Brexit: los reparos de los ciudadanos

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Manifestantes anti-Brexit muestran carteles luminosos cerca del Parlamento.

Si bien el pacto de retirada suscrito por Londres y Bruselas garantiza la permanencia de los ciudadanos en los países donde residen, aún no está todo resuelto.


Giles Tremlett

"Perder la libertad de movimiento es una amenaza para mi familia"

Giles Tremlett, autor y periodista que lleva 30 años en España, presentó su solicitud de nacionalidad en noviembre 2018 y sigue sin tener noticias. Padre de dos hijos, es autónomo y trabaja para distintos medios europeos, aunque afirma: "Después del Brexit, puede que sea mucho más complicado ejercer de profesional libre en Europa". Señala que la doble nacionalidad -que el gobierno español no admite para residentes británicos- resolvería los problemas que afronta, no solo a nivel profesional, sino también personales: "Tengo que cuidar de mi madre de 90 años, quien vive en Inglaterra, y ella depende de mí. Perder la libertad de movimiento es una amenaza real para mí y para mi familia".

Molly Williams

"Todas estas dudas suenan a una sociedad de antaño"

Molly Williams es un ejemplo de la generación de nuevos europeos: con 25 años, lleva 14 años viviendo, estudiando y trabajando en varias naciones europeas, como Países Bajos, Bélgica, Alemania, Malta, Suiza y ahora España.

Lo que era una experiencia internacional enriquecedora se ha convertido en una limitación: ella y su familia no han vivido suficientes años en ninguno de estos países como para clasificar como residentes de larga duración. Hasta ahora, como británica licenciada de una escuela suiza, ha podido disfrutar la libertad de movimiento de la Unión Europea para viajar y hacer prácticas. Ahora, después de tres años en el movimiento Young European Voices y Brexpats-Hear Our Voice, ha decidido estudiar derecho en Holanda. Aún no sabe los costos de la matrícula para ella como británica, ni el reconocimiento de títulos académicos, ni la necesidad de visados. "Todas estas dudas suenan a una sociedad de antaño, no corresponden a países que miran hacia adelante", se lamenta Molly.

Karen Macdonald Welch

"Carezco de derechos políticos básicos"

Karen Macdonald Welch, escocesa que lleva 35 años trabajando en España, presentó su solicitud de nacionalidad en 2017. Karen, traductora de profesión, ha colaborado con entidades de referencia como el Ministerio de Economía, el Tesoro Público, la Comisión Nacional de Mercado de Valores, así como con importantes entidades financieras del país.

El día después del referéndum del Brexit decidió solicitar la nacionalidad española y finalmente, después de presentarse a los exámenes y recopilar los papeles necesarios, presentó su petición a través del Registro Civil. Desde entonces no ha tenido noticias, ni ha recibido respuesta a su reclamación por parte del Ministerio de Justicia; mejor suerte ha tenido con la oficina del Defensor del Pueblo, desde donde le han informado que han creado un sitio web para este problema, debido al número de reclamos. "Carezco de derechos políticos básicos: no puedo votar en las elecciones generales o regionales en Reino Unido o España" afirma Karen. "Me preocupan también los trámites que tendré que hacer para asegurar mi nuevo estatus en España como residente británica (ya no europea, sino de un tercer país) y poder ofrecer a mis clientes la seguridad de que contratan a una profesional con todas las garantías legales. Tengo la sensación de que, a pesar de haber hecho todo lo que estaba en mis manos para asegurar mi estatus, ahora se me acaba el tiempo".

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