A Boris Johnson ocasionalmente le gusta referirse a sí mismo como a un conservador de una nación, pero la nación que él preside puede terminar siendo solo dos: Inglaterra y Gales", escribió Stephen Bush en una columna en la revista The Statesman.

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