Cinco millones de personas en Melbourne inician nueva fase de confinamiento

La policía realiza controles en carretera en las afueras de Melbourne en el primer día del nuevo cierre de la ciudad después de un brote de coronavirus, este jueves 09 de julio. Foto: William West / AFP.

Los habitantes de la ciudad han recibido instrucciones de permanecer en casa por un período de seis semanas, para contener la segunda oleada de la pandemia.


Los cinco millones de habitantes de Melbourne, la segunda mayor ciudad de Australia, inician este jueves una nueva fase de confinamiento para intentar frenar el repunte de casos confirmados de contaminación con el nuevo coronavirus.

Así, los habitantes de la ciudad han recibido instrucciones de permanecer en casa por un período de seis semanas, para contener la segunda oleada de la pandemia.

Todo el estado de Victoria -del que Melbourne es la capital- ha sido literalmente cerrado en un esfuerzo por preservar el relativo éxito para frenar el virus en el resto de Australia.

Sin embargo, una avalancha de viajeros que cruzaron la frontera hacia la vecina Nueva Gales del Sur el miércoles ha generado preocupación por la posibilidad de que los esfuerzos resulten arruinados.

"Unos pocos casos que llegan desde Victoria pueden torcer los números en dirección de la epidemia, con brotes que serán muy difíciles de controlar", dijo la epidemióloga Mary Louise McLaws a la emisora pública ABC.

A su vez, el estado de Queensland anunció el jueves que rechazaría a todos los viajeros provenientes de Victoria.

En Melbourne, las procupaciones se centran en los impactos económicos y de salud mental del segundo confinamiento, que funcionarios estiman le costará a la economía unos 4.200 millones de dólares.

Los restaurantes y cafeterías sirven únicamente comida para llevar, mientras que los gimnasios, salones de belleza y cines se han visto obligados a cerrar nuevamente.

A pesar de las duras medidas, numerosos vecinos dijeron que apoyan las restricciones.

"El bloqueo era necesario, de lo contrario los casos no se reducirán", dijo a la AFP Vani Kumar. "Esperemos que todos salgamos con éxito", añadió.

Funcionarios del gobierno van de puerta en puerta en Melbourne instando a los residentes a hacerse la prueba del coronavirus, aunque autoridades dicen que unas 10.000 personas se han negado después de haber sido influenciados por la desinformación en línea.

Australia ha registrado poco menos de 9.000 casos de COVID-19 en una población de 25 millones de personas, con 106 muertes.

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