China y Cuba desmienten acuerdo para instalar una base militar espía en la isla

Un automóvil antiguo utilizado para recorridos turísticos por la ciudad pasa frente a la Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, el 10 de noviembre de 2021. Foto: Reuters

El jueves el diario The Wall Street Journal dijo que Beijing había llegado a un acuerdo secreto con La Habana para colocar una instalación de espionaje electrónico en la isla, a unos 160 kilómetros de Florida.


El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo el viernes que “difundir rumores y calumnias” es una táctica común del “imperio hacker” de Estados Unidos, luego de que un informe de un medio de comunicación asegurara que China llegó a un acuerdo con Cuba para establecer una instalación de espionaje electrónico en la isla.

Citando a funcionarios estadounidenses familiarizados con la inteligencia clasificada, el diario The Wall Street Journal dijo que una instalación de espionaje de este tipo, a tan solo 160 kilómetros de Florida, permitiría a Beijing recopilar comunicaciones electrónicas del sureste de Estados Unidos, hogar de muchas bases militares estadounidenses, así como monitorear el tráfico de barcos.

El cuartel general del Comando Central de Estados Unidos tiene su sede en Tampa, Florida. Fort Liberty, anteriormente Fort Bragg, la base militar más grande de Estados Unidos, tiene su sede en Carolina del Norte.

Cuba y China han llegado a un principio de acuerdo, dijeron funcionarios estadounidenses, donde Beijing le pagaría a La Habana “varios miles de millones de dólares” por la estación de espionaje, según el Journal.

John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo a Reuters el jueves que el informe “no era exacto”, pero no dijo que pensara que era inexacto. Y agregó que Estados Unidos ha tenido “preocupaciones reales” sobre la relación de China con Cuba y la estaba monitorizando de cerca.

El general de brigada Patrick Ryder, portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, dijo: “No tenemos conocimiento de que China y Cuba estén desarrollando un nuevo tipo de estación de espionaje”.

“Como todos sabemos, difundir rumores y calumnias es una táctica común de Estados Unidos”, dijo Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

“Estados Unidos es también el imperio de piratas informáticos más poderoso del mundo, y también una verdadera nación de monitoreo importante”, agregó.

El acuerdo informado podría generar dudas sobre una visita a corto plazo a China que, según funcionarios estadounidenses, el secretario de Estado, Antony Blinken, está planeando.

Washington y Beijing han estado tomando medidas tentativas para aliviar las tensiones que se agudizaron aún más después de que un presunto globo espía chino cruzó Estados Unidos a principios de este año y llevó a Blinken a cancelar una visita anterior a Beijing.

“Calumnias fabricadas”

Por su parte, el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, desmintió la existencia de un acuerdo con China para instalar una base militar enfocada al espionaje en la isla, y aseguró que se trata de “calumnias fabricadas por funcionarios de Estados Unidos” para “justificar” el embargo económico de décadas de Washington contra Cuba.

“El periódico estadounidense The Wall Street Journal publicó el 8 de junio una información totalmente mendaz e infundada, según la cual supuestamente existe un acuerdo entre Cuba y China, en materia militar, para la instalación de una supuesta base de espionaje”, escribió De Cossío en su cuenta de Twitter.

De Cossío recordó que Cuba, además de ser un país soberano en materia defensiva, también es firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y que, por tanto, su país rechaza “toda presencia militar foránea” en la región, incluyendo las bases de EE.UU., especialmente la de Guantánamo (Cuba).

“Todas son falacias promovidas con la pérfida intención de justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión contra Cuba y de engañar a la opinión pública de los Estados Unidos y del mundo”, concluyó.

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